Por Alfredo Guillermo Bevacqua –
Se dice que el multimillonario presidente electo chileno (asume el domingo) Sebastián Piñera, no ocultaba su identificación futbolística por “la Católica” (Universidad Católica). Pero quería ser Presidente de su país. Sus asesores le recomendaron que comprara un club (en Chile –Pinochet mediante-, los clubes de fútbol pueden ser sociedades anónimas). Pero no cualquier club: el mas importante, el mas popular. Compró Colo Colo.
En 1990 Deportivo Español tenía protagonismo en el campeonato de primera división de AFA con una excelente (hoy, vegeta en la B Metro). Mauricio Macri era el hijo de Franco Macri. Hoy Franco Macri es el padre del Presidente de los argentinos. No quería seguir a la sombra del padre. Le sugirieron “meterse en el fútbol”. Quiso comprar Deportivo Español y trasladarlo a Mar del Plata. No pudo. El español Francisco Rodríguez Seoane (falleció en 2015 en una clínica psiquiátrica) era un empresario muy importante.
En el fútbol ha habido presidentes que tuvieron largos mandatos, pero siempre fueron elegidos por los socios (Alberto Jacinto Armando, en Boca; Antonio Vespucio Liberti en River, José Amalfitani en Vélez). Entonces supimos que el hijo del magnate que pasó de 6 empresas a 47 en 7 años (1976-1983) era “hincha” de Boca. Y por la via democrática iniciaría el “gradualismo” que ahora declama. Se presentó y ganó la presidencia de Boca en 1995 y fue reelegido en dos oportunidades mas.
En el mundo del fútbol se sabe que Daniel Angelici era hincha y socio de Huracán. Pero el poder está en Boca. Hoy es el hombre del Presidente en Boca. Macri se subió a los hombros de un gigante, Carlos Bianchi. SE paró sobre Copas Libertadores, Sudamericanas e Intercontinental y el mejor bicampeón de la historia del fútbol argentino. Fue Jefe de Gobierno de la CABA, y cuando todos creían que sería candidato a presidente de la Nación en 2011, imprevistamente dijo no. Le sobraba razón. Cristina arrasó con el 55 % de los votos.
Es probable que Macri no haya leído a Albert Camus, escritor, filósofo, dramaturgo, periodista, ensayista y arquero; además, ganó el Nobel de literatura.
Camus no dudaba al afirmar que si volviera a nacer y le dieran a elegir entre ser escritor o futbolista, elegiría lo segundo. “Porque, después de muchos años en que el mundo le permitió diferentes experiencias, lo que más supo, a la larga, acerca de moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debía al futbol”; lo dijo en Lo que le debo al futbol, uno de sus muchos relatos.
Si hay alguien en la Argentina que le “debe mucho al fútbol” es, precisamente, Mauricio Macri. Le dio –gracias al talento ajeno- jornadas de gloria inenarrables. Lo hizo conocido mas allá de la noche y de los empresarios y hombres de negocios. Los triunfos del fútbol le dieron una aureola de exitoso que capitalizó.
Pero el fútbol es así. Hoy un triunfo, mañana una derrota. Da y quita. Y hoy todos comentan –a favor o en contra- del cántico que se estrenó en las tribunas de San Lorenzo, All Boys, Gimnasia, Independiente, River, en fin, en casi todos los estadios, pero también ha trascendido a otros ámbitos: en el recital de Los Guasones, en la presentación de la banda de hard rock Viticus, en el majestuoso Teatro Nacional Cervantes, en la obra teatral La Terquedad, o en el Centro Cultural Kirchner, en el recital de la cantante y poetisa estadounidense Patti Smith, con la presencia del ministro Hernán Lombardi, o cuando se demora la llegada de un tren subterráneo, todos recuerdan al Presidente y su señora madre.
Los medios hegemónicos, como La Nación, dicen que apenas el 60 % del público canta el “Mauricio Macri….” Por supuesto que atribuyen este “recital” al kirchnerismo (¡Con semejante capacidad organizadora, hubieran podido ganar la elección y evitarían este cántico!). Pero, bueno, la tribuna de doctrina ya ha revelado que no tienen Memoria, su desapego a la Verdad y que la Justicia, para ellos, es apenas un elemento a utilizar de forma persecutoria y distrativa.
En las redes sociales, se puede leer algún comentario diciendo que el cántico es porque no se les darán pasajes y viajes a partidos al mundial de Rusia que recibían como regalos del gobierno kirchnerista.
Pero el comentario parece no tener origen en futboleros. Un hincha identifica, con claridad, que en el video que se hizo viral del ministro Frigerio, abandonando el Monumental, mientras resuena el “Mauricio Macri….”, lo hace desde el sector de plateas techada, y no desde la popular.
Los diarios, además, dejaron en claro que “Los borrachos del Tablón”, no se plegaron al cántico. Obviamente, tampoco “La Doce” de Di Zeo y Mauro Martín…