Dos consultoras alertaron por la importante caída que registra el consumo masivo este año, que podría ubicarse por debajo de los niveles de la crisis de 2001.
Aunque septiembre cerró con la inflación semanal más baja del año para el mercado de consumo masivo, con un aumento del 0,1%, la caída del consumo sigue siendo alarmante. Según el último informe de la consultora Ecolatina, la baja en la inflación estuvo acompañada por un aumento en promociones y descuentos, y una menor dispersión de precios, con casi el 90% de los productos sin cambios. Sin embargo, estos datos no son necesariamente positivos, ya que los analistas advierten que es improbable que esta situación sea “sostenible” a largo plazo.
A pesar de esta muy leve desaceleración de la inflación, la consultora Scentia proyecta una fuerte caída del consumo, anticipando que podría cerrar el año con una retracción superior al 10%. De ser así, el 2024 podría ubicarse por debajo del peor momento de la crisis de 2001 en términos de consumo. Esta disminución está impulsada principalmente por la persistente inflación, que ha erosionado el poder adquisitivo de los argentinos de manera significativa.
Osvaldo del Río, director de Scentia, señaló que el segundo semestre será especialmente duro, comparado con un 2022 donde hubo incentivos al consumo en un contexto electoral. “Posiblemente veamos caídas de doble dígito hasta noviembre inclusive”, advirtió Del Río, añadiendo que si la tendencia continúa, el año podría finalizar con una contracción histórica.
El impacto es visible en todos los sectores del consumo masivo empaquetado, que incluye alimentos, bebidas, cosmética y productos de limpieza. En agosto, estos productos sufrieron una contracción del 17,2% en comparación con el mismo mes de 2022. Todos los canales de venta, desde supermercados hasta autoservicios y kioscos, han registrado caídas significativas, sin que ningún sector se salve de esta tendencia negativa.
La combinación de una leve baja en la inflación y una fuerte caída del consumo refleja la profundidad de la crisis económica. Según Del Río, los consumidores han optado por marcas más económicas, migrando hacia segundas y terceras opciones para maximizar su capacidad de compra. Aunque los precios se han estabilizado en parte, el poder adquisitivo no ha mejorado, lo que mantiene la situación preocupante para lo que resta del año.
(fuente: https://primereando.com.ar/)