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Eva Perón y las primeras  legisladoras peronistas en un contrajuego con la muerte.

Por Aída Marisa Toscani  Para La Ciudad   –  

Frente a cada 26 de julio me paro frente a la Historia de Eva Perón y me quedo asombrada observando el accionar frenético que desplegó, en ese fugaz tiempo transcurrido entre su decisión de abrazar la política como la herramienta transformadora de la la realidad y su muerte. Acciones las suyas, que abarcaron un amplio espectro en el funcionamiento de la sociedad, como la modificación en las relaciones laborales, la transformación en las condiciones de salud de la población con la creación de hospitales, la construcción de barrios que facilitaron que familias trabajadoras accedieran a ese espacio único de protección que es el poseer una casa digna donde vivir. Pero también, en este 26 de julio me paro a observar esa gigantesca estructura que organizó en apenas 2 años y que presentó un 26 de julio de 1949 frente a una multitudinaria asamblea con 4500 delegadas de todas las provincias y territorios nacionales: el Partido Peronista Femenino. ¡Organismo sin parangón en el mundo entero!

En este 26 de julio me paro y observo su alta capacidad política para elegir las 23 mujeres (delegadas censistas) encargadas de organizar en cada provincia y territorios nacionales miles de Unidades Básicas Femeninas (UBF) con la misión de empoderar a la mujer en el nuevo sitial de ciudadana conferido por la ley 13.010, del derecho político femenino aprobado por el Congreso en 1947. El trabajo de esas delegadas sin horarios, sin descanso recorriendo cada uno de los pueblos de las provincias asignadas permitió inaugurar miles de UBF dirigidas por subdelegadas que a su vez se encargaban de abrir UBF en cada barrio de un pueblo o de una ciudad.

En este 26 de julio me paro y observo las múltiples actividades desarrolladas en esas UBF desde enseñar Corte y Confección, mecanografía, u otra especialidad que facilitaban una salida laboral a las jóvenes. Cursos de adultos para terminar la primaria, clases de apoyo escolar a los niños y niñas del barrio. Ayuda social a quienes lo necesitaban. Todo con la apoyatura de un Estado que tenía un oído atento a las necesidades del pueblo. Vos Eva articulabas ese inmenso engranaje de Instituciones. Cada demanda, cada pedido era solucionado por una organizada maquinaria que encontraba las respuestas en el tiempo preciso.  Y vos estabas ahí Eva con tu sonrisa y tu alta capacidad de conducir tantas voluntades inspirando un fervor que olvidaba fatigas y desmayos.

Hoy 26 de julio me paro y observo y analizo. Y me pregunto ¿desde dónde se enfrentó con más fuerza esa muerte tan inoportuna, tan dolorosa ocurrida ese 26 de julio de 1952. Me surgen miles de lugares: en el corazón de los trabajadores y trabajadoras, en los niños y niñas que te pensaban como un hada, en los enfermos y enfermas que te rogaban para un milagro…….  Sí, pueden ser todos ellos y ellas, quienes lucharon contra tu muerte. Sin embargo, yo elijo el espacio construido por las primeras legisladoras. Esas tus muchachas como las llamabas, las que elegiste cuidadosamente por su lealtad al peronismo, por su capacidad de trabajo por los otres, por la tenacidad para enfrentar obstáculos y resolver problemas. Esas mujeres se impusieron el deber desde sus sitiales de legisladoras de constituirse en relatoras de todas y cada una de tus acciones en el marco de la Justicia Social.

Hoy 26 de julio me paro y observo tu distinguida capacidad política que en un espacio como el de la política partidaria, ocupado largamente por los varones y hegemonizada por ellos, pudiste negociar un número importante de mujeres como candidatas a legisladoras. Además de ubicarlas en lugares expectantes en las listas electorales y así convertirlas a todas en candidatas electas en ese momento histórico del 11 de noviembre de 1951, donde la mujer votó por primera vez en la Argentina. Como resultado del trabajo proselitista desplegado por militantes peronistas tanto mujeres como hombres, se obtuvo un aplastante triunfo sobre la UCR y Juan Perón fue reelecto presidente con un 63% de los votos emitidos. Así fueron electas las primeras legisladoras todas peronistas, pues el radicalismo no presentó candidatas, el socialismo y el Partido Comunista lo hicieron, pero sacaron muy pocos votos y no fueron electas. En total fueron ciento doce legisladoras, veintitres diputadas nacionales, y las seis senadoras nacionales a las que se sumaron las noventa y tres legisladoras provinciales, todas provenientes de la militancia en el PPF. El muy alto porcentaje logrado de mujeres en cargos legislativos, constituyó un hecho inédito en el mundo entero y en la Argentina tras ese enorme avance se produjo el retroceso con golpe de estado de 1955. Por lo cual hubo que esperar muchas décadas para equiparar lo conseguido por Eva en 1951. Fue recién en 1991 cuando se sancionó la ley de cupo femenino y luego en 2017 cuando se aprobó la Ley de paridad de género.

Hoy 26 de julio me paro y observo como las legisladoras peronistas a pesar de su inexperiencia en estas nuevas lides de participar en la propuesta y discusión de proyectos de Ley, se abocaron algunas con más éxitos que otras a representar por primera vez a la mujer y transformarse en voceras de las necesidades de ese pueblo que las había votado. Pero también desarrollaron una estrategia de empoderamiento del peronismo y esa estrategia consistió en la función memorial, lo cual remite a la memoria como ejercicio del poder. El uso más común de la memoria por parte de las legisladoras fue homenajear y nominar a Eva. Así en estos múltiples recordatorios las legisladoras mantuvieron vivo y muy presente a su líder en quien reconocían la artífice, junto a Perón, del lugar alcanzado por las mujeres en la política partidaria.

