Por Jorge Héctor Bonvin –
El año 1969 fue particularmente importante para la humanidad, a bordo del Apolo XI, Neil Armstrong se convierte en el primer hombre en pisar la Luna. Lo acompañan Edwin Aldrin y Michel Collins que permanecen orbitando. Al poner su pie en la Luna, situación que algunos, aún hoy, consideran que solo fue un engaño realizado en un set cinematográfico de Hollywood, Armstrong pronunció su histórica frase: “Este es un pequeño paso para el hombre; un gran salto para la Humanidad”.-
En ese año los argentinos estábamos en otros temas muy distintos. No mirábamos hacia la luna, sino hacia el gobierno militar de turno, comandado entonces por el General Onganía. Fue en Córdoba donde nació la principal insurrección recordado como el Cordobazo. Fueron los trabajadores de Córdoba comandados por prestigiosos gremialistas como Elpidio Torres, Atilio López y Agustín Tosco, quienes le hicieron saber a los militares que el pueblo quería la democracia.
Entre Ríos en aquella época vivía en una isla, un viaje a Buenos Aires era toda una aventura de varias horas, no había casi televisión, sin embargo la locura desatada en Buenos Aires con los boliches fue llegando.-. Había programas emblemáticos como el Club del Clan o Música en Libertad, que fueron íconos y ejemplos a seguir por una juventud que rápidamente decidió vivir y disfrutar la noche de una manera diferente y casi escandalosa para la época. Todavía estaba vigente la moda de vestir de saco y corbata a algunos lugares bailables.
Nuestra ciudad era para esa época un lugar donde la noche se disfrutaba a pleno y era atractiva para jóvenes de localidades vecinas. Un año antes, en 1968, había nacido Stop que luego se convertiría en 1970 en Búfalo. Recomendamos nuestra nota en esta misma revista: “Nota con nostalgia: BUFALO y los años 70, cuando el mundo cambiaba para siempre”. En 1969 nace Mon Cheri, un emprendimiento conjunto.
Ocurre con estos lugares que fueron tan emblemáticos, que son recordados solamente por las personas que tuvieron posibilidad de conocerlos y su enorme importancia se va perdiendo en los tiempos. Es necesario recuperar aquello que en algún momento de la ciudad fueron importantes, sean lugares nocturnos, empresas, personajes, etc. La historia de nuestra ciudad del siglo XX no fue escrita y estos retazos algún día servirán para que esto ocurra.
Para hablar de Mon Cheri entrevistamos a quien más tuvo que ver con el boliche, Rodolfo Gradizuela. Es esta una charla descarnada donde “Rofi” cuenta la historia del boliche que iniciaran entre otros su padre y lo recuerda como una hermosa etapa de su vida. Pero nada más que eso, como él contará no se quedó con casi nada, un día cuando las cosas no andaban bien lo cerró y no se llevó “ni un disco”. Esta es la nota entonces de Mon Cherí, boliche uruguayense que por muchos años fue el centro de la diversión y que tuvo en su escenario a los artistas más importantes de esa época. Cuente Rofi:
¿Como empezó Mon Cheri?
Mon Cheri empezó el 9 de noviembre de 1969, era una sociedad, una SRL que habían formado mi viejo, Mauricio Gradizuela, Lucio Marcó y Jorge Sicardi. Sicardi era muy amigo de él, entonces lo invitó para hacer una confitería y como justo Tófalo había cerrado la Confitería Ramírez (Actual Ris) en esa época decidieron alquilar un boliche a la vuelta de la plaza y justo hablaron con Lucio que era el que iba a convocar a la gente, el joven convocante, e hicieron una sociedad para hacer Mon Cheri. Inicialmente Mon Cheri iba a ser donde estaba la Ris, inclusive habían alquilado el local para hacerlo ahí, después no sé que problemas hubo entre Sicardi y el dueño que era de apellido Burruchaga, o algo así. Entonces decidieron romper el compromiso y se vinieron a la otra esquina de Perón y San Martín, donde finalmente fue y le alquilaron a Canavesi.
