En los últimos días han salido publicados en diferentes medios de la ciudad, la provincia y el país artículos que reflejan la situación crítica que están atravesando importantes sectores de la sociedad. El hambre, que parecía un fantasma que se había diluido ha comenzado a reaparecer y los comedores comunitarios reflejan esa realidad.
Queremos compartir con nuestros lectores estas notas, para que nuestros lectores (al menos aquellos que todavía no lo han hecho) tomen conocimiento de esta dramática situación. Situación –además- que parece agravarse día a día.
En tal sentido les traemos lo que en estos dos últimos días han reflejado el diario La Calle de nuestra ciudad, el sitio Babel Digital –también uruguayense- y Radio del Plata, de la Capital Federal:
El comedor Caritas Felices recibe a más de 50 gurises
Llegar al comedor Caritas Felices, en el corazón del barrio Zapata, es una brisa de aire fresco; en su casa, Jorgelina Domínguez se prepara cada día no sólo para brindarles un plato de comida a los más chicos, sino para transformarse en su segunda familia.
Acuden más de 50 gurises.
En un país donde todos tratan de sacar ventajas, donde la corrupción parece estar enquistada en la sociedad, donde los valores son pisoteados sin miramientos y los chicos presa fácil de los malos hábitos; llegar al comedor Carita Feliz en el corazón del barrio Zapata es una brisa de aire fresco. El trabajo que allí realiza Jorgelina Domínguez es admirable por donde se lo mire.
Entrar a su vivienda, humilde en lo material pero enorme en lo espiritual, es ir tomando conciencia del aporte que el comedor significa para más de 50 chicos, a los que se los alimenta y se los educa siendo esa humilde vivienda su segundo hogar y Jorgelina con el grupo de docentes que la acompañan su segunda familia. Jorgelina, Jor o “la Jorge” es un torbellino tanto hablando como trabajando y nos cuenta que “este merendero nació hace unos años a raíz de las falencias alimenticias que se veía en muchos chicos del barrio y ahora forma parte del programa Educando en Movimiento. Lo poco o mucho que se ha hecho es por el aporte de la gente y mucho esfuerzo” nos cuenta. “Los chicos almuerzan acá, tienen su copa de leche y por la tarde tenemos las actividades educativas. Educación física los lunes y miércoles; apoyo escolar y alfabetización para adultos martes y jueves y el sábado manualidades, apoyo escolar y clases de portugués a cargo de la profesora Liz” nos cuenta casi con orgullo Jorgelina.
“Aca –sigue diciendo el alma matter del merendero- todo se hace en base a esfuerzo, a ingenio y la ayuda que se recibe. Tenemos mucho que agradecer a Gabriela González, Ayelén Pedroza, Rocío Sabattier, Antonella Caire, Delfina Villagra, Guadalupe Torrilla, Alejandra Turín, Fernando, el profe de educación física y Liz, la profe de portugués quienes dejan horas para darle lo mejor a los pequeños tanto como aquellos que traen su aporte de comida o ropa”.
Los chicos eran atendidos, hasta no hace demasiado tiempo, en una pequeña habitación a la entrada de la casa de Jorgelina en Los Pinos 69 pero ahora ha logrado construirse, en el fondo, una habitación más amplia donde se puede estudiar y realizar las tareas con mayor comodidad. Pero faltan muchas cosas, hay promesas incumplidas y apenas si tiene una lámpara de bajo consumo colocada en forma provisoria. “Nos faltan muchas cosas; la luz, el agua, al menos un baño –con eso nos arreglamos-, el piso y un tablón para utilizar como mesa de estudio”, comenta Jorgelina. Podemos agregar que también el reboque a las paredes para que no se mojen los cuadernos y libros que allí se almacena como oro para que sean el apoyo de los chicos concurrentes.
En este sentido las promesas han sido varias, las que se cumplieron pocas por ahora; pero Jorgelina no baja los brazos, confía y hasta se “arremanga” para suplir algunas falencias colocando chapas o amenazar con hacer una mezcla para que el polvillo del piso de la nueva habitación no inunde a los chicos cuando estos juegan adentro en tiempos fríos o lluviosos. La ropa que no les sirve a los chicos va para la feria de ropas donde se recauda para comprar alimentos y todo lo que se necesita cada día. Ejemplos como el de Jorgelina hay muchos en la ciudad y en el país; en ella queremos reflejarlos a todos los que se sientan identificados con el trabajo que se realiza en el Barrio Zapata que, como los otros, merece el apoyo de todos aquellos que están en condiciones de hacerlo y que las promesas realizadas se cumplan. No se pide demasiado.
Hambre en Concepción: “Hace mucho que volvió gente a buscar leche que había dejado de venir”
Rita Acevedo de López es la encargada del comedor Casa del Niño San Roque, con llegada al barrio de la iglesia. «Desde el dos mil una empresa nos donaba todos los meses mercaderías, pero en noviembre del año pasado dejaron de hacerlo», destacó. «No estamos pasando un buen momento», le dijeron.
“La gente sigue donando, por eso podemos ayudar”, comentó. En este sentido, la titular del comedor dijo que los beneficiarios son unos 120 niños, más unos 20 adultos. La situación social económica en los barrios uruguayenses, Rita la comentaba en base a lo que le dicen algunos de los vecinos que van al complejo: “Me dicen ya la plata ya no les alcanza”, sostuvo.
Por otro lado, agregó un dato certero. “Hace mucho que volvió gente a buscar leche que había dejado de venir”, aseguró en diálogo con BABEL.
En el mismo camino de relato, Acevedo de López agregó: “Desde el dos mil nos donaban leche, azúcar, fideos. Una empresa. Todos los meses. En noviembre de 2016 dejaron de hacerlo».
«Nos dijeron que no donaban más”, comentó al respecto. “No estamos pasando un buen momento”, afirmó Acevedo de López, en cuanto a la última respuesta recibió por parte de sus ex donantes por 17 años. (Redacción de Babel).
Juan Carr: “Que digan lo que quieran del gobierno anterior pero dio la batalla por los más humildes”
El histórico titular de la Red Solidaria, Juan Carr, evaluó la actual situación social que vive la Argentina: “La comida es algo que está complicado. Ahora van familias enteras a todos los comedores porque la comida está cara. Sigue faltando un acuerdo. Me deprimo un poco cuando veo que hay más gente le falta la comida”, dijo en declaraciones al programa El fin de la metáfora (Radio del Plata).
Si bien reconoció el accionar de la actual ministra de desarrollo social, prefirió no opinar de la economía: “Es un momento difícil de describir. No tengo claro qué pasa pero hay una terrible conciencia de la sociedad de dar una batalla al hambre y la pobreza. La economía no es lo mío pero un momento especial. Este año, y especialmente este invierno, vinieron unos aluviones de personas y hubo lugares donde se duplicó y triplicó el número de necesidades de comida y abrigo“.
Finalmente recordó positivamente al gobierno de Cristina Kirchner, en el que él mismo había afirmado que se estaba cerca de lograr “hambre cero”: “Que digan lo que quieran del gobierno anterior pero dio la batalla por los más humildes”