Hoy 26 de julio me paro y enfoco mi atención en la legisladora por la provincia de Entre Ríos en la Cámara de Diputados de la Nación la Sra. Carmen Caviglia de Boeykens, oriunda de Paraná.

En una reseña sobre las primeras legisladoras argentinas realizado por la Biblioteca del Congreso de la Nación se rescatan muy breves datos biográficos de cada legisladora y sus participaciones en los debates y en la presentación de proyectos.

Sobre Carmen Caviglia de Boeykens se afirma que nació en Paraná el 14 de julio de 1895. Comenzó su militancia en la Unión Cívica Radical pero, ante el accionar del coronel Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión adhiere al peronismo y en 1945 organiza un centro pro sufragio femenino en Paraná con el nombre de “Juan Domingo Perón” En 1946 fundó y ejerció como presidenta del “Centro Femenino Presidente Perón” dedicado al trabajo Social y a la promoción de los derechos de la mujer. Esas primeras formaciones dan testimonio de la convicción de las mujeres para luchar por sus derechos políticos y que frente a un gobierno que propiciaba su aprobación, impulsaban acciones para acelerar las decisiones en mano de los legisladores. La experiencia de Carmen en el Centro Femenino se volcó en las UBF a partir de 1949 cuando Eva Perón crea el Partido Peronista Femenino y toda la militancia femenina se unifica bajo su conducción. La eficaz labor de la paranaense fue guiada por Juana Larrauri la delegada censista nombrada por Eva para dirigir el peronismo femenino de Entre Ríos. Al momento de confeccionar las listas de candidatas legislativas, Eva Perón la distinguió a Carmen por su incansable dedicación en cuanto a la labor social y la designó como diputada nacional por Entre Ríos y a Juana Larrauri como senadora nacional por esa provincia, por su trabajo de llevar la doctrina peronista hasta los últimos rincones de ese territorio.

Carmen integró la Comisión de Legislación General desempeñándose como secretaria y como legisladora participó en debates que mostraron su interés por la mejora en las condiciones de vida de la gente. En esta senda presentó un Proyecto de su autoría por el cual se crearon centros de control para la prevención de la propagación del Mal de Chagas, flagelo que aquejaba las provincias de Salta, Santiago del Estero, y norte de Santa Fe. También apoyó con una clara explicación el Proyecto de venta de viviendas individuales y colectivas construidas por el Ministerio de Obras Públicas Nacional y otros departamentos y financiadas por el Banco Hipotecario. La legisladora explica que “la vivienda fue una preocupación constante de nuestro conductor el general Perón desde la época que dirigía la Secretaría de Trabajo y Previsión. La vivienda no es una prebenda del hombre que dispone de medios para adquirirla, sino uno de los derechos elementales del hombre del pueblo. El préstamo concedido por el Banco Hipotecario se determina según el precio de venta de la vivienda que será igual al monto de lo invertido, y se pagará en cuotas accesibles para los trabajadores y equivalente a un alquiler bajo. Además, el Estado establece que por diez años el bien no podrá ser embargado, ni vendido ni subalquilado por ser bien de familia. Esa es la obra del general Perón y de nuestra Jefa Espiritual que en su breve paso por la vida y cuyos desvelos se dirigieron siempre en favor del pobre. Hoy su obra se continúa y se expande y sus resultados llevan a todos y cada uno de los habitantes de la patria, todos los días, un motivo de gratitud de satisfacción y ansias de vivir pues se borran las penurias vividas en épocas pasadas.”

La legisladora Caviglia participó en otros debates que abarcaron distintos temas que por lo breve de esta síntesis no explicitaremos pero si remarcaremos la importancia de algunos como los derechos de prestación alimentaria y sucesorios para los hijos nacidos fuera del matrimonio conocidos como ilegítimos (1954). O el proyecto de ley para reglamentar el régimen de trabajo para el personal de casas de familia (1955) presentado y defendido por Delia D de Parodi quien fue elegida como vicepresidenta primera de la Cámara de Diputados en 1953, hecho inédito en el mundo que una mujer asumiera un cargo de tanta importancia en esa época.

Así en las voces vibrantes de todas esas legisladoras se multiplicó la memoria de Evita cargándose con la emoción que significó en cada una de ellas haber compartido los trabajos, las acciones que la desvelaban, por llevar alivio a quienes padecían una injusticia.

Tras el derrocamiento del gobierno democrático del general Perón, por parte de los militares en 1955, las legisladoras fueron perseguidas. Entre las diputadas ocho fueron apresadas, entre ellas Carmen Caviglia de Boeykens. También sufrieron la confiscación de sus bienes y otras debieron exiliarse para escapar del peligro y no sufrir más asechanzas.

Frente a tantas persecuciones el peronismo se sostuvo militando desde la Resistencia y pudo resignificarse a lo largo de los años, frente a los diferentes contextos. En este derrotero tuvo una fuerte incidencia la experiencia organizativa, donde la mujer ha cumplido un papel significativo y constituye un modelo de militancia política que funge como marca de la militancia peronista que consiste en la ocupación territorial cual un extenso “cableado a ras del suelo” como lo describe Nicolás Quiroga.

Hoy 26 de julio me paro y observo la alta capacidad organizativa de las mujeres en Argentina, imitadas por otras mujeres en el mundo y que han sido capaces de hacer retroceder muchos de los embates de los sectores dominantes.

Hoy 26 de julio me paro y escucho la voz conmovida de Eva diciendo: “Yo sé que Uds recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria” Y allá van esas mujeres, empoderadas de Historia y Memoria  marchando otra vez un 26 de julio.

Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 26/7/2022