En esta última semana se agravó la situación del caudal de agua de las Cataratas del Iguazú. La gran sequía que se registra en Brasil, desde el mes de octubre pasado, hace que represas generadoras de energía eléctrica mantengan cerradas las compuertas impidiendo que el agua siga su curso provocando un descenso importante en la altura del Rio Iguazú. En el Puerto de Andresito, normalmente, la altura del agua es de un metro y desde hace ya varios días apenas si llega a los 20 centímetros.
Si bien los turistas siguen llegando y admirando la belleza del paisaje esta bajante hace que no se pueda apreciar en toda su magnificencia esta maravilla de la naturaleza. El caudal de agua que se tiene que desplomar en los 275 saltos que poseen las cataratas se ve notoriamente afectado y se calcula que ingresa menos de un tercio de lo normal. Se estipula que dicha cantidad de agua debe oscilar entre 1500 y 1800 metros cúbicos por segundo pero durante todo el mes de febrero oscilo entre 100 y 600 metros cúbicos y ayer viernes eran sólo 455 metros cúbicos.
Por este motivo las agencias de turismo que ofrecen paseos náuticos en todo el área, como por ejemplo el uso de gomones, tuvieron que suspender dicha actividad por cuestiones de seguridad.
Especialistas de estudios climáticos esperan que este caudal se mantenga hasta mediados de marzo que es el momento donde se aguardan lluvias en toda la zona de la cuenca.
De todas formas el paisaje con o sin agua es maravilloso y los los turistas que recorran el Parque Nacional Iguazú durante este tiempo, podrán disfrutar de la visualización de diversas especies de animales, como por ejemplo pichones de vencejo, que no se pueden apreciar cuando el caudal es normal.
Fuente: El quid de la cuestión
