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Conversaciones  de especialistas sobre la formación de los docentes universitarios en enseñanza virtual en época de Pandemia por Covid-19.

Por la Prof. Esp. Marina Isabel Pagani (1)  –    

El docente Luis Peña, investigador del Instituto Tecnológico de Monterrey, México,  acercó algunas ideas-preguntas sobre las impresiones que tienen los investigadores acerca del uso que hacen los docentes de las tecnologías digitales en la educación superior en Latinoamérica. En este texto, se trata de responder en contexto de los docentes de enseñanza superior.

¿Los profesores universitarios  estaban preparados para la educación virtual superior en esta época imprevista de Pandemia por el Covid-19?” Responder esta pregunta implica repensar el proceso de enseñanza, aprendizaje y evaluación en la educación superior. Los docentes tenían incorporado el conocimiento de las tecnologías digitales  a sus vidas profesionales y particulares pero  muchos de ellos perciben  que no habían desarrollado aún las habilidades y competencias lo que les obstaculizó el ingreso real y ágil a las clases universitarias.

Las TIC estaban incorporadas a la universidad como un componente adicional al proceso pedagógico, montado en un laboratorio  de navegación o sala  de informática. Incorporar la tecnología como un proceso pedagógico integral supone un diagnóstico de la situación de soporte tecnológico tanto en la institución como en sus domicilios particulares. Sería interesante  realizar un trabajo de investigación a docentes de universidades de la República Argentina sobre la internalización de la educación digital. Dialogando con un grupo de docentes informan que las tecnologías les sirvió para establecer la comunicación con alumnos y colegas y para evaluación y retroalimentación de aprendizaje de los alumnos.

La educación virtual no solo requiere habilidades informáticas, también un cambio pedagógico. ¿Qué perfiles docentes se adaptan mejor?”El docente Luis Peña hace un breve análisis relacionado a dos componentes del perfil docente asociados al cambio pedagógico. El primero es contar con una plataforma tecnológica  de apoyo que le permita explorar, de manera segura, diferentes tecnologías desde el punto de vista técnico y educativo, y se percibe que el docente sea acompañado por recursos humanos técnicos de la universidad y que además cuente con espacios entre colegas y especializados en TIC  para discutir y descubrir nuevas oportunidades en beneficio de su formación personal y para los alumnos. El segundo tiene que ver con el diseño pedagógico, pues se deben abrir espacios de aprendizaje compartido y ubicuo para repensar el diseño del currículo, las experiencias de aprendizaje en general y las intervenciones pedagógicas en particular, para transitar a un modelo que integre de manera consciente la tecnología y la educación. En este sentido, se requiere un esfuerzo importante de docentes y directivos pensando a la educación digital desde la interdisciplina y multidisciplina.

El perfil de avance tras cinco meses de pandemia debe ser de apertura al cambio y a la innovación por parte de los docentes y directivos de la institución, y abiertos a explorar nuevos usos de la tecnología en el proceso de enseñanza aprendizaje y a la realidad que está viviendo el alumno y que, por cierto,  no se investiga todavía. Será éste, otro objeto de investigación post pandemia. Evidentemente se requiere, además, un nivel de empatía y de energía muy alto de parte del docente, incluso mayor al que se demanda para el aula presencial. La presencialidad aúlica  permitía al alumno despejar dudas inmediatas en clase o entre una clase y la otra.

La pantalla en algunos momentos, obstaculiza esa relación docente-alumno dado que en un momento están todos los alumnos en la pantalla de la notbook o celular   y al instante algunos pueden salir del aula virtual y ya no los vemos, por lo tanto, el seguimiento personalizado es complejo. Es muy importante tener esa apertura y flexibilidad para probar alternativas y aprender en el camino, incluso reaprender para dejar de lado momentáneamente ciertas estrategias que funcionaban en lo presencial pero no en lo virtual ya que la virtualidad demanda la presencia constante del docente y con gran esfuerzo  para evitar la dispersión mental del alumno al que hacemos referencia.La mayoría de las universidades han ofrecido capacitaciones en línea a sus docentes pero no todos han querido o podido acceder a la misma por distintas circunstancias. Por otra parte  los docentes también necesitan acompañamiento en el diseño pedagógico para integrar los conocimientos con  la estrategia, el cómo, el qué  y con qué herramientas enseñar.

“¿Cuáles son los aspectos a tomar en cuenta para preparar mejor a los docentes frente a este inevitable reto de la educación en línea?”La contingencia por Covid-19 puso en el tapete a las instituciones de educación superior que carecen de preparación para un cambio en los paradigmas del modelo educativo y que son desafiadas en su transformación digital: desde la asignación de recursos, acceso a Internet, desarrollo efectivo de los docentes  en habilidades digitales hasta tener una visión clara del uso de tecnologías.Finalmente se puede decir que sería conveniente que los docentes que se capaciten, dispongan de la certificación en tecnologías digitales de la misma universidad especificando cuáles son las herramientas propias y más efectivas para los alumnos que tienen acceso limitado a la tecnología por diferentes motivos (acceso a internet, wiffi, tipo de dispositivo electrónico), como así también, brindarles  un soporte emocional de parte de profesionales calificados de los establecimientos de educación superior  a los alumnos durante la situación de Pandemia por Covid-19 evitando de esta forma, secuelas de falta de soporte pedagógico, de contención y por consiguiente, de falta de continuidad a las clases y finalmente, deserción.

(1) Docente de Universidad de Concepción del Uruguay

Fuente: https://observatoriotecnologico.org.mx/

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