Por Rodolfo Oscar Negri –
Victoria Bózzolo, a los que todos conocen como Vicky, a los 27 años se convirtió en la mujer más joven del equipo del intendente de Concepción del Uruguay, Martín Oliva.
El 10 de diciembre de 2019 asumió al frente del Consejo Municipal de Juventud junto a Iván Ocampo y Cristian Bonato; pero ese no fue su inicio en la función pública, comenzó su camino en febrero de 2017 al ocupar la Secretaría de Prensa y Relaciones Institucionales del Honorable Concejo Deliberante durante la intendencia de José Eduardo Lauritto.
Tuvimos oportunidad de verla en acción en ocasión de haber sido convocados para vacunarnos contra el Covid-19 en el CEF 3 y, entre los que hacíamos la cola, se movían también quienes estaban colaborando… y allí estaba ella.
Nos saludamos afectuosamente y nos dedicamos a observarla. Así, la vimos trabajar orientando a los adultos mayores, asesorando, organizando, ayudando. Ese marco nos dio tres elementos de suma positividad: la buena atención, organización y disposición de todos quienes estaban prestando aquel servicio, más allá del hecho puntual de que estábamos recibiendo la vacuna contra la pandemia, que vaya si es un hecho positivo. Entonces se nos ocurrió hacerle este reportaje que ponemos a disposición de nuestros lectores de La Ciudad.
Vicky es una joven inquieta, sonriente, emprendedora, militante, capacitada, talentosa y con una empatía muy especial que la distingue.
Con esa buena capacidad se dispuso a responder a nuestras preguntas.
- Hablanos un poco de vos (nacimiento, familia, estudios, etc.)
Nací en Concepción del Uruguay, en 1992. La estrella de mi nacimiento, un seis de junio, me describe en géminis. Soy la mayor de cuatro hijos: dos mujeres y dos varones.
El teatro y el deporte han sido un capítulo muy importante en mi adolescencia. Practiqué natación, tenis y hoy sigo jugando al hockey. Estudié Comunicación en Buenos Aires y, a los 24 años, asumí en la Secretaría de Prensa del Concejo Deliberante de nuestra ciudad.
Vengo de una familia, del lado de mi madre muy aferrada a los valores del radicalismo, pero en todo caso lo que había escuchado de peronismo fue cuando mi padre me contaba que mi abuela paterna le escribió una carta a Eva Perón y se la había respondido. Cuando empecé a trabajar con José Lauritto, mi vida abraza la causa del justicialismo con el único objetivo de militar y trabajar por la inclusión y la igualdad.
Hoy formo parte del Consejo de la Juventud de Concepción del Uruguay, soy docente del nivel secundario, estoy escribiendo mi tesis para graduarme en Comunicación y cursando un Diploma en Formación Política en CLACSO.
- ¿Hay alguna personas o personalidad que tengas como paradigma y te gustaría emular? ¿Por qué?
Para quienes creemos en la capacidad transformadora de la política, la vida de Pepe Mujica es y será un ejemplo inspirador. Tiene una biografía apasionante, fue un luchador, pasó por la cárcel y fue un Presidente ejemplo para todo Latinoamérica y el mundo. Siempre recomiendo escuchar sus discursos, su filosofía es una invitación a reflexionar sobre nuestros gobernantes y sobre nuestras acciones cotidianas. De él podemos hablar del amor y del servicio, que para mí son las dos cualidades más elevadas que distinguen al ser humano.
Y como referente político en Argentina: Cristina, porque entiendo mucho la dificultad que tenemos las mujeres para hacer política. Por ser pionera se le ha exigido lo que no se les exige muchas veces a los varones, por eso admiro la fuerza que ha tenido para plantarse a todo lo que tuvo que hacerle frente, incluso luego de haber perdido a su compañero de toda la vida.
- ¿Tenes alguna experiencia en trabajo comunitario?
