Sólo el 25% de quienes tienen la categoría de «Investigador Superior» en el Conicet son mujeres a pesar de que en la base de la carrera su porcentaje es superior al de los hombres, según una investigación realizada por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) presentada durante la entrega de la nueva edición del Premio Nacional L’Oréal-Unesco.
«Si bien aumentó dos puntos respecto al año anterior, que representaban un 23%, demuestra que todavía queda mucho camino por recorrer», señaló Paula Szenkman, la investigadora asociada de Protección Social de Cipecc que estuvo a cargo de la investigación.
El estudio indica además que en términos de puestos de liderazgo, casi el 90% de las autoridades integrantes del Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología fueron varones en 2017, así como el 89% de los rectores en universidades y el 73% de Secretarios de Ciencia y Tecnología (o equivalentes).
En el mundo, la falta de paridad se mantiene más o menos igual, ya que sólo el 27% de los trabajadores en el sector de software y tecnologías de la información son mujeres y menos del 20% tienen roles de liderazgo. En relación a las start-ups, aquellas que son creadas por mujeres reciben 23% menos de financiamiento.
«La subrepresentación de mujeres en el ámbito de la ciencia y la tecnología se debe a múltiples barreras que se presentan desde la niñez y a lo largo de la trayectoria formativa y laboral; y la poca visibilidad de aquellas mujeres que se desempeñan en estas áreas refuerza los sesgos de género respecto a lo que las mujeres pueden o no hacer, reatroalimentando así un círculo vicioso de las mujeres en CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)», señaló Szenkman.
Proyectos premiados
La investigadora Vera Álvarez, quien desarrolló insumos para la elaboración de materiales de protección e inactivación del coronavirus, fue la ganadora de la 14° Edición del Premio Nacional L’Oréal-Unesco «Por las Mujeres en la Ciencia», otorgado por L’Oréal Argentina y Conicet, en tanto que Daiana Capdevila recibió el galardón en la categoría Beca por la creación de sensores para la detección de metales pesados en aguas.
«Si bien el premio lo recibo yo, se premia a un proyecto y a un equipo de trabajo, que en este caso tiene por objetivo principal hacer un pequeño aporte desde la ciencia y la tecnología de materiales para combatir una pandemia mundial», señaló Álvarez.
El proyecto de Capdevila busca poner a prueba un método de evaluación rápida y económica de la calidad de agua, aplicándolo al agua disponible para uso y consumo humano en la Cuenca Matanza-Riachuelo.
Fuente: baenegocios.com