Por Susy Quinteros –
Marcos Silber, porteño, 1934.
Se fue a las dos de la tarde del 22 de mayo de 2021. Estoy segura que tenía en la mano un poema y otros en el alma. Dijo adiós un sábado inclemente de viento y lluvia que venía lacerando y lacerando un dolor de fatiga que no quiso abandonarlo. El que cantó en sitios para tantos, que supo emocionar a miles de butacas de teatros y cafés, que asombró con adjetivos y disparos de música y belleza, se quedó sin voz para decir, para nombrar o simplemente llamar. Amigo de amigos, lapicera y sonrisa, transitó su Buenos Aires, obsesionado por la palabra.
“Papelitos de 1965 a 2019”, (un nombre simple para tanto), su último libro, se terminó de imprimir en febrero de 2020. Completa la serie de 22 títulos que tenía en su haber literario.
A modo de prefacio el autor escribe:
_ En el universo todo de mi paisaje interior, en momento alguno, nunca, nunca las condenadas agujas del TIEMPO dejaron de dictarrme palabras que volaron hasta la mía voz , que, pronta, se apuntó, trazó y anotó sobre los pedacitos ( partes, retazos, anverso y reverso de la sedienta estepa papelera). Y en ángulo apenas oscuro de mi estrecho salón cada papelito –noche y día se fue sumando a la pila, pirámide, parva-, implacable, el tic, la manía acopiadora jamás faltó a la cita….
Luego, en excursión exploradora, cada papelito, – huérfano del desierto tiempo, se dejó rescatar. Hasta aquí, la mesa está servida donde conviven gestas, sucesos, leyendas, voces, silencios que se adelantan como en proscenio para avisar, contar y tal vez,- sólo tal vez- hacer sentir, ver, oír, palpar la historia atravesada por esa aventura llamada vida, la mía , ésta, la del que esto escribe.
“ No dejo de escribir para no dejar de vivir”
A mi maestro y maestro de muchos.
Susy Quinteros