Por Rodolfo Oscar Negri –
El pasado 27 de diciembre, las letras de Entre Rios perdieron a uno de sus mayores poetas: inició el viaje sin retorno el notable escritor colonense Alfredo Jorge Maxit.
Dueño de un talento brillante, una bonomía sin igual, generoso, abierto, notable docente, pero –sobre todo- muy buena persona, Alfredo solía visitar Concepción del Uruguay y fuimos varios los escritores locales que tuvimos oportunidad (merced a su amplia generosidad) de iniciar una relación, de docencia y aprendizaje. Si bien la ultima vez que estuve con él fue en el espacio Alquimistas 222 adonde concurrió como un espectador mas a una reunión sobre literatura; sus últimas participaciones centrales fueron en el Club Social y en la presentación de su último libro, en la UCU.
En ocasión de su participación en el primer evento citado que se desarrollo el 30/8/17, recuerdo haber escrito para La Ciudad, esta breve crónica que comparto ahora –dolido y sentido, por su pérdida- con nuestros lectores:
En el ciclo “Conversaciones con escritores” que lleva a cabo el taller literario “Palabras”, coordinado por Susy Quinteros, se presentó en la sede del Club Social de Concepción del Uruguay el escritor de la vecina ciudad de Colón, Alfredo Maxit.
Alfredo Jorge Maxit es un poeta notable (y un docente brillante) con diez libros de poesía publicados, además de poemarios, dos libros en prosa, ensayos, críticas literarias, etc. Durante 38 años fue profesor de Literatura Española en el Colegio del Salvador en la Capital Federal donde residió 42 años hasta que, en busca de sus raíces, regresó a su ciudad natal.
El encuentro dio comienzo a las 17 horas y después de una presentación realizada por parte de Susy Quinteros, Alfredo Maxit tomó la palabra y comenzó con su alocución que estuvo centrada en la obra del poeta andaluz Antonio Machado. Su voz cálida, suave y pausada, supo generar un clima casi mágico y muy especial de silencio, admiración y respeto. Todo el ambiente se inundó de poesía. De la poesía de Machado, cuya magistral sencillez tomó vida en la palabra de Alfredo Maxit.
Los versos con términos sencillos, simples y amigables, fueron construyendo imágenes virtuales de extraordinaria y talentosa belleza que disfrutaron todos los presentes, algunos de quienes –además- tuvieron la oportunidad de leer trabajos del poeta español.
El remate fue una preciosa poesía del propio Alfredo Maxit dedicada a Machado con la que se dio término al encuentro. Fueron casi dos horas, pobladas de literatura de la mejor de nuestra lengua.
Felicitaciones a Susy Quinteros por esta iniciativa y muchas gracias a Alfredo Maxit por compartir y difundir parte del bagaje enorme de conocimiento y talento que posee.
La presentación de su ultimo libro: El bípedo que espera
Por su parte, el Espacio Editorial Institucional de la UCU presentó su edición del libro de poesías de Alfredo Maxit, «El bípedo que espera» el 6/11/16.
En palabras de Jorge Accame, Alfredo «se mueve entre la gravedad y la frescura, como si los versos fueran una cornisa por la que invita a caminar a los lectores. Quizá sea la condición natural de los que esperamos, buscando penosamente una bocanada de luz en cada recodo.
El bípedo que espera resignifica la definición platónica y se yergue como un personaje conmovedor que hilvana las composiciones de este libro en un extenso y único poema».
La vocación de Alfredo ha sido fundamentalmente la literatura (enseñanza y escritura). Este es su décimo libro de poesía lírica y también es autor de un poemario épico-lírico, San Martín nuestro. En prosa ha escrito Cuento sonámbulo y otros pretextos, La cartera del padre Lantelme, un ensayo histórico literario, y numerosos textos de crítica literaria; dos de ellos –Los Milagros de Nuestra Señora y la vecindad humana de Gonzalo de Berceo y Los hilos de oro de las coronas líricas de Fray Luis José de Tejeda y Guzmán– figuran en los repertorios bibliográficos sobre tales obras, como también su teatralización de la novela del Curioso impertinente de Cervantes, publicada por “Letralia. Tierra de Letras”, de Venezuela, en el libro digital de homenaje a los cuatrocientos años de “El Quijote”. Sus últimos trabajos ensayísticos son Anotaciones de Horacio Castillo a su poesía y Ensoñación y destino, una lectura de El País de los chajás de Martín del Pospós.
Después de 42 años de residencia en Buenos Aires y ya vuelto a su ciudad natal, escribe la nota semanal Ventana a la poesía en el periódico “El Observador regional” y dirige en su propia casa el taller de Escritura “Palabra en el tiempo”.