El 9 de noviembre de 1969 inauguraron, me acuerdo muy bien, porque en ese año terminé la secundaria, me había recibido, estuve muy poquito en la inauguración, un ratito nada más, yo era muy joven, estaba para otras cosas, se había hecho un boliche para gente grande. Fue toda la ciudad, fue un acontecimiento, tengo cantidad de fotos de la inauguración donde se ve a todas las personalidades de Concepción del Uruguay de esa época.
¿Cuando fue tu llegada a Mon Cheri?
En los finales de 1972, porque no le fue bien con la sociedad, con el manejo del boliche y decidieron que alguien se apartara y al final se apartaron Sicardi y Marcó y mi viejo quedó solo y yo justo había venido de La Plata, donde estaba estudiando, a Rosario del Tala a hacer la conscripción. Entonces mi viejo, que siempre quería que yo me quede con él en el negocio, me ofreció que me haga cargo de la confitería y el boliche bailable. El me daba la parte de Sicardi y Marcó para que yo empiece en la sociedad y me tenía que hacer cargo también de las deudas que había. Le dije que sí, que no había problemas, pero yo estaba bajo bandera pero tenía unos grandes amigos que fueron los puntales fundamentales de Mon Cherí. Yo era la cara visible, pero cuando yo vine, ya de baja de la conscripción, estaba todo en marcha y ya funcionaba. El jefe de esa banda era Roberto Cossani y estaban “Carozo” Ferrari, “Coco” Pepe, “Ero” Campo, grandes amigos, el “Negro” Ramírez, había varios.
Era Confitería y Boliche
En la primera etapa la confitería estaba adelante y el boliche estaba atrás en dos partes, planta baja y primer piso que tenía un balcón. Así funcionó hasta 1977 cuando se dictó una ordenanza municipal en pleno gobierno militar, era intendente Giqueaux, que prohibía el ingreso de menores en determinados horarios. En una inspección que me hizo la policía una noche había dos menores adentro, fuera del horario, entonces me clausuraron por 30 días. Eso fue en julio de 1977, entonces fui a la Municipalidad, traté que me dieran una chance, me dijeron que no, me tenía que “comer” los 30 días. Entonces dije qué hago, porque esas cosas aquí siempre traen colas, la gente habla, y yo sabía que iba a ser muy difícil remontar este barrilete en treinta día después de un golpe de estos, justamente fue cuando estábamos trabajando muy bien. Eso me desestabilizó muchísimo, entonces decidimos no abrir a los 30 días el boliche bailable, que fue lo único que clausuraron. Entonces dijimos, dejemos que se enfríe todo, cerremos por un tiempo prolongado y aprovechemos para reformar, entonces trasladamos todo el boliche, completo, arriba, cerramos el hueco y en la parte de abajo trajimos máquinas, que en esa época se importaban los flipper, estaban de moda los pool y pusimos algunas máquinas traga monedas. Eso nos llevó varios meses, pasó el verano y ya para mayo del otro año estaba listo para inaugurar. Pero era el Mundial de fútbol y yo dije vamos a esperar a ver qué pasa con Argentina y justo había clasificado para la final. Entonces decidimos inaugurar el día de la final, si Argentina salía campeón del mundo iba a ser una barbaridad. Así que esa noche del 25 de junio de 1978 inauguré Mon Cherí y fue una locura total algo impresionante. Y fue la segunda etapa de Mon Cheri que duró hasta que cerré en 1982.
¿Cuál de las dos considerás que fue la mejor época?
Las dos etapas fueron muy buenas, pasó muchísima gente que trabajó con nosotros, muchos disk Jockeys conocidos. Había arrancado en la primera etapa el “Mingo” Nadal, Mario Cohen, de mis amigos estuvo Eros mucho tiempo, Genoveva, Iglesias, el hermano. Pasó tanta gente, que a veces me encuentro con personas que me dicen yo trabajé con vos y no me acuerdo.
¿Cuál era la competencia de la época?
En esa época era competitivo, ya estaba Búffalo que habían venido de Stop, era una potencia, estaba Sarao. No me acuerdo bien, porque Sarao arranca como Macoco que era de Lucio Marcó y Dallazuana, luego fue de “Maroma” Fernández y antes o después fue propiedad de un chino y después fue de Mario Loran con el hermano, ya con el nombre de Sarao, que fue junto con Búfalo mi gran competencia. Estaba además “Pelotita” Rodríguez con Al Garete.
