Por Rodolfo Oscar Negri –
En la noche del jueves 10 de agosto se llevó a cabo en el Auditorio Municipal “Carlos María Szelci” de Concepción del Uruguay una jornada de Reflexión sobre Violencia de Género.
El evento estuvo coordinado por el Departamento de Capacitación del Instituto Tobar García.
La jornada se enmarcó en los lineamientos de la Ley Nacional 27234/15 que establece que en todos los niveles educativos es necesario realizar una instancia anual en la cual se realicen actividades que promuevan o afiancen la prevención y erradicación de la violencia de género.
El encuentro, que comenzó pasadas las 19,30 horas, tuvo un gran marco de participación por parte de jóvenes estudiantes del instituto y público en general.
Después de la presentación formal, comenzó la jornada con una disertación del profesor Américo Schvartzman. En una breve, pero sustanciosa y clara exposición, explicó las diferencias entre encarar el tema desde la visión del sexo y la del género. Habló de lo abierto de las posibilidades en lo que hace a cómo avanzan los tiempos y las sociedades se van desarrollando, poniendo especial énfasis en el hecho de la categorización a que los problemas de género tienen que ver específicamente con los Derechos Humanos.
Luego, le tocó el turno a Itatí Schvartzman. La militante (por los derechos de la mujer) y poeta, con una voz cálida y acogedora, deleitó al auditorio leyendo cuatro poemas de su último libro “Ni una menos”. Duros, cuestionadores. Fue casi tan importante el contenido de sus sustanciosos versos, como la presentación que realizó de cada uno de ellos.
Después le tocó el turno a Romina Blanc que, junto al acompañamiento de Juliana Vázquez, desplegó cuatro temas de su repertorio musical que fue disfrutado por el público presente e incluso –el último- acompañado por palmas.
El cierre estuvo a cargo de la actriz Mona Gastiasoro, que realizó el monólogo “la Silla”. Una excelente interpretación (como nos tiene acostumbrados) y un jugado texto que caló muy hondo en quienes tuvimos la oportunidad de disfrutarlo, moviendo las fibras más íntimas. Impactante. Doloroso. Conmovedor.
Un hermoso evento que ayuda a reflexionar sobre lo importante que es el tema, en algunos casos; mientras que en otros ayuda a tomar conciencia.
Sin duda un emotivo placer para quienes tuvimos la oportunidad de presenciar el espectáculo, pero –además- un compromiso para seguir perseverando en la importancia sobre la construcción del cambio necesario en nuestra sociedad para que no haya nunca más una muerte por problemas de género.
Felicitaciones a las organizadoras y a quienes tuvieron a cargo la Jornada.