Mas sobre Alfredo Maxit
Alfredo Jorge Maxit había nacido en Colón, en 1942; el mismo lugar desde donde inició su viaje eterno el 27/12/19. Fue Profesor en Letras. En 1966 se trasladó a Buenos y en esta ciudad vivió hasta 2008, año en el cual, tras jubilarse, regresó a Colón. Entre 1990 y 2008 trabajó, asimismo, en la Dirección del Departamento de Formación Cultural y Creatividad de la Universidad Católica de La Plata, lo que le permitió vincularse con numerosos poetas y escritores platenses, algunos de los cuales dieron pie a sus trabajos críticos y ensayísticos. Su obra poética publicada incluye los siguientes libros: Entreluces (1996), De Lengua y Literatura y Poemas de aquí y ahora (2001), Con las palabras (2005), Des/habitaciones (2006), Sombras de luz (2007), En tránsito (2008), La poesía desde los poemas (2009), Cada luz (2011) y El Bipedo que Espera (2016). De su obra en prosa cabe destacar: Cuentos de vida y nada (narrativa), Del transeúnte imaginario (narrativa), Y cierro los ojos (narrativa), Cuento sonámbulo (narrativa), El curioso impertinente (teatro), Los milagros de Nuestra Señora y la vecindad humana de Gonzalo de Berceo (ensayo), Los hilos de oro de las coronas líricas de Fray Luis de Tejeda y Guzmán (ensayo), Agua del buen manantial. Homenaje a Antonio Machado (ensayo), La razón doliente y los signos del jardín. Una lectura de la obra poética de César Cantoni (ensayo), El antiguo valle de Roberto Themis Speroni, un fragmento de eternidad (ensayo), Anotaciones de Horacio Castillo a su poesía y otras notas amigas (ensayo y recopilación de textos) y La cartera del padre Lantelme (ensayo hitórico-literario). Para Rafael Felipe Oteriño, “…Alfredo Maxit es un poeta del pensamiento y de la reposada meditación –también lo es de su otra cara: la del dramatismo interior–, queriendo decir con esto que se vale del verso como instrumento para ir más hondo y más lejos. Su capacidad para poner al descubierto la condición reveladora de la palabra poética lo muestra como un laborioso explorador de lo indecible. Cada vocablo tiene cabida en el poema por su sonoridad, pero rápidamente se convierte en el haz de luz que busca indagar la huella de lo indeterminado”.
Algo de sus obras
Estética posmoderna
sustantivas andan
las palabras
no tienen lugar
los accidentes
mujeres
sin perfumes
ni carteras
evas
sin adán
sin paraíso
Fuente: Entreluces, Alfredo Jorge Maxit, UCALP, La Plata, 1996.
Llamado
Llama alguien
a la puerta
a la ventana
algo
alga
el mar
la noche.
Con la primera luz
las abejas están
sobre el cáliz
de la flor
callada
todavía
Fuente: De Lengua y literatura y Poemas de aquí y ahora, Alfredo Jorge Maxit, La Luna Que, Buenos Aires, 2001.
Finitud
Finalmente, ahí están
–como en foto–
las ganadoras.
Faltan las salidas
de los márgenes,
las que también tuvieron
presente de página.
Bailarinas
de resignados mutis.
Multitud de voces
inconsultas
entre sombras callan
formas infinitas
del infinito poema.
Fuente: Con las palabras, Alfredo Jorge Maxit, La Luna Que, Buenos Aires, 2005.
Auxilio
Con una molestia de cinco centavos,
una pensión de gracia que no alcanza
para vivir, el ciego
transita el vagón de la noche.
Cualquier moneda sirve
de fósforo.
Fuente: Sombras de luz, Alfredo Jorge Maxit, La Luna Que, Buenos Aires, 2007.
Del pozo
La infancia tenía un pozo
y no faltaba un balde
que bajara a buscarla.
Hados sucesivos fueron
tapando la boca fresca.
Calló la roldana
la arrojada costumbre
de otro viaje.
Fuente: Sombras de luz, Alfredo Jorge Maxit, La Luna Que, Buenos Aires, 2007.
Parábola
Pedía subir al monte de las promesas,
alcanzar la gracia de presentir el Reino.
No advirtió la luz tras las persianas,
el repartido pan de cada día.
Fuente: En tránsito, Alfredo Jorge Maxit, La Luna Que, Buenos Aires, 2008.
Del ser
Copa infinita de árbol
que no devuelve el río.
La Nada tampoco
habita los espejos.
Pretensión de mortales
extenderse en los nombres.
Fuente: Cada luz, Alfredo Jorge Maxit, La Luna Que, Buenos Aires, 2011.
El homenaje de Susy Quinteros
«Se fue el poeta, alma sutil y desvelada,
habitante de calles hacia el río,
horas lacias de ciudad donde el silencio aún respira.
Acaso el libro diga más que lo terreno y
queden para siempre los poemas que fueron tu alimento.
Aca estarás Alfredo amigo en los estantes que nos diste,
para entender que para siempre tus palabras giran en estrellas «
Susy Quinteros
Alfredo Jorge Maxit, gracias por todo el talento que nos brindaste y dejaste como herencia para las futuras generaciones entrerrianas.
Alfredo, descansa en paz.
