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Gregorio Samaniego: Guerrero y estanciero

por Pablo Stein     –

La sociedad colonial que heredamos luego del 25 de mayo de 1810, se caracterizaba por las enormes diferencias de clases que existían entre quienes ejercían el poder y el resto de la población, es que muchos criollos y españoles se vieron beneficiados por la “mercedes reales” y constituían sectores de privilegios tanto en las ciudades como en el campo.
Para estos sectores, sacarse de encima la presión ejercida por la monarquía y ejercer ellos mismos todo el poder posible los llevo a la búsqueda de la independencia, pero de ninguna manera a conceder concesiones de mejoras sociales al pueblo.
Gregorio Samaniego, rico estanciero de Gualeguaychú fue uno de ellos.
Guerrero de la independencia
Samaniego fue el estanciero de Gualeguaychú, que, producida la gesta de mayo, ofreció no solo su apoyo personal, sino su contribución en bienes, incluso seis armas de fuego, tan escasas en esos tiempos de lanzas y facones.
Sin embargo, el alcalde de la ciudad, Petisco juro lealtad al “Consejo de Regencia” organismo que reemplazaba al rey de España y rindió la plaza ante la invasión de Michelena que fuera enviado desde Montevideo por el Virrey De Elio a tomar C. del Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú.
 Samaniego unió sus fuerzas a las de Bartolomé Zapata y asaltaron los campos propiedad de Petisco expulsando a los invasores de todas las poblaciones que habían tomado. Luego de estos sucesos, Samaniego se convierte en el nuevo Alcalde de la villa y como tal pasa a desempeñarse en la defensa del litoral entrerriano.
El 14 de enero de 1813, Samaniego en compañía del capitán José Santos Lima se apoderan de una goleta realista y de dos veleros que navegaban en el arroyo Bellaco, tomando 5 cañones e incluso la bandera que los identificaba como monárquicos, pero no concluyen allí sus intervenciones contra el poder español, ya que un mes más tarde volvió a derrotarlos, esta vez sobre el Paranacito.
El Federalismo Revolucionario de Artigas
El centralismo porteño fue el primero en comprender que Artigas iba mucho más allá de la lucha por la independencia y como hasta ahí había jugado siempre a dos puntas negociando con ingleses, franceses, portugueses e incluso españoles, rompe con el caudillo oriental, lo declara traidor a la patria, otorga la categoría de Provincia a Entre Ríos, pero a la vez designa como gobernador a Blas Pico y es Samaniego el único aliado que tienen en la provincia.
Se libra el combate de “El Espinillo” con una clara victoria federal y Eusebio Ereñú junto a otros estancieros de la provincia permanecen fieles al Artiguismo, hasta que luego de producido el “Congreso de Oriente” el 29 de junio de 1815 y ya declarada nuestra independencia, el 10 de septiembre de ese mismo año se conoce el “Reglamento Provisorio para el Fomento de la campaña y seguridad de los hacendados” y con él se garantiza que “Los negros esclavos y los criollos pobres serán agraciados con suertes de estancias, si con su trabajo y hombría de bien propenden a su felicidad y a la de la provincia” y es terminante cuando afirma “Que los más infelices sean los más privilegiados”.
La Unión de los estancieros
 En 1817 Samaniego es Sargento Mayor y se une a Eusebio Ereñú el estanciero hasta ese momento Artiguista y Gervasio Correa de Gualeguay y todos ellos a la vez pactan en diciembre con el director supremo Juan Martin de Pueyrredón, pero no tienen en cuenta a Ramírez que se mantiene fiel al caudillo oriental.
Luciano Montes de Oca, acude en ayuda de los estancieros que ya han sufrido derrotas a manos de Ricardo López Jordán, medo hermano de Ramírez.
En las puntas del arroyo Ceballos, cerca de Larroque Ramírez lo derrota el 25 de diciembre y Samaniego se refugia en Gualeguaychú.
Combate de Saucesito y muerte de Samaniego.
Ante la derrota de Montes de Oca, Pueyrredón nombra al coronel Marcos Balcarce
para volver a invadir la provincia.
Saucesito está a unos mil metros del actual cementerio de San Benito, en Paraná y es fácil ubicar el lugar si desde la ciudad capital, se toma la ruta 12 en dirección a Crespo.
Los terratenientes entrerrianos en defensa de sus privilegios y aliados al centralismo porteño, enfrentaron el federalismo revolucionario que defendieron Ramírez y Gorgonio Aguiar, secretario de Artigas.
Ramírez recibió un tiro en una pierna es ese combate, pero Samaniego perdió la vida y bien puede adjudicarse para él, aquella máxima que dice que “Puedes haber dedicado toda tu vida a la revolución, pero si el ultimo día de tu vida traicionas, mueres como traidor”.
Conclusiones
1)Nunca confundir a personajes como Samaniego como héroes: Su lucha es por ambiciones personales o en defensa de su clase social.
2)La derecha nunca es solución para los problemas
3) La justicia social será producto de la organización del pueblo.
Bibliografía consultada:
Aníbal González Comas en google books; junio 2025
Tirso Fiorotto; Diario UNO; Abril; 2022,
Beatriz Bosch; “Historia de Entre Ríos”; Ed. Plus Ultra; Bs. Aires; 1991.

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