Parece que bastante atrás quedaron las restricciones impuestas por el Gobierno a las exportaciones de carne porque el cupo establecido se fue aflojando y con eso llegó también la recuperación de los envíos que cerrarían este año en 900.000 toneladas, es decir un valor similar al 2020 previo a la intervención oficial. En tanto, la otra buena noticia viene de la mano del ingreso de divisas que hasta noviembre acumula u$s3.250 millones, un 28,5% más que lo ingresado en 2021. Hacia el 2023, la sequía se muestra como desafío a sortear pero el sector, por ahora, festeja un buen balance de año.
Según explican desde el Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan), a pesar de las adversidades que ha presentado el mercado exportador durante este año, el 2022 cerrará un ciclo con muy buen nivel de ventas. De acuerdo a los datos publicados por el INDEC, durante noviembre, las exportaciones de carne vacuna totalizaron 74.921 toneladas, expresadas en su equivalente de res con hueso, unas 1.500 toneladas menos que las registradas en octubre, pero 11.500 toneladas más en relación a lo exportado en igual mes, un año atrás.
Actualmente, de acuerdo a los datos de exportación de noviembre, el precio promedio de la tonelada exportada se ubica en torno a los u$s4.200, unos u$s2.100 menos respecto de aquel máximo alcanzado en abril y casi un tercio menos de lo conseguido un año atrás. Gran parte de esta baja, responde a China, por lejos el principal comprador de Argentina en términos de volumen.
Al respecto desde el Rosgan destallan: “A partir de agosto el mercado chino ya comenzaba a mostrar las primeras señales de alerta ante un potencial derrumbe de valores. Sin embargo, en los últimos dos meses esa caída se exacerbó perdiendo más de un 23% desde el mes de septiembre. Estacionalmente, hasta iniciado el mes de febrero la demanda china prácticamente no suele ofrecer nuevas señales en materia de precios por lo que, de no mediar nuevas disrupciones, los valores deberían mantenerse estables en los próximos meses. La incertidumbre se centra precisamente en el nuevo nivel de precios que estén dispuestos a convalidar los importadores chinos con el inicio de la nueva temporada comercial”.
Finalmente, la sequía también es otro factor a tener en cuenta pero la falta de precipitaciones podría tener los días contados y se espera entonces que en los próximos meses se regularice el régimen de lluvias tan esperado para la agricultura y la ganadería. “Por el lado de la oferta, el cambio de patrón climático que se espera a partir del otoño, muy probablemente impulse una retención transitoria de haciendo restringiendo la disponibilidad de oferta. Si bien a nivel productor este escenario resultaría sumamente auspicioso permitiendo la tan ansiada recomposición de valores, para la exportación significaría un nuevo factor de presión ante una demanda que aún permanece colmada de indefiniciones”, cierran desde el Rosgan.
Fuente: Ámbito