La facilidad de uso para las transacciones cotidianas, la adopción en las generaciones más jóvenes y la competitividad frente al efectivo son los pilares de un sistema que entusiasma a empresas y usuarios.
Los pagos con códigos QR interoperables superaron las 63.000 operaciones diarias en promedio, casi el triple (+178%) que cuando entró en vigencia en forma plena el sistema de Transferencias 3.0 el pasado 29 de noviembre, y ya implican un movimiento mensual de unos $ 1.500 millones, aunque actores del sector y el propio Banco Central (BCRA) confían en que este es sólo el comienzo de un crecimiento que se consolidará en los próximos meses.
La facilidad de uso para transacciones cotidianas, la adopción en las generaciones más jóvenes y la competitividad frente al efectivo, tanto en la velocidad para el recibo del dinero como de bajos costos de operación, son los pilares de un sistema que entusiasma a las empresas y al regulador a ver en los pagos con transferencias un mecanismo con alto potencial en un futuro cercano.
«Si bien los pagos con transferencia con la lectura de códigos QR a través de la cámara de un celular tienen, por ahora, un volumen que superó a los que se realizan con tarjetas de débito, consideramos que tiene una trayectoria ascendente sin duda, por la comodidad de hacer pagos desde celular y el tema generacional», aseguró Matías Gutiérrez Girault, gerente de Sistemas de Pago del Banco Central.
Con este sistema, los comercios reciben el dinero en sus cuentas en menos de 15 segundos de forma irrevocable -una mejora de 10 segundos respecto del momento de su lanzamiento- y con la comisión más baja del mercado (de 0,6 a 0,8%), lo que simplifica las operaciones y permite competir contra el efectivo que es la forma de pago usada en cerca de 8 de cada 10 transacciones.
«El hecho de que sea simple e inmediato hace que sirva tanto para el comercio como para el pagador. Es para esa población que estuvo siempre condenado a usar efectivo», sostuvo Maia Eliscovich, directora de Ualá BIS, por lo que dijo que «es muy importante que se entienda la interoperabilidad y que se puede usar en todos lados y con cualquier billetera».
Sin embargo, dijo que «hay que afinar un poco la usabilidad para que cada vez sea más fácil» ya que no todas las operaciones concluyen correctamente y «la experiencia de los consumidores debe terminar con pagos exitosos si queremos que esto funcione».
Fuente: El Diario