Después la noche terminaba siempre en lo Morend (estaba en calle Rocamora entre Congreso de Tucuman y Supremo Entrerriano), en lo de Filippini (Eva Perón y Rocamora) o en la Wiskería 63 (en las afueras de la ciudad).
Hablame de la noche de esa época
Era otra Concepción del Uruguay porque muchos añoran porque dicen de cómo se vivía en las épocas de antes, el movimiento que había, pero yo que estuve en la noche tantos años con los boliches, a mi me parece que hoy trabajan más que antes. Antes era el sábado y el domingo un rato, de las 11 de la noche a las 2 de la mañana, ahora son todos los días, pasás por las confitería del centro, hay muy buenos bares y están llenos todos los días. Nosotros éramos dos bares, la Ris y Mon Cheri. Los días de semana de lunes a viernes éramos 4 o 5, no había nadie. Hay mucho turismo que antes no había.-
¿Recordás que se tomaba en esa época?
En esa época se tomaba mucho whisky, mucho vino, Paddy, algunos tomaban W, otros Fernet con Coca y Cerveza, muy pocos. Las mujeres en esa época no tomaban nada, en la confitería se tomaba mucho café, se comían sandwichs y algunos tragos, pero lo clásico era un café y un whisky.-
¿Por qué un nombre en Francés?
Mon Cherí se lo puso la hija de Jorge Sicardi, Liliana, porque le gustaba el nombre que quiere decir “Mi querido” en francés y tiene un agregado el nombre que nadie se acuerda, pero en la tarjeta decía “Mon Cheri Ches nous, nuestra casa.
¿Que guardaste de Mon Cherí?
Yo las única fotos que tengo, porque las sacó Foto Ricardo, son las de la inauguración tipo cumpleaños, tipo fiesta de casamiento, donde están 4 o 5 con las esposas y mi viejo, Sicardi y Lucio y bailando, es lo único. De la época mía no tengo nada, porque nunca me saqué una foto, ni guardé nada. La noche que yo cerré Mon Cheri, y no me pasó aquí, sino en otros negocios que tuve, cerré a las tres de la mañana en 1982 y les dí la llave a mis amigos y empleados y les dije llévense para su casa lo que quieran. No me traje un solo disco, ni un vaso, no tengo nada, no me llevé nada. Para mi fueron así las cosas, para mi es una etapa cerrada y mañana empiezo un nuevo día con un nuevo proyecto. Muchos de mis amigos, que se llevaron cosas de allí y pusieron boliches, y después de muchos años me llaman y me dicen que tienen las cosas en un galpón, no sabemos que hacer y me las llevaron. Así que ahora tengo en el Arroyo Urquiza una heladera mostrador que era de Mon Cheri y prácticamente lo único. No me llevé las cosas que tenía en mi oficina, las carpetas con los contratos con tanta gente que yo traje, representé, llevé al Uruguay de gira, etc.
¿Quienes actuaron en Mon Cheri que te acuerdes?
Lo traje a León Giecco, al negro Rada, Nito Mestre, las bandas famosas de esa época que eran Industria Nacional, Pintura Fresca, Trocha Angosta, Los Náufragos, Quique Villanueva, algunos brasileros que no recuerdo en este momento, la banda de Paraná que era Fosius, que vino 20 veces y que la rompía. Después uruguayos como Los Hermanos del Silencio, Los Linces, Los Bárbaros de Montevideo, lo traje a Pappo con Riff. Lo trajimos a Goyeneche, que estaba en un gran momento, Floreal Ruiz. No tengo nada de eso, no guardé nada, porque fue una época tan feliz, tan linda, que parecía que nunca se iba a acabar, que nunca se iba a necesitar de los recuerdos, que iba a ser una cosa constante, sabés que pasa, que yo era muy joven en ese tiempo. Sin embargo a todos esos, salvo León Gieco con quien tenía un trato muy especial porque nos hicimos muy amigos, con los demás ni los veía cuando venían. Los atendía alguno de los empleados, tocaban, les dábamos de comer y los llevábamos al hotel y hay muchos de esos famosos que yo no los vi. Yo hacía los contratos por teléfonos con Buenos Aires porque tenía muchos amigos, tenía relaciones con grandes empresas y ya me conocían y lo arreglaba todo por teléfono o yo me iba allá y los hacía.-
¿Como era la noche en Mon Cheri?
