En la edición del domingo 3 de noviembre, el diario La Calle -con la firma de Mario Bonnot y Matás Dalmazzo- se publica un reportaje al rector de la Universidad Popular, Antonio Bernhardt. Creemos que es muy interesante su contenido, por eso lo compartimos con los lectores de La Ciudad.
Todas las noches en la escuela Avellaneda se cursan los diversos cursos y talleres que ofrece la Universidad Popular. Son cientos de alumnos que asisten por las noches a aprender talleres y cursos de formación que los preparen para el mundo laboral. De nuestra ciudad y otras localidades, jóvenes y adultos llegan anhelando un futuro personal mejor.
El amplio abanico educativo que posee nuestra ciudad cuenta con la Universidad Popular, una oferta que permite a muchos uruguayenses y estudiantes foráneos capacitarse en oficios y alternativas laborales para el mundo actual. Desde el 2020 contará con 23 cursos y talleres -que se dictan por las noches en el edificio de Escuela Avellaneda-, por lo que se ha transformado en una herramienta de valor de muchas personas que las utilizan para insertarse de forma calificada en el mercado laboral.
Para conocer más detalles LA CALLE entrevistó a su rector, Antonio Bernhardt, quien se refirió a la actualidad de la Universidad Popular y los desafíos por venir.
Contanos, Concepción del Uruguay cuenta con una Universidad Popular, algo que muchos no saben…
“De cincuenta y un universidades populares que existieron en el país, fundadas a principio de 1900, quedan cuatro originarias en funcionamiento. La más antigua es La Boca, luego la de nuestra ciudad con 81 años, sigue Paraná y finalmente Resistencia, que el año pasado fue absorbida por el gobierno provincial. Por otro lado, en Córdoba, se está dando un movimiento interesante. El rector de la Universidad Nacional de Córdoba elevó hace dos años, a la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación el programa de creación de universidades populares, con financiamiento y dependiente de la casa de altos estudios de esa provincia. Debido a esto, en los últimos dos años, se inauguraron 47 universidades populares en Córdoba.
¿De dónde surge el movimiento de Universidades Populares?
Los inicios se dieron en Europa y Argentina copió de ahí este modelo, que funcionaba muy bien durante la época de la Revolución Industrial. Este fenómeno continuó en el tiempo, al punto tal que hoy son un éxito en el viejo continente. Por ejemplo, la Universidad de Oviedo –en España- tiene inscripto para el próximo ciclo lectivo unos tres mil alumnos. En Madrid, donde existen dos establecimientos educativos de esta índole, esperan empezar las clases seis mil personas. Por su parte, en Alemania, que es una potencia en todo lo referente a formación profesional, cuenta con diez mil alumnos distribuidos en tres Universidades Populares que funcionan bajo un programa denominado Centro de Formación Profesional Dual. Es un sistema que les dio muchos resultados, ya que había chicos que no sabían qué hacer de sus vidas y hoy están encausados con estudio y trabajo.
¿Cuántas carreras hay a nivel local y cuáles son los tiempos promedios de cada una?
Hasta hoy, tenemos cursos y talleres de uno año y dos años.Contamos con 22 cursos y talleres en total. Dentro de lo práctico podemos mencionar a: Asistente de Armado y Mantenimiento de PC, Operador de PC, Repostería, Cocina, Pastelería, Panadería, Catering, Peluquería, Refrigeración y Electricidad Domiciliaria. Por otra parte, de los cursos teóricos tenemos: Higiene y Seguridad Laboral, Inglés, Portugués, Asistente Jurídico, Asistente Contable, Autocad y Mucama. En tanto que las cursadas teóricas y prácticas entrarían: Instalador Sanitarista, Asistente en Belleza Integral y otros.
Anunciaron el retorno de Periodismo…
Hasta hoy teníamos 22 cursos, a partir de 2020 tendremos 23, ya que retomamos lo que se va a empezar a llamar Asistente en Medios Multimediales; que viene a cubrir locución, periodismo y todo lo referente a nuevas tecnologías: comunicación a través de redes, cómo expresarnos por intermedio de ellas y formas de generar acciones.
¿Por qué son de uno y dos años las cursadas?
