Los grupos evangélicos son un nuevo actor en la vida política latinoamericana y se han propagado sagazmente en cada país logrando una inédita influencia, ganando terreno al monopolio que había ostentado el catolicismo desde hace siglos. Su poder crece día a día como contracara al avance de los movimientos feministas, de las minorías sexuales e identidad de género, con un discurso conservador, autoritario y totalizador.
La crisis de representatividad de los partidos ha ayudado al incremento de las instituciones religiosas neopentecostales y a que estas puedan entrar fácilmente en el tejido social y actuar desde ahí como “salvadores” de la fe, la vida y la política.
En una investigación del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), titulada “Iglesias evangélicas y el poder conservador en Latinoamérica”, se establece que el evangelismo explota políticamente su gran despliegue mediático, gracias a sus propias emisoras, canales de televisión y redes sociales, que deja en desventaja a los demás candidatos del sistema político, ayudadas de una “gran capacidad económica ligada al aporte-convicción de sus feligreses” y son fervientes “defensores del neoliberalismo y la sociedad de consumo”.
Por ello que la participación de las iglesias evangélicas en la política latinoamericana crece y alimenta las facciones políticas de la ultraderecha para impulsar su agenda conservadora, a través de candidatos propios o entregando el apoyo a quienes promuevan sus principios, definiendo algunas veces el resultado de elecciones y presionando en la toma de decisiones.
En América Latina han crecido de manera peligrosa y este peligro no es abstracto. En Colombia los evangélicos contribuyeron a la victoria del No a los acuerdos de paz en el plebiscito sobre la paz en el 2016. La mención a los derechos LGBT en las negociaciones de paz puso en alerta y movilización a las iglesias y los pastores. En Costa Rica tras un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor del matrimonio igualitario, Fabricio Alvarado, periodista y cantante de música cristiana pasó en primer lugar a la segunda vuelta como candidato del partido evangélico Restauración Nacional. Y si bien fue derrotado, pudo aglutinar el 40% de los votos, principalmente de sectores conservadores, contra la ‘ideología de género’.
Clifford Geertz, antropólogo estadounidense, postula que la religión “es un sistema de símbolos que genera ánimos y motivaciones poderosas, persuasivas y persistentes en los seres humanos”. Así, su potencial para formular concepciones no científicas que superan el contexto puramente religioso, dándole sentido a las realidades sociales, neutralizan la lógica de cómo se debería tomar decisiones políticas: la razón científica, el sentido común y la consideración incluyente.
De esto se aprovechan los evangélicos y sus líderes, que tienen a su libre disposición una gran cantidad de creyentes-electores, con quienes fundan un vínculo muy rígido basado en un sistema de símbolos, principios y valores, creando una relación de poder asimétrica y autoritaria.
El éxito que el mundo evangélico está teniendo en la vida política se debe a que es un grupo muy heterogéneo en términos de tipos de iglesias, adscripciones teológicas y posicionamientos políticos, estableciendo una relación directa entre la comunión con Dios y el bienestar material, teniendo como terreno fértil la mayor individualización e identificación por la vía del consumo de los sectores populares, ayudado por el neoliberalismo que, por su parte, propaga los mismos principios.
En América Latina han crecido de manera peligrosa y este peligro no es abstracto. En Colombia los evangélicos contribuyeron a la victoria del No a los acuerdos de paz en el plebiscito sobre la paz en el 2016. La mención a los derechos LGBT en las negociaciones de paz puso en alerta y movilización a las iglesias y los pastores. En Costa Rica tras un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor del matrimonio igualitario, Fabricio Alvarado, periodista y cantante de música cristiana pasó en primer lugar a la segunda vuelta como candidato del partido evangélico Restauración Nacional. Y si bien fue derrotado, pudo aglutinar el 40% de los votos, principalmente de sectores conservadores, contra la ‘ideología de género’.
En República Dominicana, Perú y México los evangélicos han organizado marchas en contra del movimiento LGBT. En Guatemala, la religión evangélica prácticamente ha alcanzado al catolicismo, cuyo gobierno es presidido por Jimmy Morales, un humorista y teólogo evangélico, que en sus discursos exhibe aires de predicador.
En Brasil el poder evangélico reside en el Congreso y ha tomado la forma de un frente evangélico que reúne a los parlamentarios que profesan esa religión, quienes todos los miércoles por la mañana se reúnen en una sala plenaria para rezar juntos, entonando cantos y plegarias. Son los mismos que influyeron decisivamente en la caída de Dilma Rousseff mediante un golpe parlamentario y han posicionado a Jair Bolsonaro como un candidato presidencial fuerte, utilizando sus medios para crear una campaña de terror y mentiras contra Fernando Haddad.
En Chile están creciendo de a poco y la débil “bancada evangélica” no ha logrado influir en la toma de decisiones y en las políticas públicas. Sin embargo, hay que mirarlos con recelo y desconfianza, porque al igual que en otros países intentarán penetrar las esferas políticas con el fin de imponer su agenda ultraconservadora, utilizando a sus pastores con un discurso de populismo religioso, más radical y de mayor alcance.
