Por Roque Jose Giovenale –
Un equipo de uruguayenses ha aunado sus esfuerzos y sus capacidades bajo la dirección de Carina Resnisky para presentar en Concepción del Uruguay la obra “Final de Partida”, un clásico del teatro contemporáneo, escrito por Samuel Beckett.
Es protagonizada por Félix Gutiérrez y Joaquín Tomassi. Cuenta con la participación especial de Carlos Vecchio.
Final de partida, está poblada por mil metáforas. Sugiere una infinidad de significaciones y es considerada una obra emblemática al tiempo de exponer un mundo en crisis. En la Argentina fue protagonizada por Alfredo Alcón en 1990 y en el 2013, oportunidad en la que también estuvo a cargo de la dirección.
Las próximas funciones tendrán lugar en el Auditorio Carlos María Scelzi el domingo 20 y el viernes 25 de noviembre a las 22 hs.
FELIX GUTIERREZ: “ME FASCINO LA IDEA DE UN CLASICO”
La Ciudad: Volver al escenario y haciendo Beckett; ¿Cómo lo vivís?
Félix Gutierrez: Hice algo en la UP4 y ahora estoy en un taller en San Isidro, pero a esto de volver a las tablas, pensaba que no lo iba a hacer nunca más. Carina vino y me lo propuso. Yo lo rechacé, pero después me largué. Yo no podía caminar, andaba con bastón y fue raro, extraño. Perdí la pasión.
Estoy en la prédica de un teatro cada vez más profundo y más adulto, pero a ese entusiasmo lo perdí. Decía Alfredo Alcón –Ojo cuando se pierden los nervios- Yo entré a trabajar sin nervios. Me sirvió más el hecho de mi experiencia, de estar 50 años arriba de las tablas, de tener grandes maestros como Dragún, Sanchis Sinisterra, el viejo Calatayud, Schwartzman, hasta el mismo Filipelli. Todo eso se juntó en un momento.
Me ayudó el hecho de haber dirigido tanto y tener una excelente directora como Carina. Es buena, muy exigente. Hicimos varios trabajos y tuvimos muchos inconvenientes. Lo que se ve en el escenario no tiene nada que ver con el principio. Fue un trabajo lento para que cada uno encontrara el alma del personaje. Ella trabajó con nosotros, como si trabajara con profesionales. En ningún momento hizo taller con nosotros. Trabajamos a rajatablas 5 o 6 horas, viernes, sábado y domingo. Fue un trabajo muy intenso.
Me fascino la idea de un clásico. Me impresionó el texto.
Recuerdo la época de Casa de la Cultura, con el “Gringo” De Michele, con Porota(Cecilia Elicabe), con Eugenia Orlegui, haciendo obras de Bertolt Brecht, Tennessee Williams, Arthur Miller, Eugéne Ionesco, de ese teatro tremendo!!! El público acompañaba. Lo mío quedó inconcluso, no pude hacer “Calígula” una obra de Camus. Antes de morirme quiero dirigirla.
Uno subestima al público y nada que ver. Me llevé una sorpresa el día del estreno de “Final de Partida”, estaba lleno y en la segunda función había unas 80 personas.
El teatro es un milagro. A mi el teatro me salvó la vida, de mi enfermedad, y estoy sobreviviendo. Como decía Nietzsche, lo único que justifica la existencia es el hecho estético, y esas ganas de mirar hacia adelante.
Lo que intento es darle la posibilidad a todas las personas jóvenes, como es el caso de Carina.
Siempre parto de esto, el teatro es joven y necesita de la gente joven, sino el teatro muere. No se puede detener en Félix Gutiérrez y en gente que tiene la edad de Félix Gutiérrez. Tenemos que abrirles el camino, como lo hicieron los grandes a nivel nacional. Dragún venía acá simplemente como un tipo que militaba por la cultura. Tenemos que aprender de esos ejemplos, sino vamos a terminar dos o tres mirándonos en un espejo, con una estética que creemos que es lo más maravilloso y es una terrible mentira.
En “Final de Partida” a mi me sorprendió el recibimiento. No lo esperaba, aparte no soy actor. Soy director, soy docente de teatro. Por equis circunstancia subí, por darle una mano a una muchacha joven que se proyecta como una gran directora. Hay que darle la posta a otros. Ya tengo 68 años. Me encanta el teatro pero tengo que dejar pasar a los pibes, son la energía, la vitalidad, yo no puedo, salvo en un sillón de ruedas.
Carina se portó muy bien conmigo cuando yo estuve muy enfermo.
CARINA RESNISKY: “PARA MI ES UNA OBRA HIPERREALISTA”
Carina Resnisky: Es la primera vez que se representa una obra de teatro de Beckett en C.del Uruguay. Este año se celebra el 110º aniversario del nacimiento de este autor. En distintos lugares del mundo de están llevando a cabo diferentes eventos y funciones de sus obras.
