por Juan Martín Garay –
Debemos ir hacia un nuevo contrato social de responsabilidad social, porque como dice Perón: “Nadie puede solucionar un problema social si antes no soluciona un problema económico, y nadie soluciona un problema económico sin antes solucionar un problema político”. Con esta concepción, el primer problema a resolver es el político (algo no menor), restará luego ir por la resolución de lo económico para sentar las bases que permitan comenzar a dar solución a lo social, pero de manera permanente y no espasmódica.
Es claro Alfredo Zaiat cuando analiza sintéticamente: “El sendero elegido en ciclos políticos anteriores desde la recuperación democrática fue el de construir una hegemonía, sin la búsqueda de esa convergencia que les permitiera ordenar el conflicto económico y social de corto plazo. Conocido el resultado de esas experiencias políticas, en términos de estabilidad económica de largo plazo, queda en evidencia que no ha sido efectiva la estrategia de no buscar la administración de los intereses corporativos junto a cada uno de los protagonistas de la puja distributiva”.