
La Iglesia eligió a los adultos mayores como protagonistas del tradicional ritual, debido a la situación económica acuciante que atraviesan.
Con la presencia del arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, esta jornada se lleva a cabo una misa en la Parroquia Virgen Inmaculada de en el barrio porteño de Villa Soldati, la cual fue convocada e impulsada por sacerdotes de barrios populares y villas de la Argentina, donde se llevará adelante el ritual católico que habitualmente tiene como elegidos a sectores vulnerables.
En esta oportunidad, las autoridades de la Iglesia optaron por brindar el lavado de pies a jubilados y jubiladas, debido a la acuciante situación económica que atraviesan. «Estamos muy preocupados y rezamos por los jubilados, queremos reconocer su dignidad, que tengan medicamentos y todo lo que necesitan”, expresaron en un comunicado difundido por curas de todo el país, entre ellos, quienes representan a la Familia Grande Hogar de Cristo.
La Iglesia realiza el lavado de pies a adultos mayores y pide «una jubilación digna»
En un fuerte mensaje hacia el gobierno nacional, también recordaron las palabras del cardenal Ángel Sixto Rossi, arzobispo de Córdoba, quien consideró que “restringir los medicamentos gratis es una eutanasia encubierta; chicos y grandes, ricos y pobres, enfermos y sanos, todos tenemos igual sagrada dignidad como hijas e hijos de Dios”.
También hicieron referencia al arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, actual presidente de la Conferencia Episcopal, quien planteó que “preocupan las medidas que aumentan la pobreza, así como la sobreactuación de la crueldad; preocupa todo tipo de corrupción; cuando el jubilado no percibe con justicia lo correspondiente a todo lo que trabajó”. Y mencionaron al papa Francisco, de quien afirmaron que «aprendemos que la vejez es la sede de la sabiduría».
«En nuestros barrios populares y en tantos otros lugares, los adultos mayores cuentan a las nuevas generaciones historias que combaten el olvido de las buenas costumbres y transmiten tradiciones religiosas, culturales y familiares”, continuaron los sacerdotes. Y remarcaron que un jubilado «no está retirado de la vida» sino «todo lo contrario», por lo cual «debe tener las condiciones adecuadas para disfrutar del tiempo libre, encontrarse con los hermanos y servir a los demás».
En ese sentido, recalcaron que, actualmente, es «muy difícil» disfrutar y descansar tras una vida de trabajo «si no le alcanza para alimentarse, tomar medicamentos y tener las comodidades que merece». «El buen descanso tiene raíces bíblicas y es parte esencial en la vida de un trabajador. En esa línea, debemos concebir la importancia de una jubilación digna”, enfatizaron.
(fuente: Ambito Financiero)
