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Felicismo y el país de las mujeres

Por la Dra. Sara Liponezky  –   

“El país de las mujeres”, es el título del libro que publicó en el 2010 la muy talentosa y siempre comprometida escritora nicaragüense Gioconda Belli. Le fue otorgado por unanimidad el IV Premio Hispanoamericano La otra Orilla, al que concurrió con el seudónimo de Viviana Sanson y el título “Crónicas de la Izquierda Erótica”.

Desde la presentación ya se abre una inquietud por meterse en el texto, que es claramente provocativo, sugerente, novedoso y profundo, sin desmedro de un humor inteligente tan característico de su autora. También podríamos calificarlo, a la luz del tiempo que siguió, como visionario. Aunque el surgimiento de líderes que ganaron la presidencia en varios países latinoamericanos como Argentina con Cristina Kirchner; Brasil con Dilma Rousseff y Chile con Michelle Bachelet; como otros europeos cuyo caso mas destacable es el de Ángela Merkel como primera ministra alemana, no reprodujo exactamente la historia que narra Gioconda.

En su formidable ficción la escritora invierte, pone cabeza abajo a la sociedad humana tal como se constituye desde sus orígenes. Es que en Faguas –el país imaginario de Belli- se conforma un partido de mujeres que conquista la presidencia para Viviana Sanson. Y consecuentemente Sanson integra su gobierno exclusivamente con mujeres. En la misma línea asume como paradigmas insoslayables  ciertas cuestiones especialmente relevantes como la condena sin piedad a los violadores, a la violencia y la discriminación en todas sus formas, a la injusticia como un mal enquistado en la sociedad que resuelven cambiar. Es una transformación que conmueve los cimientos conceptuales y formales de ese país con una impronta identitaria que no repite los vicios y prácticas masculinas, sino que procura erradicarlos. Y lo hacen con la perseverancia, la resistencia y la resiliencia propia de sus protagonistas, ante toda adversidad.

Entonces se advierte la diferencia. A nadie escapa que el feminismo, con sus matices y contradicciones implica una revolución ideológica que ha impactado fuertemente en los últimos tiempos. Es un camino con estaciones pendientes, entre ellas el fortalecimiento de la solidaridad de género como estrategia poderosa para fortalecer nuestros nuevos espacios en la sociedad patriarcal. En castellano básico quiere decir, APUNTALAR A LA NUESTRA QUE LLEGA, NO COMBATIRLA. La que llega por voluntad del conjunto, debe actuar con CONCIENCIA DE GÉNERO, quiere decir: asumir una agenda que tenga en sus prioridades las cuestiones que nos preocupan y afectan. Y no ocuparse de reproducir las viejas prácticas instaladas en la política por el predominio masculino, más bien incorporar su visión, su intuición y su experiencia propia diferente.

Dice en un fragmento ilustrativo y emblemático de esta obra magistral:

´*Declaramos que nuestra ideología es el «felicismo»:  tratar de que todos seamos felices, que vivamos dignamente, con irrestricta libertad para desarrollar todo nuestro potencial humano y creador y sin que el Estado nos restrinja nuestro derecho a pensar, decir y criticar lo que nos parezca. Se dejó caer sobre el butaco de madera que Rosa le alcanzó. Sacó un cigarrillo y expelió una larga cinta de humo. Mercedes le pasó un vaso de agua. A ella se le notaba en los ojos que había llorado*

 

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