Hasta este momento, tenemos reconocimiento pedagógico de todos nuestros cursos y talleres, por intermedio de la resolución 2922 de 2017, que viene de jóvenes-adultos del Consejo General de Educación. Lamentablemente, como la tipificación Universidad Popular no existe en las leyes nacional y provincial de educación, no tenemos forma de ingresar al sistema administrativo de Entre Ríos para que nos reconozcan los cargos docentes. La única vía para que esto ocurra, es hacerlo por intermedio de gestión privada. En octubre de 2018 presentamos un proyecto para que seamos reconocidos como Escuela de Formación Profesional para la Capacitación Laboral de gestión privada.
¿Cómo va eso?
Tuvimos un informe preliminar a fines de julio y fue una sorpresa para nosotros. Vino la directora de gestión privada, Fabiana Minatta, acompañada de su equipo técnico. Se quedaron seis horas con nosotros, hicieron una evaluación del establecimiento, recorrieron los cursos, charlaron con los alumnos, dialogaron con los docentes, constataron que lo escrito en el expediente sea verdad y nos entregaron un primer informe preliminar, que en septiembre lo respondimos y desde entonces quedamos a la espera de una respuesta para los primeros días de noviembre, que creemos será positiva. Pretendemos iniciar el 2020 con el formato de escuela de Formación Profesional, para que todos los años podamos incorporar nuevos cargos docentes y así solucionar problemas de financiamiento.
Imaginamos que debe ser difícil el sostén de la institución.
Nos sostenemos con la cuota que abonan los alumnos, pero no alcanza y estamos con algunos atrasos. Tratamos de reducir costos, pero no bajamos de 30.000 pesos mensuales. Afrontamos un gasto mensual de diez garrafas por mes por ejemplo, seguros de vida, emergencias médicas, teléfono, internet, materiales de insumos para algunos cursos, tubos de oxígeno, nitrógeno para lo referente a los cursos de refrigeración y si se rompe una computadora tenemos que arreglarla, entre otros tantos compromisos fijos. Renovamos el sistema informático y ahora el alumno imprime un cupón, para luego abonar la cuota en diversas bocas de cobros que existen en la ciudad. También logramos bancarizar a los docentes durante 2019, que era un anhelo que teníamos hace varios años.
¿Tuvieron problemas para funcionar en algún momento?
En 2012 la universidad estuvo por cerrar y hubo una gran asamblea extraordinaria, donde se evaluaron los aspectos positivos y negativos. Había muchos problemas, que se plasmaban en desórdenes legales, contables y pedagógicos. La actual gestión asumió en junio de 2012, donde se formó el nuevo Consejo Directivo para tratar de salvaguardar el nombre de esta institución y lo que significó para la ciudad en sus años de esplendor. Recordemos que cuando se crea en 1938 era el único establecimiento educativo que había para estudiar en artes y oficios.
¿Cómo es la actualidad de los docentes que enseñan en la universidad?
A partir del reconocimiento pedagógico de nuestros certificados; en 2014 se juntaron las direcciones de Gestión Privada con Jóvenes y Adultos, para elaborar un diseño curricular que es la primera vez que se hace para todos los cursos y talleres. Tenemos un programa con temas y nos guiamos por ese diseño curricular que llega desde Paraná. Lo novedoso de esto, es que lo que hasta ahora se llamaba Educación no Formal pasa a ser Formal. Contamos con un orden en los temas, contamos con objetivos, fijamos bibliografías y seguimos lineamientos esquemáticos que llegan desde el Consejo General de Educación. Esto le da otra jerarquía a la educación que nosotros brindamos. Por lo tanto, de aprobarse esto, desde 2020 tendremos que respetar la carga horaria que nos establece el Consejo General de Educación en cada uno de los cursos, que deberán incorporar carga horaria, por lo tanto serán más intensivos y en menos tiempo.
¿Los alumnos son sólo de la ciudad?
No. Tenemos una matrícula de entre 35 y 40 por ciento que es de afuera, entonces este nuevo sistema de mayor carga horaria en menos tiempo es beneficioso para ellos. Cuanto más se extienda en el tiempo la cursada, es más complicado terminar de estudiar.
¿Desde dónde llegan esos alumnos que vienen de afuera?
Tenemos dos o tres chicos de todos los pueblos que pertenecen al departamento Uruguay. El grueso llega desde Villa Elisa, San José y Colón. Después vienen de Rosario del Tala, Colonia Elía, Gualeguaychú, Ubajay y Paysandú. Hasta el año pasado llegaban un grupo de chicos de Villaguay para estudiar Refrigeración y Contable.
