El ex diputado del Frente Justicialista de Liberacion (FREJULI – 1973/1976) Carlos Negri, aporta –sobre el articulo que publicáramos con la firma de Luis Alejo “Toto” Balestri con el titulo LAS ELECCIONES NORTEAMERICANAS Y SU IMPACTO EN NOSOTROS– otra interpretación que nos hace llegar para su publicación. La polémica esta abierta.
Esta es la carta recibida:
Muy bueno ToTo, muy bueno, sobretodo por zafar del esquema generalizado de análisis que termina defendiendo la estabilidad del sistema y el camino a la globalización feroz como si ese fuera el mejor de los mundos, cuando es el peor, por lo menos para nosotros, después de todo nosotros no somos ni migrantes indocumentados, ni musulmanes, ni negros, ni amarillos, ni homosexuales, ni obesos, ni pelados, ni faloperos, ni vivimos en Detroit, ni nada de eso,
y no es que seamos una pinturita, pero nosotros tenemos nuestras propias taras y defectos, nuestros propios problemas y limitaciones de las buenas, lo que nos habilita a pensar y equivocarnos por nuestra propia cuenta y no repetir como loros la cantinela del The New York Times que replican Clarín y La Nación,
lo notable, lo impensado, es donde apareció la fractura del sistema,
es la ruptura de la alianza entre la prepotencia imperial de las plutocracias centrales y los pueblos de esas naciones que las acompañaron (y se beneficiaron) desde la primera guerra hasta el fin de la edad dorada allí por 1980,
dice Stiglitz (y prueba) que, a valores constantes, en 2011 el trabajador promedio de los EEUU ganaba menos que en 1968, con el agravante de que desde la crisis de 2008 perdieron sus casas, sus ciudades quiebran, no pueden financiar la educación de sus hijos, y etcétera, y el Estado recortó servicios básicos que castigan mas a los que menos tienen, en tanto el sistema salvó a Bancos y empresas con subsidios descomunales y enriqueció de forma escalofriante a sus directivos,ocurrió que la dinámica del capital transnacional desplazó el empleo industrial al Asia y acumula en paraísos fiscales que reproducen, autogeneran, ganancias a base de derivados financieros, y parece que tal catástrofe derivó en la alianza política que pone al Sr. Trump de presidente circunstancial del imperio por y no a pesar de su xenofobia, misoginia, racismo, prepotencia, peinado y etc.,
se dieron cuenta las gentes que hace rato que los estaban embromando y encontraron el camino para patear el tablero, bueno para nosotros en el tiempo de Macri y Temer, que apostaron a reintentar la política del mejor alumno del neoliberalismo (acá dicen que hay también “neodesarrollistas”) a ver si nos tocaba una parte de la limosna, y no te viene a ocurrir que quedan (quedamos) con el paso cambiado, cierto que ese paso cambiado nos traerá problemas, pero ninguno peor de los que estaban previstos, en tanto todo quedaría mas claro: siguiendo los humores del Sr. Trump cada quien deberá velar por sus intereses con sus propios recursos, notable también es la nota del mismo Stiglitz en el Clarín del domingo, está francamente desnorteado, Trump propone hacer todo lo que él dice en sus libros, reconstruir y multiplicar infraestructura, hacer tronar la OMC, el NAFTA, el transpacífico, la OTAN, aumentar el salario mínimo, recuperar el empleo industrial, reducir la desigualdad, y él (Stiglitz) desconfía, cuando no le desconfiaba a la Hillary que proponía dejar todo como está, es decir mal según el mismo Stiglitz, una observación, parece que hubiera, hay, una distinción entre modelos de“gestión de la globalización”, uno malo, de las transnacionales, feroz, y otro bueno, democrático, razonable, justo, en realidad no son ideas nuevas, se pueden rastrear en la antigüedad, en el renacimiento, en la social democracia, en Perón como Vos señalás, Negri y Hardt escriben sobre eso en “Imperio”, yo no veo esa diferencia, veo una sola modalidad de globalización que en realidad no tiene conducción ni objetivos globales, es en realidad el resultado de la práctica, las transnacionales no se preocupan por gobernar el mundo, se dedican a apropiarse de la mayor tajada de lo que hay o pueda haber, y ese es el problema, porque el aumento de su tajada sale de nuestro magro sustento, en ese punto la gestión “buena” de la globalización queda en exhortaciones y plegarias,
me animo a señalar que el Sr. Trump no dice ni parece pretender gestionar la globalización, sino pararla, eso es lo que dice, veremos, volviendo a casa,
a mi me parece que no solo el continentalismo no quedó atrás, sino que todavía no llegamos allí, que nuestro camino, al menos por ahora, es el de fortalecer el Estado Nacional, el Mercosur, tratar de que no nos traguen los chinos (incluso sin quererlo ni darse cuenta), hacer el esfuerzo de identificar nuestros intereses para defenderlos, no me parece que, hoy por hoy, nos de el cuero para mas, y si los norteamericanos, los rusos, los europeos, y quien cuadre, se agarran a empujones, la historia demuestra que si se olvidan de nosotros a nosotros nos conviene, en todo caso no nos comprarán los limones que ya no nos compran,
mas aun, creo que los Estados nacionales son la única herramienta de los pueblos para enfrentar el caos al que nos lleva el capitalismo financiero cuyo motor y virtud cardinal es la codicia, una articulación de Estados nacionales aparece como la única barrera visible frente a lo global anárquico,el Papa, por mas peronista que fuera Bergoglio, el Vaticano, la Compañía de Jesús (La Gran Logia, el Sanedrín y el Ku Klux Klan si querés) tienen otros puntos de vista, diversos y de diferente amplitud, magnitud, calidad, siempre globales, que este que es el único al que podemos acceder nosotros, nuestro trabajo es solo fabricar la Argentina, y con eso solo, fijate, nos va bastante mal…
en fin,
a mi me parece,
un abrazo,
Carlos Negri
