Un estudio comparó los coeficientes intelectuales de las personas con marcha lenta y rápida. Se analizaron tanto a niños como a adultos.
Muchas personas realizan reflexiones cuando caminan y existen incluso quienes hacen largos paseos para calmar la mente o aclarar las ideas antes de resolver un problema. Pero ahora un estudio estadounidense relaciona que la velocidad que una persona tiene al marchar es proporcional a su inteligencia.
A la vez, estudios de resonancia magnética que se realizaron para este trabajo, citado por el sitio web tuul.tv, demostraron que las personas que caminan poco muestran más señales de envejecimiento en sus cerebros que las personas activas físicamente o los que realizan caminatas aceleradas.
Por último, para el estudio se les pidió a ocho personas que vieran las fotos de los participantes y adivinaran que edad tenían. El resultado fue claro: a los caminantes lentos le dieron mayor edad que a los veloces.
Fuente: Ámbito