Eduardo Galeano debe a su condición de poeta el don de las pocas palabras y el mucho sentido. Con frases leves y terribles a la vez, desnudas verdades ocultas bajo el disfraz de muchas cosas. A menudo montado en un humor un tanto negro, pero siempre ¨cuidando de dejar el pesimismo para tiempos mejores¨, como el suele decir.
Los alumnos.
Día tras día se niega a los niños el derecho a ser niños. Los hechos, que se burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida cotidiana. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar como el dinero actúa. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura, para que se conviertan en basura. Y a los del medio, a los niños que no son ni ricos ni pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano acepten como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte tiene los niños que consiguen ser niños.
El sistema.
Los funcionarios no funcionan. Los políticos hablan, pero no dicen. Los votantes votan, pero no eligen.
Los medios de información desinforman. Los centros de enseñanza enseñan a ignorar. Los jueces condenan a las víctimas. Los militares están en guerra contra sus compatriotas. Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos. Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan. Es más libre el dinero que la gente. La gente está al servicio de las cosas.
La televisión (1).
La televisión ¿muestra lo que ocurre? En nuestros países la televisión muestra lo que ella quiere que ocurra, y nada ocurre si la televisión no lo muestra. La televisión, esa última luz que te salva de soledad y de la noche, es la realidad. Porque la vida es un espectáculo: si se portan bien, el sistema les promete un cómodo asiento.
La televisión (2)
Me lo comento Rosa María Mateo, una de las figuras más populares de la televisión Española.
Una mujer le había escrito una carta, desde algún pueblito perdido, pidiéndole que por favor le dijera la verdad: -Cuándo yo la miro. ¿Usted me mira? Rosa María me lo contó, y me dijo que no sabía que contestar.
Los días
No se sabe si se festeja el nacimiento de Jesús o de Mercurio, dios del comercio, pero seguramente es Mercurio quien se ocupa de bautizar los días de la compra obligatoria: Día del Niño, Día del Padre, Día de la Madre, Día del Abuelo, Día de los Enamorados, Día del Amigo, Día de la Secretaria, Día del Policía, Día de la Enfermera, cada vez hay más Días de Alguien en el calendario comercial. Al paso que vamos, pronto tendremos días que rendirán homenaje al Canalla Desconocido, al Corrupto Anónimo, y al trabajador sobreviviente.
Crónica familiar
A Nicolás Escobar se le murió la tía más querida, Ella murió mientras dormía, muy tranquilamente, en su casa de Asunción del Paraguay. Cuando supo que había perdido a su tía, Nicolás tenía 6 años de edad y miles de horas de televisión. Y pregunto: ¿Quién la mató?
El sistema (1)
Tiempo de camaleones: nadie a enseñado tanto que a la humanidad como estos humildes animalitos. Se llama culto a quien bien oculta, se rinde culto a la cultura del disfraz. Se habla el doble lenguaje de los artistas del disimulo.
Doble lenguaje doble contabilidad, doble moral: una moral para decir, otro moral para hacer. La moral para hacer se llama realismo. La ley de la realidad es la ley del poder. Para que la realidad no sea irreal nos dicen los que mandan, la moral a de ser inmoral.
El sistema (2)
Quien no se hace el vivo, va muerto. Estás obligado a ser jodedor o jodido, mentidor o mentido. Tiempo del qué me importa, el qué le vas hacer, el no te metas, el sálvese quien pueda. Tiempo de los tramposos: la producción no rinde, la creación no sirve, el trabajo no vale. En el Río de la Plata, llamamos bobo al corazón. Y no porque se enamora: lo llamamos bobo por lo mucho que trabaja.
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 29/6/2017