«Una parte importante del empresariado argentino terminó convirtiéndose en un empresario trasnacional y desvinculando sus intereses del mercado interno argentino. Por eso también pueden agredir libremente al salario»
Roberto José Peletti tiene una larga trayectoria, tanto en el aspecto técnico como político.
Como contador público y administrador financiero, Feletti tiene una larga trayectoria en cargos técnicos en la administración pública. Entre los años 1991 y 1997 fue coordinador del área de estudios económicos del Instituto de Estudios sobre el Estado y Participación (IDEP), órgano dependiente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Al año siguiente, fue nombrado director del Banco Ciudad, durante la administración municipal del FREPASO. Se desempeñó en este cargo hasta el año 2000. Fue entonces promovido a presidente de la misma entidad, puesto que ocupó hasta 2003.
Fue ministro de Infraestructura y Planeamiento de la Ciudad de Buenos Aires durante el segundo mandato del Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. Más tarde, fue designado vicepresidente del Banco Nación, función que ejerció durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, entre los años 2006 y 2009.
También en el año 2006, fue designado como representante de la Argentina en el Grupo de Trabajo sobre Integración Financiera (GTIF) de la Unión de Naciones Suramericanas(UNASUR), grupo que tenía por objetivo elaborar el documento fundacional del Consejo Suramericano de Economía y Finanzas de dicho organismo. Finalmente, el 12 de agosto de 2011, el GTIF elevó a los ministros y presidentes de los bancos centrales de los doce países que conforman UNASUR el documento mediante el que se oficializó la constitución del Consejo.
En el año 2009, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner nombró a Amado Boudou como ministro de economía y a Roberto Feletti como Secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo, cargo que ocupó hasta ser electo diputado nacional en el año 2011.
Al anunciar su intención de formar parte de los directores de las 42 empresas de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires en las que el Estado nacional posee una participación significativa, en el año 2011, le cupo a Feletti representar a la Nación como director del Banco Macro. Pocos meses después de este nombramiento, fue propuesto como primer precandidato a diputado nacional para las Elecciones Primarias Abiertas y Obligatorias del 14 de agosto de 2011 por el distrito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en las listas del Frente para la Victoria. Con el triunfo de este partido en dichas elecciones, fue confirmado como primer candidato para las elecciones generales realizadas el 23 de octubre de ese mismo año, siendo una vez más electo. A partir de su llegada al Congreso, fue designado al frente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, ocupando un rol sensible dadas las complicaciones que suelen involucrar, año tras año, la aprobación de los presupuestos propuestos por el Gobierno nacional en la cámara baja.
Se lanzó como precandidato a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el 3 de marzo de 2015, pero en ese mismo mes como presidente del Partido de la Victoria de la Ciudad de Buenos Aires manifestó su apoyo a la precandidatura de Mariano Recalde. Concluyó su mandato de diputado nacional en diciembre de 2015. Desde entonces es el Secretario de Economía y Hacienda del partido de La Matanza.
La revista digital Hamartia le realizó un reportaje que creemos que es interesante para los lectores de nuestra revista y por eso lo ponemos a disposición.
Este es el texto del artículo.
La economía argentina parece dirigirse a una dolarización de hecho, con la novedad de que hasta los kioscos pueden vender la divisa. Las múltiples consecuencias de esto, y el final anunciado, explicadas por Roberto Feletti, secretario de Hacienda de La Matanza, quien hace ya dos años publicaba una nota sosteniendo que gracias al blanqueo “el dólar comenzaría a circular de un modo distinto al que conocimos, incorporándose crecientemente al flujo transaccional de la economía”.
Hamartia: ¿Creés que vamos a una dolarización?
Roberto Feletti: Creo que sí, que vamos a un proceso de dolarización, si se los deja.En el camino para resolver los desequilibrios que han creado, en un mundo que además se les ha puesto resueltamente adverso, estas decisiones que van tomando de dejar que el dólar se venda como moneda transaccional… Es lo que está contenido en la resolución del Banco Central: vos vas a cualquier lado con cien dólares y circulan como si fueran pesos. Y la expectativa de la reprogramación de las Lebacs en dólares a plazos más largos, que ya lo han propuesto propios economistas de la ortodoxia. Sumado a que, como decía yo en Ámbito hace más de un año atrás, el volumen de dólares que hay hoy en blanco en la Argentina, producto del blanqueo, que la mayoría está en el exterior pero que están, van creando un clima propicio para decir, bueno, de esto se sale con el dólar como moneda de la Argentina. Esto ya se había planteado en la crisis del 2001, no es descartable, yo no lo descarto, que esté planteado en esta nueva etapa.