¿Tienen un estimativo de la cantidad de alumnos?
En 2012 había 42 alumnos, en 2013 pasamos a 130 inscriptos, en 2014 asistieron 240 personas y desde 2015 a la fecha tuvimos siempre un promedio de 520 estudiantes todos los años distribuidos entre los 22 cursos. Este año fue el primero que bajó la cantidad de alumnos, tuvimos 492 inscriptos. En este momento, de cara a 2020, contamos con 402 anotados y faltan varias semanas para seguir sumando. No obstante, nos gusta destacar la calidad y no la cantidad, ya que tenemos una deserción inferior al 10 por ciento. Esta baja deserción es gracias a la capacidad pedagógica de los docentes. Acentuamos en la calidad educativa, que es lo que nos permite seguir adelante y mantener el interés por el establecimiento educativo. Más allá de las notas o entrevistas, nosotros no contamos con publicidad en los medios; todo es a través de nuestras redes sociales de Facebook, Instagram o el boca en boca.
¿Las cuotas son accesibles?
Depende dónde nos paremos y de la situación económica de cada uno. Este año fueron de 500 pesos mensuales y en 2020 serán de 600 pesos. Tenemos 25 chicos becados, la mitad con medio arancel y el resto el beneficio es total. Durante los últimos tres meses se le complicó a un grupo de alumnos y como son buenos estudiantes, asisten siempre y demuestran interés, les facilitamos el contexto para que puedan terminar.
¿Hay más interés para estudiar dentro de algún área en particular o es diversificado?
La mayoría de los cursos tienen 20 o 25 alumnos en promedio, aunque hay algunos que se disparan en la cantidad de asistentes. Modisto alcanza los 60 alumnos y peluquería cuenta con 40 o 50 interesados a principio de año. Después tenemos refrigeración, electricidad domiciliaria y los cursos gastronómicos que andan muy bien.
¿Cuáles son los cursos con menos asistentes?
Mucama es una de las áreas que sumamos en el último tiempo y no tiene tanta demanda por el momento; pero apostamos a su crecimiento ya que hemos realizado varios cursos cortos con oficinas de empleo, sindicatos gastronómicos, hoteleros y en su momento intervino la Dirección de Turismo. Contamos con una profesora que trabajó 22 años en la cadena Hilton, realizó innumerables capacitaciones brindadas por esa firma y ahora está jubilada. Aprovechamos la experiencia de esta mujer y además le sumamos tres idiomas: portugués, italiano e inglés, más allá de que no está contemplado en la currícula que nos exigen. De esta manera, llega un viajero a la ciudad y si se cruza con una mucama en un hotel, esta persona sabe: saludar, preguntar qué necesita y conocer un vocabulario básico. Saliendo de la ciudad hay unos bungalows donde trabaja una mucama que estudió con nosotros y ella anda con una libretita en su guardapolvo, debido a que todo el tiempo reciben turismo extranjero y ella se comunica con las herramientas que le pudimos suministrar en la cursada. AutoCad es otro curso que tiene una baja matrícula, debido a que muchos desconocen de qué se tratan los programas asistidos por computación.
¿Cómo es esa sensación de ver a una persona que llegó sin nada y hoy trabaja gracias a lo aprendido?
En esto tenés emociones buenas y sabores amargos, como por ejemplo cuando te cuesta juntar el dinero a fin de mes para pagar los sueldos a docentes y demás personas que trabajan con nosotros. Hace dos años que venimos con atrasos importantes, por ejemplo los salarios del mes pasado los terminé pagando el día 19 de octubre. Personalmente no tengo un respaldo económico que me permita hacer frente a la mayoría de los gastos y no me da vergüenza decir que tengo dos tarjetas de créditos personales refinanciadas, ya que muchas veces con el plástico hacemos frente a diferentes gastos gruesos de la universidad. Esto me cuesta y me duele, pero lo hago con gusto, ya que la posibilidad de brindar herramientas para un futuro mejor a las personas que lo necesitan es lo que me motiva a seguir por este camino. Cuando te encontrás con una familia –papá, mamá y los dos hijos- que estudió en cocina y pastelería, para luego montar una rotisería en la casa, ahí es donde decís internamente: acá hay un primer paso.
