HELDER CAMARA falleció el 27 de agosto de 1999.
Arzobispo emérito de Olinda y Recife, figura relevante de las corrientes renovadoras de la iglesia por su sensibilidad y preocupación por los problemas de América Latina, fue vicepresidente primero del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) e intervino muy activamente en el desarrollo del Concilio Vaticano II.
Promotor de la declaración de los obispos del nordeste, en la que los altos dignatarios de la Iglesia brasileña condenaron las injusticias cometidas por el régimen militar contra los trabajadores nordestitos, fue uno de los fundadores de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) y defensor de los derechos humanos durante la dictadura militar brasileña, a raíz de lo cual fue acusado de subversivo y resultó víctima de campañas de prensa solicitando su silenciamiento y detención.
Fue un símbolo de la llamada «Iglesia de los pobres» y una de las figuras más destacadas de la «Teología de la Liberación», junto a teólogos como Leonardo Boff o Jon Sobrino. En 1962, el Concilio Vaticano II le proporcionó la ocasión de difundir sus ideas y de instar a la Iglesia católica a renunciar al lujo y al protocolo en favor de los pobres. Tras ser nombrado arzobispo de Olinda y Recife en 1964, su actuación pública y sus intervenciones en la radio y la televisión, preconizando la reforma social, le acarrearon el acoso del régimen militar; en 1968 su residencia fue ametrallada y un año después murió asesinado uno de sus más próximos colaboradores.
En 1970 el gobierno emprendió una campaña en su contra, acusándole de traidor y de hacer el juego al comunismo e impidiéndole el acceso a los medios de comunicación, a los que se ordenó silenciar su nombre. Jubilado en 1984, tras cumplir 75 años, algunas de sus alocuciones y sermones sobre cuestiones sociales se publicaron con el título de «Revolución en la paz«
A la vez, su actuación le valió numerosos premios nacionales e internacionales, siendo el único brasileño candidato cuatro veces al Premio Nobel de la Paz. Partidario de la Teología de la Liberación, de su muy voluminosa obra escrita cabe mencionar «El Evangelio con Dom Helder», «El desierto es fértil», «Mil razones para vivir», «Las conversiones de un obispo», «Cristianismo, socialismo, capitalismo», «Espiral de violencia», «La rebelión de los economistas», «Revolución de los no violentos: una iniciativa», «La Iglesia y el desarrollo de América Latina», «Para llegar a tiempo» y «Pobreza, abundancia y solidaridad».
Había nacido el 7 de febrero de 1909 en Fortaleza, capital del nordestito Estado de Ceará.
(Fuente: pensamiento discepoliano)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 27/8/2021