Pero si la salida es subir el dólar, ya a la gente le cuesta ir a comprar todos los días…
La dolarización también implica consolidar un esquema de precios, en contra del salario. Vos lo que estás viviendo en los últimos dos años es que vos saliste de los precios regulados a los precios puestos por el mercado, con forma de criterio de rentabilidad. Esto lo ves en las tarifas, que se han dolarizado, sobre todo en la energía, y que están llevadas a precio internacional. Lo ves en la liberación del mercado de carnes, donde saludan con entusiasmo acuerdos con China y la Unión Europea para tratar de vender carne. Que nosotros sabemos que el 80% de la carne se consume en el mercado interno. Entonces vamos caminando hacia un lugar en el cual cada vez más un trabajador destina porciones de su salario a llenar el changuito o y a pagar la luz y el gas. Y a andar en colectivo. Eso es lo que se busca consolidar expropiando la política monetaria. No es que van a hacer un cambio de precios relativos en favor del salario.
Un esquema de precios, y un esquema cultural, me parece. Si quedaba alguna duda con respecto al proyecto económico, creo que fue en la dictadura donde fue el punto de inflexión de pensar una economía dolarizada.
Lo que pasa que en ese momento tuviste primero lo que fue la crisis del Rodrigazo del ‘75, previo a la dictadura. Que a pesar de la resistencia del movimiento obrero, ya empezó a consolidar una situación en contra del salario. Luego las primeras medidas de abril de Martínez de Hoz fueron la liberación de los precios y el congelamiento de los salarios. Y lo que lograron después con el endeudamiento, porque sin él no hubieran podido, es que una parte importante de los grupos empresarios argentinos se trasnacionalizaran llevando divisas al exterior. Entre ellos el grupo SOCMA, el grupo Macri. Digo, tomaba deuda, la giraba al exterior, luego le transferí la deuda al Estado, y me quedé con los dólares en el exterior. Una parte importante del empresariado argentino terminó convirtiéndose en un empresario trasnacional y desvinculando sus intereses del mercado interno argentino. Por eso también pueden agredir libremente al salario. Cosa que no pasa en las empresas medianas, en las pymes, donde dependen del mercado interno para subsistir.
Me refería también a esta idea de comprar dólares en el kiosco, y las “casas” donde se podía “invertir” durante los ‘70.
Ah sí, bueno, era más fácil abrir una financiera con garantía estatal de los depósitos, que abrir un a verdulería. Eso pasó en el auge de la patria financiera. Eso le costó al Banco Central carísimo, pagar todos los desfalcos que se hicieron. Pero el tema también es que el dólar a partir de ahí, tenemos una economía que es bi monetaria. Pero a pesar de los intentos, el dólar se mantuvo como una reserva de valor, se ahorraba en dólares. No quiero culpar a cualquier ciudadano que defiende sus ahorros en dólares, estamos hablando de grandes grupos económicos. Se ahorraba en dólares, pero el peso era una moneda transaccional. Y en la medida en que vos lograste reconstruir, como fue en nuestro gobierno durante 12 años, un circuito de mercado interno no trasnacional, donde la gente compraba y vendía, con productos argentinos, con composición argentina, bueno, ahí lograste recrear un mercado nacional y una economía más pesificada. De todos modos, yendo a lo que señalabas, nuestro coeficiente de monetización, es decir los pesos que circulan en relación al tamaño de la economía son la mitad que en Brasil. La burguesía brasileña, con otras características que serían largan de explicar, tiene menos rechazo y menos aversión a su moneda, que la nuestra. Acá la monetización, la cantidad total de pesos circulando, sea expresado en pesos, Lebacs, depósitos, más o menos son 30, 32 puntos del producto. En Brasil es el 60, en reales.
La tasa de la Lebacs no baja lo suficiente como para desalentar su compra. ¿Como van a desactivar esa bola de nieve?, ¿no hay una contradicción entre las Lebac y esta idea de con los dólares llevar a una devaluación?
A ver. Abandonar la moneda en un país no es una cosa sencilla. Y no hay retorno en la historia económica, no hay registro de retornos. Ahora, ellos puede ser que ensayen una devaluación más abrupta, más dura. Y por eso ponen un techo paritario, de modo de licuar los salarios. La devaluación les resuelve dos problemas: licua el gasto público, con lo cual resuelve el problema fiscal. Y le impide o restringe el ingreso de importaciones porque se encarecen. Desde le punto de vista político, un gobierno que se ha colocado en un esquema económico donde cualquier decisión que toma es mala: o baja la tasa y sube el dólar, o mantiene la tasa alta y se cae el nivel de actividad, para ponerlo simple. Estás en un escenario complicado. Porque también es cierto, que si bien le fue bien en la elección legislativa, tampoco consiguió una mayoría contundente. Y bueno parte de es capital político se vio erosionado en los conflictos de diciembre. Y van de cara a un marzo complicado con un techo paritario, un conflicto con el movimiento obrero. Producir una devaluación abrupta en un contexto como este es una situación compleja, desde el punto de vista de la sustentabilidad política.
Me queda la sensación de que están aguantando. ¿Cuál es el plan?