Sí, de hecho, mi ingreso en la política fue un devenir muy natural que tiene mucho que ver con mi infancia y la adolescencia. Creo que tiene que ver con que de muy chica aprendí el trabajo voluntario. Lo aprendí principalmente de mis padres, quienes con mucho esfuerzo y compromiso han trabajado para la educación de Concepción del Uruguay, y luego siendo adolescente con alguna que otra experiencia en comedores, jugando al truco con adultos en geriátricos, colaborando en tareas comunitarias en la escuela secundaria. Siempre fui una persistente luchadora incapaz de quedarse quieta ante una situación de necesidad o ante el dolor ajeno. Esto me retrotrae a mis años de la escuela, yo sufría cuando le hacían bullying a otra persona y trataba de hacer justicia. La sensibilidad por el otro es algo que se aprende desde niños, en familia, sintiendo y reconociendo la fragilidad de quien está a mi lado.
- ¿Cómo llegas al Consejo de la juventud?
Fue una convocatoria que recibí de parte del Intendente Martín Oliva. Un desafío que asumí con inmensa alegría porque las nuevas generaciones están muy presentes en la vida de la ciudad. Cuando el Estado es interpelado por las juventudes trae, necesariamente, transformaciones y cuestionamientos porque se rompen ciertas estructuras.
Para renovar espacios son necesarias las discusiones profundas, así como la integralidad y la participación. Para involucrarnos en el proceso de pensar la post pandemia, para transformaciones reales, necesitamos propuestas que pongan en el centro del debate la pregunta “¿qué sociedad queremos?”. Y en este sentido, las juventudes son una parte importante de esa disputa, por eso es preciso que tengan un lugar en los escenarios de decisión y la posibilidad de orientar hacia dónde va el rumbo de nuestras ciudades.
Esta gestión ha involucrado a las nuevas generaciones en cargos de decisión política, lo cual es darle el espacio a las juventudes para que renueven la política, para que la refresquen, para que la enriquezcan con nuevas ideas, con nuevas aproximaciones.
- ¿Qué significa esto para una mujer en este momento cuando el tema del género es uno de los puntos de la agenda diaria?
Las mujeres a lo largo de la historia hemos sido protagonistas políticas, pero se nos ha invisibilizado negando que nos interese participar en la política, subestimando nuestras capacidades o en poniendo en tela de juicio si tenemos poder de liderazgo. En América Latina solo hemos tenido seis mujeres presidentas y esto tiene que ver con sociedades machistas en las que a las mujeres nos ha costado y nos cuesta ganar el espacio.
“En Argentina cuesta mucho que las mujeres lleguemos a los cargos de alta jerarquía que son las intendencias”
Sabemos que todavía falta mucho: combatir el sistema patriarcal no es un camino sencillo, requiere modificar las estructuras de la cultura y las costumbres. Por eso no tenemos casi Intendentas en Argentina y en Latinoamérica. Cuesta mucho que las mujeres lleguemos a los cargos ejecutivos del primer nivel que son las intendencias. La lucha por la igualdad de los géneros está marcada por el feminismo y esta es otra bandera que hay que levantar, sobre todo porque sé lo que cuesta, en todos los ámbitos, en la justicia, en los sectores gremiales, en la política muchísimo más.
La veo a Mayra Mendoza en Quilmes, a Mariel Fernández en Moreno, la vi a Victoria Tolosa Paz peleando la intendencia de La Plata, veo a otras mujeres dando estas luchas y digo: ojalá toque el tiempo de las mujeres con la responsabilidad de gobernar siendo intendentas y eso es una transformación enorme en la política argentina. Este tiempo ya no permite política sin mujeres.
- Te hemos visto confraternizando con diferentes figuras de la política nacional que nos han visitado ¿hay alguna que te haya impresionado más? ¿Quién y por que?
Con Victoria Tolosa Paz no sólo nos llamamos “Victoria”, sino que tenemos esa mirada en común, las mismas ideas, los mismos sueños. A Vicky la conocí en tiempos muy difíciles de nuestro país. Es una enorme militante dispuesta a cuidar dos ejes muy valiosos de la gestión pública: la vida y la equidad, y lo ha hecho siempre con el amor y la alegría de servir. Y esto lo ha demostrado haciéndose cargo de una cartera muy importante buscando incansablemente que no falte un plato de comida en la mesa de los argentinos: cuando visitó Concepción del Uruguay por segunda vez, entregó 2406 tarjetas AlimentAR.