Habrá muchos casos…
Sí, miles. Hace dos años nos pasó que un chico no podía pagar el arancel y entonces nos donó una bicicleta que se había ganado en una rifa. Ahí es donde decís: hay interés y ganas. En estos momentos nos está pasando con otro estudiante que no puede afrontar las cuotas, entonces está haciendo todo el trabajo de herrería que nosotros necesitamos en la escuela y la universidad. Estas son las satisfacciones que seguimos quienes estamos al frente de este emprendimiento educativo. Hay dos secretarias en la parte administrativa que cobran cuando pueden y verdaderamente necesitan el dinero. La prioridad son los docentes y después vamos viendo cómo tapamos agujeros. La contadora es la última en cobrar y tenemos algunas cuentas en AFIP que vamos refinanciando. Hoy el contexto económico es complicado, pero creo que a partir del año que viene –si nos aprueban el expediente y nos mejoran algunas cuestiones- podemos mejorar en este aspecto. Pero cuando comparamos el estado de situación que presentaba la universidad en 2012 y los avances que logramos, todos nos motivamos para seguir en esto. Creo que estamos en un buen camino.
¿Se pueden realizar donaciones a la Universidad Popular?
Todo el tiempo tenemos donaciones. Hay que ir a la escuela Avellaneda, de lunes a jueves de 18 a 22 horas. Nos pueden llamar en ese horario al 43-0620, escribirnos por Facebook, ingresar al Instagram o enviarnos un correo electrónico a universidadpopularcdu@gmail.com. Nos han hecho donaciones de todo tipo. Una empresa que está sobre boulevard Yrigoyen nos facilitó una bomba de vacío alemana para aires acondicionados, un detector de gas y un aire acondicionado para la práctica de los estudiantes. Todo el tiempo estamos recibiendo donaciones. Una tradicional empresa de seguros de la ciudad nos donó escritorios y en su momento nos cedieron un mobiliario de la Cámara de Diputados de la Nación, gracias a una gestión realizada por nosotros y Julio Solanas.
¿Qué los motiva a seguir adelante ante tantas adversidades?
Al igual que muchos de los alumnos que asisten, encontré un lugar en esta universidad donde me siento a gusto con lo que hago. En la medida de lo posible, siempre tratamos que los alumnos terminen el ciclo lectivo de la mejor manera posible y que reciban el certificado en el escenario. Muchas veces funcionamos como un espacio de contención, ya que muchos alumnos terminan un curso determinado y al año siguiente inician otro para seguir asistiendo al establecimiento. Tenemos personas que estudian con nosotros hace cinco años y van terminando diferentes cursos que inician.
¿Tienen el anhelo de un edificio propio?
Es un sueño, pero tenemos otro anhelo, que quizás se pueda concretar cuando ingresemos a la órbita administrativa del CGE. Hace algunos años atrás, cuando José Lauritto era Ministro de Educación de la provincia, se propuso generar un espacio nuevo dentro de la escuela Avellaneda y están los planos aprobados. Si miran el edificio actual se puede ver que tiene planta alta sobre las calles Leguizamón y Estrada, pero sobre Artusi no. El proyecto es construir ahí, para generar nuevos espacios y abrir un ingreso propio por Artusi. Necesitamos espacios para trabajar más cómodos en diferentes talleres, estuvimos hablando con la directora de la escuela para ver cómo nos podíamos reorganizar. Nos han donado y cedido galpones, pero como es mucho el dinero que necesitamos para reacondicionarlos no pudimos afrontar el gasto. No tenemos los recursos económicos para realizar obras de acondicionamiento que oscilan en valores de 200.000 a 300.000 pesos.
¿Cuándo inicia el período de inscripciones?
Comenzó en octubre y se extenderá durante noviembre, de lunes a jueves, de 18:00 a 22:00. Luego, para los cursos que tengan cupos, retomamos durante la segunda quincena de febrero. El año que viene, gracias a donaciones del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia y la venta de ravioles, compramos equipamientos para ampliar las instalaciones donde se dicta peluquería, cocina y refrigeración. Por otro lado, un capricho o deseo personal, ya que retomamos la enseñanza en el área de comunicación, pretendemos un pequeño estudio de radio para realizar prácticas con los alumnos”, concluyó señalando el rector Antonio Bernhardt.
Por Mario Bonnot y Matás Dalmazzo
(fuente: LA CALLE)