Hasta ahora los desequilibrios los pudieron aguantar con el endeudamiento. Ellos gastaron la bala de plata que les dejamos como herencia recibida, valga la expresión. La pesada herencia: un país desendeudado. Y pudieron avanzar en un proceso de endeudamiento importante y acelerado. En estos momentos, además de que no pueden seguir tomando deuda indefinidamente, se encuentran con que el cambio de titular de la Reserva Federal de EEUU, más la políticas que está llevando adelante Donald Trump en cuanto a reforma impositiva y este hecho de repatriar capitales hacia EEUU, está cambiando el flujo internacional. Eso se vio cuando las empresas de energía y de aeropuertos de Argentina que fueron a la bolsa de Nueva York, y tuvieron que colocar sus acciones a menos de lo que esperaban. Se expresa en el viernes negro que tuvo la bolsa de Nueva York, general, donde muchos activos bursátiles norteamericanos se vendieron porque ven un clima de tasas más altas. Y se va a expresar cuando el Tesoro norteamericano salga a colocar al 2,8%, que es mucho. En ese escenario, una política de endeudamiento con desequilibrios más grandes que los que nosotros dejamos…Porque nosotros los teníamos pero estos los hicieron muchos más grandes, bueno, estás en un escenario muy complejo.
¿Y la política? Porque el peronismo hoy… Vos estás como Secretario de Hacienda de la Matanza.
A ver. La verdad que Fernando Espinoza y Verónica Magario me invitaron a trabajar con ellos, y fue un honor. Ahí pude combinar una vocación política con un trabajo técnico. El hecho concreto que vos estás viendo hoy son los posicionamientos frente al gobierno. Aquellos compañeros, y no quiero estigmatizar a nadie por que sino entramos en un revoleo de ladrillos que no me parece que sea el momento. Pero aquellos compañeros que creyeron que podían ensayar un diálogo acuerdista con el gobierno se toparon con el pacto fiscal. Se toparon con un cercenamiento al federalismo fiscal, tanto en provincias como en municipios. Y los ponen a la cara a la paritaria docente, a las restricciones para administrar sus hospitales sus escuelas. Acá hay que ver qué actitud toma el peronismo. Me parece que todo está dado para que el peronismo reconstruya un frente popular y plantee una alternativa al 2019. Que incluye a todos los sectores. Porque tampoco es que nosotros hicimos todo bien. No. Si no no hubiéramos perdido la elección. Algunas cosas hicimos bien, muchas, por eso estuvimos tres mandatos constitucionales. Y otras hay que revisarlas. Ahora, en ese espectro del peronismo hay que abrir una discusión frente a estas políticas conservadoras. Porque a eso estuvo llamado el peronismo. Y en ese marco hay que discutir. Y bueno, si en un momento hubo compañeros que pensaron que se podía, que bueno, que a lo mejor, hoy la realidad les está demostrando otra cosa. Porque incluso con este tema de las obras, vos podés tener asfaltada de tu municipio, pero si la gente tiene el telegrama de despido en la puerta de la casa, no te ve bien. Nos funcionó en contra a nosotros que resolvimos la casa para adentro. Y después es cierto, y esa es una de las auto críticas, que demoramos mucho en resolver algunas cuestiones de espacio, público, transporte público, que podrían haberse hecho más rápido. Ahora, resolver esas cuestiones, cuando vos de puertas para adentro estás comiendo arroz con salchichas, como pasa en muchos hogares hoy de la Argentina porque no llegan, porque a fin de mes llegan con lo justo, bueno, es otra discusión. Cuando antes comías asado, el domingo era un clásico comprar el asado y ver el fútbol gratis en tu casa. Y hoy no lo tenés, ni el asado ni el fútbol.
¿Cómo está La Matanza? Porque tomar estas decisiones en términos políticos, como las que tomás vos, las que toma Magario, me imagino que te pone de frente contra una María Eugenia Vidal que no negocia.
No, no negocia, no.
¿Cómo está La Matanza?, ¿le puede hacer frente al hostigamiento por parte del poder central?
Mirá, hubo un muy buen gobierno. Es un proceso político que viene de muchísimos años. Hubo un muy buen gobierno de Balestrini, de Espinoza, y ahora lo sigue Verónica. Nosotros cerramos el año pagando sueldo, aguinaldo y un bono de 5 mil pesos para todos los empleados. Estamos bien fiscalmente, con una política de obras autofinanciada. Pero es cierto, estamos sufriendo discriminación, hostigamiento mediático, político. Pero en la elección sacamos el 50% de los votos. También la gente valora que Verónica se puso al frente de la pelea por las tarifas. Valora que Débora Giorgi como Secretaria de Producción está tratando de acercar paliativos a las empresas, se acerca a discutir, abre puertas en aquellas empresas industriales que están con problemas en La Matanza. También es cierto que se valora el asfalto y el alumbrado y los parques y sobre eso se trabaja. Pero es cierto que hoy un lugar como La Matanza que depende mucho de una economía industrial está viviendo una situación difícil. Y se valora de qué lado se pone el dirigente político. Si se pone de cara la la gente diciéndole “y, no se puede, aguantemos”, o se pone junto con la gente a reclamarle a quien hay que reclamar.
(fuente: http://hamartia.com.ar)