La cualidad principal de Vicky como militante es que sale a todas las canchas: está en la calle con los vecinos, puede estar en reuniones con empresarios, puede hablar con los medios de comunicación. Con ella compartí actos institucionales de gobierno y en algún que otro evento de las infancias la encontré jugando de arquera en un partido de fútbol con adolescentes. Y acá está la importancia de que en nuestras bancas se sienten personas que conozcan y tengan la convicción de debatir leyes que permitan el bienestar del pueblo. Estoy segura que lo hará con el compromiso y la responsabilidad que requiere la incansable tarea de la reconstrucción de nuestro país donde nadie quede atrás.
- ¿Qué tareas se han llevado a cabo?
Cuando llegaba la pandemia a la Argentina y muchos se preguntaban cómo debían comportarse la sociedad, fueron las juventudes quienes se involucraron, se mostraron solidarios y salieron a hacerle frente. Hemos trabajado con programas de asistencia para niños, acercando casa por casa el almuerzo que recibían en la escuela, y con una red colaborativa de jóvenes que ayudaron y cuidaron a quienes más lo necesitaron que eran las personas adultas mayores.
Hemos creado la Mesa Universitaria Local que la integran los centros de estudiantes de las universidades, los cuales han tenido que asistir fuertemente en la conexión y reforzar día a día la comunicación para mejorar la actividad académica virtual.
Y si bien la pandemia ha impedido desarrollar la Estudiantina como en ediciones anteriores, logramos desplegar la competencia por TV respetando los protocolos establecidos, reemplazando las actividades y haciendo un gran enfoque en el uso de la tecnología por el distanciamiento social, preventivo y obligatorio. Este año se hará la sexta edición como una propuesta para los estudiantes del nivel secundario se encuentren, se diviertan y consigan premios en equipo.
También hemos trabajado conjuntamente con la Dirección de las Mujeres, Género y Diversidad y la Dirección de Salud Mental en la construcción de espacios de concientización, conmemorativos, culturales y educativos no formales que nos permitan escucharnos y tener voz sobre asuntos fundamentales en nuestras vidas.
- Te hemos visto ayudando en el operativo de vacunación ¿Qué nos podés contar de esa experiencia?
El plan de vacunación más grande de la historia en Concepción del Uruguay fue encabezado por jóvenes, tremendamente responsables, solidarios y generosos. Aún con tantas estigmatizaciones, han estado en lo más importante que es la enseñanza central de la pandemia y que tiene que ver con que la enfermedad no es un problema individual, porque al virus se lo podemos transmitir a otro. Somos una sociedad y como en cada aspecto de la vida, decía nuestro Presidente, nadie se salva solo y esa enseñanza es la que nos dieron los pibes y las pibas: el valor de la solidaridad.
La vacuna del Covid muestra los grandes adelantos científicos. Pero si no llega a todo el mundo con oportunidad y en igualdad de condiciones es signo de que la equidad no está avanzada. Estamos saliendo de la pandemia y es importantísimo todo lo que se está logrando desde el gobierno nacional, pero quiero destacar, por sobre todas las cosas, el esfuerzo se ha hecho desde el municipio, porque ha sido muy difícil durante la gestión de la pandemia salir con propuesta propositivas, salir con programas hacia adelante y, a partir de todo aquello que se ha trabajado desde el área de Juventud, en las tareas de asistencia, en las tareas de contención y apoyando en el centro de vacunación, todos y todas las jóvenes que han estado son una parte importantísima de este camino para alcanzar la vida que queremos.
- Considerando todas las cuestiones que tenés a cargo ¿cuáles crees que serían los proyectos más destacables a realizar?
Creo que uno de los desafíos que tenemos a nivel país es poder coordinar y trabajar de manera articulada una política pública integral para las juventudes y que de esta forma podamos abordar la educación, el empleo, la salud, haciendo foco en las problemáticas que tienen esta franja etaria: la deserción escolar, la búsqueda de empleo, el hábitat. Para esto es muy importante vincularnos con las distintas áreas del gobierno que directa o indirectamente abordan las juventudes y articular hacia afuera del estado con otras instituciones que trabajen con jóvenes.