Mon Cheri era un boliche donde podías hacer lo que querías, yo estaba allí de patrón pero el que quería hacía lo que quería allí adentro. Un día de nos antojó hacer un carnaval, cortamos las mangueras de todas las choperas y volaba la cerveza, caía por las paredes y era todo un viva la pepa, se rompían los vasos y no importa y mañana se comprarán. Total teníamos 20 años, parecía que nunca se iba a acabar, pero nada es para siempre. Toda la bonanza que entraba un día, al otro día ya se iba, era gastarla cuanto antes, a mil por horas. En esa época era la que Banco Pelay era furor y yo tenía cantina y Lucio tenía otra. La primera cantina la tuve porque me invitó José San Román, después José se fue y quedó yo y estuve como 9 u 11 años en Banco Pelay. En la época de oro, Lucio tenía la cantina más importante, la 3- Y después en la época de mucha gente en Pelay tenía la venta de pan, facturas y churros con un montón de vendedores. El recordado Teteque era competencia y después terminamos siendo grandes amigos y en los últimos años terminó trabajando conmigo en el Arroyo. Un personaje y un hombre muy bueno.
¿Porque lo cerraste?
Lo cerré porque me había ido malísimo, los últimos tiempos me fue mal, la situación económica no ayudaba, me había puesto a hacer unas inversiones, me fue mal y la situación económica no iba bien en todo sentido, agarramos el momento de la patria financiera. Eran épocas en que por ahí había que deber y por ahí no había que deber y yo cuando no había que deber, debía y cuando había de deber, no debía. Siempre me equivocaba y no le echo la culpa a nadie porque la culpa la tenía yo por no ver las cosas como tenían que ser. A parte ya tenía 30 y pico de años, no estaba nunca en mi casa, era todos los días. En esa época abríamos a las 3 de la tarde los domingos y por ahí salía con mi familia, con mis hijos chiquitos y mi mujer a pasear tenía que venir a las 3 de la tarde a abrir. Prácticamente a mis hijos de chiquito ni los vi, porque estaba todo el día metido ahí adentro. Una vida de locos, y dije, un día, pero esto no es vida-
Tuviste algún otro emprendimiento referido a la noche…
Tenía ganas de hacer un boliche nuevo e hice Cristóbal, un pub, que estaban de moda, en donde ahora es la peatonal, que tuve dos años, y que fue como la frutilla porque hice un boliche como yo quería. Pero yo me largo a hacer Cristóbal, porque no había ningún pub en Uruguay y justo Leandro Rivas y el Gallego (Miguel Fernandez Lobato) hacen La Taberna. Inauguramos juntos y otra vez la competencia. Así que siempre luchando y luchando y ya me cansaba la noche.
Ahora estás en el Arroyo Urquiza, un lugar muy lindo y muy tranquilo
Durante la época de Mon Cheri fui construyendo el Arroyo, desde el año 1974. Estamos allí desde 1970 pero con mi hermano empezamos a construirlo desde el 74 y puse todas las fichas en el arroyo porque lo veía como el futuro. Por eso en el año 1980 inauguramos el camping ahí dije tengo que empezar a dejar las otras actividades que yo tengo. Y más que yo alquilaba y no me gustaba pagar alquiler, y en el año 75 o 76 Laperutta se fue del Hotel París y Barral decidió venderlo estuve a punto de comprarlo para trasladar Mon Cheri allí y me ganaron de mano Oscar Rizzio y Satto y lo compraron ellos.- Después sale a la venta la esquina donde está hoy Bartolo que era de una viuda Figueras, me preparé para comprarlo, me faltaba un poco de plata, me dieron en el banco y el día antes de firmar el boleto para comprar la propiedad se murió la señora y no lo pude comprar tampoco. Entonces me dije no es para mi, tengo que terminar y empezar otra cosa.-
¿Que hicistes después del 82?
En el 82 cerré y me fui de panadero. El viejo se había retirado de las panaderías, las había alquilado, me dio una a mi, la trabajé unos años y después dije me voy para el arroyo, así que tengo unos recuerdos hermosos de aquella época pero son negocios para tenerlos a los 20 años. No quería terminar de grande con un boliche.
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 17/10/2017

