Por el Dr. Aldo Omar Savina –
Los condicionantes actuales del pensamiento que se estructuran en base a los
algoritmos, afectan la capacidad de discernir entre lo real y lo falso, minando el pensamiento crítico, limitan toda discusión o intercambio sobre problemas concretos y de proyección nacional. Mas aún, cuando en el orden nacional los fines perseguidos desde el gobierno, son de acuerdo a sus acciones cuasi violentas: la destrucción del Estado. Por otro lado, utilizando mecanismos legales y no tan legales para que algunos de sus funcionarios obtengan beneficios altamente rentables mediante actos notoriamente corruptos.
Cuales son los mecanismos de confusión que en base a la nueva tecnología inserta en las mentes de los jóvenes y no tan jóvenes, alternativas de poder, teniendo en cuenta sólo las posibilidades individuales (diferentes en sus orígenes materiales e intelectuales) para que cada uno logre desarrollar sus aptitudes personales librados al azar de un destino casi prefijado de vulnerabilidad social: desnutrición, educación limitada, sin cobertura médica, ni potencial laboral, sin presente y con un futuro lleno de incertidumbre.
El 7 de setiembre del corriente año se ha votado en la provincia de Buenos Aires siendo sus resultados esperanzadores desde algún punto de vista, pero que simultáneamente ofrecen la particularidad de que el número de los que apoyan lo anteriormente manifestado es bastante preocupante.
La eficacia y la templanza conque repiten el odio hacia los que menos tienen y aspiren a un posible gobierno nacional y popular sean planeros, jubilados, empleados públicos, obreros, que representan el mal que hay que extirpar, olvidando ex profeso, que los que mas tienen son beneficiados con baja de impuestos, eliminación de retenciones, evasión fiscal (héroes), mediante el traslado de empresas al exterior y los depósitos en los paraísos fiscales. Por supuesto en ese entendimiento supremo colabora también un periodismo cipayo y entreguista. A ello hay que sumarle el condicionante perverso y
degradante del F.M.I (deuda estafa) y esta confesión del fracaso que es recurrir al tesoro de los Estados Unidos, que deja expuesto al argentino a una permanente pérdida de identidad solo convertido en lacayo de los fines financieros del organismo rector. Se haría necesario establecer históricamente un ranking de cuales de los funcionarios de los tres poderes del Estado han actuado con mayor servilismo. Hasta ahora no han sido incluídos entre los traidores de la Patria.-