
Por excursión y por cazador, se permiten este año: 4 liebres, 9 perdices chicas, 6 patos picazo y 3 ejemplares de cada uno de los otros patos permitidos. «Indistintamente, en sumatoria no se pueden cazar más de 6 ejemplares. Para este 2022, se disminuyó la cantidad de anapios permitidos en relación al año anterior, porque a través de los muestreos que realiza la Dirección de Recursos Naturales se ha advertido que las lagunas del Delta estaban mayormente secas. Ahora ha entrado un poco de agua, pero la bajante ha afectado el hábitat de esta especie. Por eso se redujo la cantidad». Asimismo, la Resolución vigente prohíbe estrictamente la caza deportiva menor de cualquier otra especie silvestre que no haya sido expresamente permitida.
Las excursiones de caza “deberán efectuarse los días sábados, domingos y feriados, vísperas o posteriores al feriado”.
Farall comentó a Fm Estación Plus que «en cuanto a las armas a utilizar, hay requisitos establecidos a nivel nacional. En principio, no cualquier persona puede tener un arma, sino que tiene que estar correctamente habilitada a través del Registro Nacional de Armas. Hay legislación provincial y específicamente hay determinados calibres a emplear para este tipo de actividad».
Pero un arma no es lo único necesario para ejercer la Caza Deportiva Menor, sino que la requisitoria es aún más amplia. Así lo reveló el director provincial: «El cazador tiene que tener el Permiso de Caza, que se gestiona en los diferentes Puestos Camineros de la Policía de Entre Ríos, ubicados en los accesos a la provincia -como Brazo Largo, Victoria ó el Túnel Subfluvial-. Lo propio se puede tramitar en la Dirección General de Fiscalización, con oficina en España 33 de la ciudad de Paraná. A los residentes se les otorga un permiso anual, que ronda los $1.000; y a los no residentes se les otorga un permiso transitorio, que tienen un costo aproximado de $660, siendo utilizados -por ejemplo-, para una excursión de fin de semana; y el permiso a extranjeros, tiene un valor superior a los $4.000. Están correctamente regulados y hay que reunir las condiciones para ejercerlos».
Por otra parte, Farall indicó que «la práctica de la Caza Menor conlleva una Hoja de Ruta, la que se encuentra ligada a la autorización del propietario del campo o inmueble donde se va a realizar la actividad deportiva» y agregó: «Obviamente que está sujeta a horarios diurnos y respetando la convivencia con los moradores que han dado el consentimiento. Existen también establecimientos rurales específicamente habilitados para el Turismo Cinegético, que es la denominación que reciben estas prácticas. Se dedican a guiar y ofrecer espacios para estas ‘cazas pluma’, siendo sólo habilitados por nuestra Dirección».
La Caza Deportiva Menor habilitada es sectorizada, ya que la geografía entrerriana no presenta en toda su extensión las mismas condiciones para los ejemplares aludidos. En relación a ello, el director precisó: «Está absolutamente prohibido cazar en las Áreas Naturales Protegidas y en la superficie de la Reserva de Salto Grande. Está totalmente vedada en los departamentos Paraná, Diamante, Federal, Concordia, Colón, San Salvador e Islas del Ibicuy. Sí es posible en partes de los departamentos Nogoyá, Gualeguay, Gualeguaychú, La Paz, Villaguay y Victoria».
«Las Brigadas de Abigeato son las que están facultadas con el poder de Policía para el control de todas las condiciones inherentes a la Caza -tanto mayor como menor- y son quienes auxilian a los organismos de Fiscalización y a la Dirección de Recursos Naturales para garantizar el cumplimiento de las normativas. Las mismas no son más que medidas necesarias para no afectar el medioambiente y en especial, el ciclo de vida de la fauna», sostuvo el funcionario provincial.
Con la mirada puesta en la situación actual y la proyección posible de realizar sobre las poblaciones de aquellas especies referenciadas, Mariano Farall analizó: «Si bien la Liebre Europea es una especie introducida, ya está habituada a nuestros campos y estaremos tratando de cuidar cada vez más su presencia en la zona. Muchas especies son migratorias, nativas y por eso desde la Dirección de Recursos Naturales estamos en permanente contacto con otras provincias e incluso con la República Oriental del Uruguay, para intercambiar los monitoreos y así regular cada vez más este tipo de actividades. Cuanto más afinada esté, mejor estaremos cuidando a estas especies y lograremos que se mantenga su presencia a través del tiempo».