No nos podemos olvidar de los que no pueden ir a la universidad, de los que están acurrucados en la soledad, de los que están cansados y desanimados. Sabemos que la Argentina se hizo con aspiraciones de ser igual en el trabajo y en la educación pública. Esta es la mejor inversión que puede hacer un país: lograr un sistema de integración entre educación y trabajo para que nuestras pibas y pibes terminen la escuela con posibilidad de ingreso al mercado laboral. Trabajar para que cada uno, cada una, tenga un lugar en la escuela pública, para poder aprender, para poder construir su futuro.
- ¿Hay proyectos postergados por la pandemia?
Asumimos con una agenda de trabajo, a los tres meses vino la pandemia y mucho de lo que habíamos programado tuvo que esperar. El Consejo de Juventud, como todas las áreas del Estado, se vio obligado a replantear sus objetivos de gestión, sus métodos de asistencia, las formas de trabajar. Hemos tenido que repensar líneas de acción en contexto de pandemia que lleven alivio ante la horrible sensación que genera el encierro, la incertidumbre y la soledad.
Fueron momentos de mucha interpelación para quienes estamos en las áreas sociales desde donde tenemos la tarea de acompañar y sostener a la población, principalmente a las juventudes que, atravesadas por la pandemia, les impedía permanentemente concretar vidas plenas y felices. Lo cierto es que recién ahora podemos pensar en retomar el sendero que nos habíamos propuesto.
- ¿Cómo ves a la juventud uruguayense enfrentando esta extraña situación de pandemia?
Hablar de juventudes en tiempos de pandemia más que interesante, es conmovedor, porque soñamos con un para todos y esto no siempre es una realidad. Las juventudes son quienes más resistieron la desocupación y esto no sólo provoca un futuro incierto, sino que además les quita la posibilidad de sentirse protagonistas de su propia historia.
Fueron tiempos muy difíciles para todas las franjas etarias, hubo que compartir los sacrificios y no sólo los beneficios, porque si bien lo más visible era el riesgo que tenían las personas adultas, también los y las gurisas se tuvieron que privar de las actividades que más nos gustaban, que son centrales en esta etapa de la vida, y ni siquiera podíamos encontrarnos con protocolo. Y también fue una etapa donde se los ha atacado mucho a los adolescentes, diciéndoles que eran los incumplidores, los que no respetaban.
Quiero aprovechar para revertir esto y decir que fue al revés, porque sin dudas fueron muchos los y las jóvenes que han tenido una actitud responsable, comprometida, solidaria, para afrontar la pandemia. Es importante entender que la pandemia no discrimina y nos pasa a todos. Y esto ha sido clave en nuestra área, pero porque también interpretamos la capacidad de reconvertirse que tienen las juventudes de Concepción del Uruguay.
- ¿Cómo te imaginás el futuro de Victoria Bózzolo?
Como hoy, trabajando por mas derechos para las mujeres, las disidencias, por y para los gurises, para que sigamos creciendo y desarrollándonos en libertad, desde cualquier espacio en que me toque con la misma responsabilidad que lo hice en cada uno de los lugares que se me ha encomendado, pero también con la misma convicción y pasión con la que milité siempre.
Hay que seguir adelante, convencidos de que a nosotros no nos guía el odio sino las ganas de trabajar juntos por el país que nos merecemos. Pienso que a toda generación le toca algún tipo de guerra y que esto forma parte de las responsabilidades, pero que feo es cuando la política no tiene sueños, cuando es como una piedra y no tiene sentires, emociones, cuando sobresale la envidia y las peleas. Nosotros somos parte de un proyecto político que muestra que hay un camino y hay posibilidades en las que se puede creer verdaderamente. No hay que perder las esperanzas y continuar con el compromiso y convicción de abrazar y no abandonar jamás la lucha por un pueblo feliz.
Hasta aquí llegamos. La presencia de jóvenes como ella, nos da confianza y aporta a la certeza de que el futuro no puede ser sino mejor.
Muchas gracias Vicky por tu cordialidad, disposición y buen ánimo para esta entrevista… pero, fundamentalmente, por todo lo que hacés, por tu compromiso militante y tu vocación de servicio… descontamos el éxito de tu gestión. ¿tu techo? no tiene límites…
