
Se trata de una prueba piloto por la cual los tres primeros dueños de caballos que accedieron a esta especie de intercambio recibirán los vehículos mencionados.
En cuanto a los animales, si bien permanecerán en su poder pues el motocarro no se les da en propiedad sino en comodato, estos deberán estar debidamente alimentados y controlados por un veterinario y no podrán ser utilizados para tirar de un carro. En caso de incurrir en una infracción a lo aceptado en el contrato de comodato y se encontrare el animal utilizado por ellos o por otras personas para tirar de un carro, les será retirado de inmediato y remitido al centro de recuperación.
Los motocarros estaban en nuestra ciudad desde hace varias semanas, pero aquellos a quienes están destinados, tuvieron que aprender a manejarlos y obtener sus respectivos carnets, por eso no se entregaron antes.
Proyectan en breve traer otros tres vehículos para ir sacando de las calles los animales de tiro a fin de terminar definitivamente con la tracción a sangre.
(fuente: La Calle)