Desde hace tiempo tenía muchas ganas de hacer “Final de Partida”. La idea de convocar a Félix me salió inmediatamente con las ganas de hacer esta obra.
El año pasado se lo propuse y a partir de la aceptación, convoqué al grupo, que hoy en día forma el equipo, a Joaquín Tomassi, el otro protagonista, a Carlos Vecchio con una participación especial y a todo un equipo de artistas de reconocida trayectoria en la ciudad.
Es una obra de teatro del absurdo que a mediados del siglo XX fue uno de los subgéneros más importantes y de ruptura. Es un teatro de postguerra. Está muy marcado por el existencialismo, que es el gérmen de este tipo de obra.
Pasa el tiempo y uno se apropia, es lo que pasa con las obras que son universales, con los clásicos. Tienen una vigencia particular en cada momento histórico. Lo que me pasa con esta obra es que no me parece del absurdo. Me parece hiperrealista. Hay todo un planteo en relación a los vínculos, si bien la narrativa no es una narrativa clásica con un argumento, y con un principio, un desarrollo y un final, sino que este tipo de teatro está basado en una repetición y en juegos que se hacen con la palabra, con el lenguaje y tiene mucho ritmo. Sin tener música, la palabra es musical. Entonces no importa tanto lo del entendimiento, esto de comprender o no comprender lo que se está viendo. En realidad no hay mucho que comprender, salvo la experiencia de estar y ver lo que eso le produce a cada uno.
Es como cuando nos ponemos frente a un cuadro abstracto y cada uno tiene una experiencia particular, después uno consulta y tiene las mismas impresiones que otras personas, pero hay algo que atraviesa el entendimiento. Esto tiene que ver con algo más esencial, tiene que ver con los juegos de palabras, con los juegos con el espacio, juegos que se producen en los vínculos de estos personajes, que esa relación puede ser de padre-hijo, de hermano-hermana, de una pareja. Ese vínculo se puede transformar en muchos otros.
Lo hiperrealista tiene que ver con la realidad que estamos viviendo ahora, tiene que ver con la puesta. Está llena de metáforas, el espacio por ejemplo, tiene que ver con como se cuentan los vínculos, ya no parece absurdo. Es un refugio donde están los protagonistas, puede ser muchas cosas. Es un refugio donde sólo están ellos. Es una especie de fín del mundo donde aparentemente no hay nada más, excepto, algo como una pulga o como un niño que se ve a lo lejos.
Hay distintas referencias de vida. No quieren salir de ahí y hay algo de no poder salir.
Al ver los personajes, se entiende porque quien está en silla de ruedas se quedó sólo, se ve en sus vínculos, en sus relaciones con sus padres, porque una persona así se queda sola.
Lo que se plantea son preguntas, pero preguntas para cada persona que asiste. La idea es que el espectador se vaya preguntando ¿Por qué estamos haciendo esta obra hoy? ¿Qué le movilizó de esta obra a cada uno? ¿Qué es lo que puede vislumbrar cada uno?
La Ciudad: ¿Cómo te sentís dirigiendo al maestro?
Carina Resnisky: Es muy emocionante. Yo lo considero parte del aprendizaje mismo de la vida y del teatro. Es tener la posibilidad de cambiar de rol. El fue la primera persona que me dirigió, entonces esa generosidad en los vínculos y ese respeto, fue lo que construimos nosotros. Esa es un poco la síntesis del vínculo también, del respeto, de la confianza, de la madurez también. En otro momento no se me hubiera ocurrido y no sabía si Félix iba a aceptar porque hacía varios años que no actuaba, tampoco había sido dirigido por otra persona, salvo en su juventud. Es una situación muy especial.
LC.: ¿Y de Joaquín Tomassi qué nos contás?
CR: Está haciendo la carrera de actuación, dirección y puesta en escena en Buenos Aires. Es un joven con una trayectoria bastante rica en experiencia artística. Se desempeña profesionalmente. Ha participado en películas, teatralmente tiene también su experiencia y la verdad que trabajar con un actor de mucha experiencia es un hermoso desafío. El está transitando airoso esta experiencia. Con Félix conforman una muy buena dupla. Esto también es fruto de los ensayos, de las comunicaciones. Trabajan muy a la par.
LC.: En cuanto a la concurrencia del público, Ustedes piden puntualidad.
CR.: En este tipo de propuesta, la contemplación, la escucha, la atención, el silencio son muy importantes para entrar en ese código y sobre todo por respeto a las personas que están en el escenario necesitamos que el público llegue a horario. Se llega a una ceremonia, proponemos la comunicación desde otro lugar. Es muy importante para esa hora y media apagar el celular, pedimos no sacar fotos, estamos alentando a esa comunicación, a esa comunión entre quien está arriba del escenario y quien lo recibe activamente. Uno está haciendo y el otro está escuchando, está pensando.