En política es necesaria la diferencia ideológica, sin embargo, cualquier religión con aspiraciones y ambiciones políticas se opone a los ideales y fundamentos de la democracia. Y en este sentido, los evangélicos suponen un riesgo para el desarrollo de una sociedad moderna y pluralista, porque forman parte de una avanzada contra los nuevos tiempos y procesos que se viven en la región, en que se debate sobre el feminismo, el matrimonio igualitario, el aborto, la identidad de género y derechos de minorías LGTBI, coartando libertades e imponiendo su visión conservadora.
Un pastor bendijo a Larreta ante miles de fieles en la 9 de julio
Horacio Rodríguez Larreta tuvo hoy su bendición evangélica pública en la 9 de julio frente a una multitudinaria reunión de fieles. “Yo lo único que les pido, es que oren por nosotros” pidió tímidamente el Jefe de Gobierno mientras los pastores en el escenario se abrazaban y lo tocaban. El pastor principal le dedicó al Jefe de Gobierno un encendido monólogo de 3 minutos replicando “Les bendecimos, les amamos, les sostenemos“. La caza del voto evangélico en CABA viene viento en popa.
Desde el 2003 que Mauricio Macri vio la importancia de contar con el voto religioso no católico. En ese momento, el actual presidente encabezó una reunión de viernes a la noche en Caballito, en el templo del pastor Miguel Estevanez, donde lo escucharon absortos 3000 fieles. Eso fue solo el inicio. El voto evangélico es uno de los más codiciados para Cambiemos, es la forma de llegar de manera directa a los barrios, y tienen en claro que una asociación con los pastores estrella les devuelve toneladas de votos evitándoles timbreos y actos partidarios.
De la mano del asesor estrella, los principales referentes de Cambiemos fueron adoptando el tono, las palabras, la cadencia y la gesticulación, convirtiéndose en pseudo-pastores e implementando una modalidad comunicacional que les retribuyo miles de “fieles” en un abrir y cerrar de ojos.
El pasado 5 de septiembre, Mauricio Macri en el Concierto de conmemoración de los 500 años de la Reforma protestantedesde el Teatro Colón destacó la presencia evangélica en argentina y su batalla por “valores en los que creemos“. Acompañado por el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, se reunieron con la Mesa Consultiva de Federaciones y Asociaciones Evangélicas de la República Argentina presidida por Raúl Jorge Scialabba, uno de los directores más importantes del Grupo Clarín, quien le agradeció su presencia en el evento, asegurándole que la comunidad evangélica de todo el país “comprometía sus oraciones para el éxito de su gestión que es el de todos los argentinos“.
Tal vez inspirado por Trump, quien durante la campaña filmó su bendición evangélica y la hizo pública, hoy Larreta fue bendecido por la comunidad en un multitudinario acto en la 9 de Julio. Una encuesta de Reuters realizada en Estados Unidos en el mes de septiembre mostró que más del 60% de los evangélicos blancos respaldan a Trump, muy por arriba de su índice de aprobación general, que a menudo cae por debajo del 40%.
“Trump se ha enfocado como un rayo láser en el voto evangélico desde el día en que ingresó a la carrera presidencial en junio de 2015, y eso nunca ha cambiado“, dijo Ralph Reed, fundador y presidente de Faith and Freedom Coalition. Mientras tanto, desde su entorno aseguraron que Trump aprecia la lealtad de sus votantes evangélicos y que quiere mantenerlos cerca, tal cual lo hace con sus clientes comerciales más valiosos.
En el año 2008 un informe del CONICET señaló que el 12% de la población argentina era evangélica, y si bien no hay datos exactos de la cantidad de votantes evangélicos a 2017, si sabemos que en los últimos 15 años los fieles se quintuplicaron en el país, y que de cada 10 iglesias inscriptas 7 son evangélicas, por lo que sumar el voto evangélico al voto de los adultos mayores, que es el votante cautivo del PRO en CABA, es la manera de asegurarse la victoria por arriba del 50% en la Ciudad de Buenos Aires de acá a muchos años más.
Pastor llama a apoyar Macri y dice que Cristina se baña en sangre humana
Si bien la buena relación de las Iglesias Evangelistas con el Macrismo es sabida, así como la utilización de los mismos métodos discursivos por parte de la dirigencia PRO, como forma de comunicarse, parece que la alianza no terminó en el acuerdo respecto a las ayudas sociales a los sectores más postergados canalizados a través de estas instituciones.
A pesar que una semana atrás la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ACIERA) había manifestado que no iban a apoyar a ningún partido en particular, en las últimas horas l se ha viralizado material que muestra todo lo contrario. Un pastor Evangelista llamando a acompañar a Mauricio Macri y a luchar contra Cristina Kirchner sería casi una representación del diablo en la tierra.
Vale recordar que en varias ocasiones durante este año, en reuniones públicas y privadas, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, expresó su reconocimiento al trabajo social de las iglesias evangélicas y convocó a los pastores a “trabajar juntos por el bien común”. Así como el encuentro de Mauricio Macri con Luis Palau, donde el líder Evangélico, radicado en EEUU, había expresado su apoyo al Gobierno del PRO.
(fuente: https://redfilosoficadeluruguay.wordpress.com/, https://www.eldisenso.com y https://www.argentinosonline.com)
El artículo «El peligro de las iglesias evangélicas en la política latinoamericana» extraído de https://redfilosoficadeluruguay.wordpress.com/, es autoría de Miguel Torres.
Los dos apartados que siguen al texto central son los extraídos de El Disenso y de Argentinos on line.