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Leyenda de la Tacuara

Las tacuaras, que se convertirían en lanzas para la defensa de la tierra (tanto de indios, como de criollos), en realidad tienen otra historia. Las temidas armas que –identificadas por una pluma de ñandú –simbolo de la libertad- y una banderola punzó –simbolo de federalismo- formaron parte de una leyenda que compartimos con nuestros lectores.

Cuando los guaraníes danzan, cantan y bailan, es en honor al Dios Tupã, agradecen la protección de sus vidas, el buen crecimiento de sus siembras y la sanación espiritual y física de sus miembros.

En una época en que los guaraníes eran muy atacados por otras tribus, la noche en que estaban empezando el ritual, cerca de ellos se encontraba un árbol muy alto como de 20 centímetros de espesor.

Cuando de repente se escucha llegar a los enemigos, entonces todos juntos elevan las manos y piden un milagro a Tupã.

La misericordia de su Dios era grande, el árbol que se encontraba cerca de ellos, se reproduce convirtiéndose en un enorme cerco de forma circular, cuyos tallos protegen a los guaraníes.

Entonces el sacerdote se compromete a honrar a Tupã haciendo instrumentos musicales y entrega a las mujeres para que acompañen con la takuara sus cantos plañideros, estas se ponen en fila y golpean contra el suelo, haciendo un reverente y solemne canto para Tupã. Las takuaras, para algunas tribus, son místicos y lo usan para este culto.

Guadua chacoensis nombre científico, llamada en guaraní  tacuaruzú o tacuara brava español, en Brasil: taquaruçuas. Es una especie botánica de la subfamilia de las gramíneas Bambusoideae, que tiene su hábitat en las orillas de los ríos de las selvas tropicales y subtropicales del distrito fitogeográfico de las selvas mixtas de la provincia paranaense.

Propia de las selvas del sudeste del Brasil, Paraguay oriental y central, el noreste de la Argentina y el extremo noroeste del Uruguay.

En el Brasil se distribuye en los estados de Mato Grosso do Sul, Paraná, Santa Catarina, y Río Grande del Sur.

En el Paraguay habita los departamentos de Caazapá, Central, Guairá, y San Pedro. Se hace presente en el valle del Alto Paraná y sus tributarios; además, se encuentra a lo largo del río Jejuí Guasu, Ypané y otros cursos fluviales de la cuenca del río Paraguay.

En el Uruguay habita en el Departamento de Artigas.

En la Argentina habita las costas de los grandes ríos de las provincias del nordeste, en el este de Formosa, de Chaco, el nordeste de Santa Fe, gran parte de Corrientes, y Misiones, hasta el nordeste de Entre Ríos.

Los tallos forman matorrales y manchas en suelos húmedos de las orillas de ríos y demás áreas bajas.

Se la emplea en construcciones; protección de cuencas, riberas de ríos y de quebradas, se utiliza como rompevientos de frutales; elaboración de muebles y de artesanías; fabricación de laminados, aglomerados, parqué; fijador temporario de dióxido de carbono. Los trozos con un nudo en la base sirven como vasija para líquidos y sólidos. Los entrenudos contienen agua pura que se puede tomar en el bosque. De las ramitas se fabrican escobas.

Marisa, takua («caña»).

(fuente: Efemérides culturales históricas sociales y políticas)

Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 4/11/2019