Por Roque José Giovenale –
Cuando recordamos a las víctimas de la dictadura militar y pensamos en nuestra ciudad, de inmediato llegan a nuestra mente, entre otros, los casos de los hermanos «Chilo» y «Neco» Zaragoza. En esta fecha queremos recordarlos a ellos y especialmente a la madre de ambos Luisa Cecchini de Zaragoza, considerada un ejemplo de madre luchadora, integrante, desde los inicios, de las Madres de Plaza de Mayo, con activa participación en movilizaciones y reclamos, a través del texto, dedicado a ella en el libro –Desde el Ayer hacia el Futuro MUJERES Pasión y Trascendencia-:
LUISA CECCHINI DE ZARAGOZA “MAMI”
10/04/1918 – 8/6/2002
Nació el 10 de abril de 1918 en Rosario del Tala, pero vivió toda su vida en Concepción del Uruguay. Fue la mayor de siete hermanos. La situación económica de la familia, y seguramente también los cánones de época, no le permitieron estudiar, sin embargo colaboró mucho con sus hermanos, sobre todo con su hermana menor, Catalina (Tati), para que obtenga su título de maestra. Con sus 85 años a cuestas recuerda que siempre la estimuló con mucho cariño y firmeza y no cejó en su empeño para que se recibiera.
Luego de algunos años de noviazgo se casó con Juan Ramón Zaragoza, si bien ansiaba ser madre, los hijos tardaron en venir. Finalmente nacieron Juan Ramón Zaragoza (Chilo) primero , y Néstor Omar Zaragoza (Neco) algunos años después. Casi toda su vida transcurrió en la casa de calle Rivadavia 428 de nuestra ciudad.
A pesar de ser una familia humilde, nunca les faltó lo esencial y eran muy unidos. Los chicos crecieron y se desarrollaron en un ambiente donde siempre se habló de política, de los derechos de los trabajadores, de las clases explotadas y demás temas que sirvieron para su formación como futuros militantes del Partido Comunista.
El matrimonio se esforzó mucho para que sus hijos estudiaran, Chilo ingresó a la carrera de Bioquímica en la Universidad Nacional de La Plata. Un año después falleció su padre, Luisa tuvo que trabajar para sostener a su familia, utilizó su habilidades como costurera para sostenerse y solventar la formación de sus hijos.
Acompañó a su hermana en la crianza de sus hijas, de ahí el apodo de «Mami» que le otorgaron sus sobrinos; al tiempo que trabajaba para sostener a su familia, se hizo cargo de sus sobrinas, mientras su hermana Catalina se desempeñaba como maestra rural.
Los días de Luisa pasaban con los vaivenes de la época, pero sin mayores sobresaltos, se alternaban entre los trabajos de costura, las noticias de su hijo Chilo y la crianza de Néstor y las chicas.
La participación activa de Chilo en la vida política de la universidad lo lleva a ser elegido presidente del Centro de Estudiantes; cuando estaba en el último año de la facultad. El 8 de junio de 1975 fue brutalmente asesinado por la Triple A. Es la única persona de nuestra ciudad que murió antes del Golpe Cívico-Militar y fue el primer alumno asesinado de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata.
La vida de Luisa cambió irremediablemente, los días mansos tomaron el color de lo inexplicable. En ese período trató de proteger a su hijo Néstor quien permaneció en la ciudad; pasado un tiempo lo estimuló para que continúe estudiando. Neco se mudó a La Plata y comenzó la carrera de medicina.
Al igual que Juan Ramón, fue militante del Partido Comunista. Dos años después de la muerte de su hermano, el 9 de junio de 1977 en horas de la madrugada, fue secuestrado de su domicilio de La Plata.
Luisa, que hasta ese momento prácticamente no había salido de la ciudad, al tiempo viajó a La Plata y decidió quedarse a vivir allí para buscar incesantemente a Neco, que aún se encuentra desaparecido. En esa búsqueda se unió a la lucha de las Madres de Plaza de Mayo. Colaboró así en la construcción de ese colectivo de madres que transformaron el dolor en lucha y militancia por la memoria y los derechos humanos.
En 1995 volvió a Concepción del Uruguay quizás cansada de buscarlo, pero no perdiendo nunca las esperanzas de encontrarlo. “Mami” continuó la lucha desde su casa en nuestra ciudad, compartiendo tiempo y actividades con familiares y compañeros de sus hijos.
Chilo fue asesinado el 8 de junio del año 1975. Neco fue desaparecido el 9 de junio de 1977 y ella falleció el 8 de junio de 2002.
Luisa, fue un ejemplo de mujer y de madre luchadora, encarnó una causa mayor por la memoria, verdad y justicia. El pañuelo blanco, emblema de su búsqueda, la acompañó también en su muerte. Su lucha aún sigue vigente.
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 23/3/2018