El profesional no desconoció que en tiempos de economía apremiante, resulta más complejo poder concientizar, pero enfatizó: «La Provincia de Entre Ríos no permite la caza comercial de liebres ni perdices. Sólo se permite la caza deportiva menor y en los valores más bajos que hemos tenido respecto de la cantidad de piezas. Por otra parte, no hay acopios registrados -como existen en otras provincias-, precisamente por estar absolutamente prohibida la caza comercial», concluyó.
Repudiaron la habilitación de la caza de especies autóctonas en Entre Ríos

El Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (Ceydas) dio a conocer un duro posicionamiento contra la resolución Nº 1.099 de la Dirección de Recursos Naturales de Entre Ríos que señala “la necesidad de habilitar la Temporada de Caza Deportiva Menor para el año 2022” en la provincia.
La medida administrativa permite hasta el 15 de agosto que se puedan abatir liebres, perdices y patos de tipo Picazo, Sirirí Pampa, Sirirí Colorado y Capuhino. Es “insólito” que se permita “la caza de animales autóctonos”, calificaron desde la ONG. Criticaron que no haya estudios de las poblaciones de especies permitidas y tampoco de la presión cinegética, observaron a Era Verde.
“En una decisión a contramano de lo que ocurre en el resto del mundo, la Dirección de Recursos Naturales de Entre Ríos habilitó la temporada que permite la caza de cinco especies de aves autóctonas”, señaló Ceydas haciendo foco en las especies de pato que el funcionario a cargo, “Mariano Farall decidió colocar en la lista de especies habilitadas para la caza”.
En diálogo con Era Verde, el integrante de la entidad Gabriel Bonomi comentó que están “consternados con esta noticia lamentable”. En este orden apuntó que “habilitar la caza sin fundamentos técnicos, o por lo menos sin difundirlos, es algo muy desprolijo, realmente fuera de lugar, muy a contramano de lo que está ocurriendo en el mundo donde cada vez se limita más a la caza deportiva y acá abrimos las puertas para que todos vengan”, planteó.
“Debería haber estudios poblacionales de la especies en cada uno de los departamentos donde se habilita la caza. Debería haber estudio de la presión cinegética que hay en cada una de los departamentos que se habilitó la caza. Estoy casi seguro que no los hay, pero en todo caso si los hubiera es obligación de los funcionarios difundirlos, no pueden ocultarle eso a la sociedad. Y esto es un grave error; se están ganando un problema me parece con todo esto porque hay un repudio general de la sociedad, porque hay una tendencia a proteger los valores naturales que tenemos, es una tendencia mundial”, afirmó.

La temporada de caza menor tendrá lugar durante tres meses, y rige desde el pasado 14 de mayo hasta el 15 de agosto, “en todo el territorio de la Provincia de Entre Ríos, excluyendo las Áreas Naturales Protegidas”, se indica en el artículo 1º. La cantidad permitida por excursión –artículo 3º– y por cazador es de 4 liebres (Lepus europaeus), 9 perdices chicas (Nothura maculosa), 6 patos Picazo (Netta peposaca), 3 patos Sirirí Pampa (Dendrocygna viduata), 3 patos Sirirí Colorado (Dendrocygna bicolor) y 3 patos capuchino (Anas veriscolor).
Los días permitidos para las excursiones de tiro a los especímenes vivos se establecieron en “sábados, domingos y feriados, vísperas o posteriores al feriado” (artículo 4º). Se instaura también que cada cazador tenga licencia y permiso para la caza deportiva menor (artículo 5º) y una “Hoja de Ruta del Cazador” (artículo 6º).
No obstante se abre la temporada para todo el territorio provincial, se fijan zonas de veda: Toda la superficie de los departamentos Diamante, Federal, Conocordia, Colón, Paraná, San Salvador e Islas del Ibicuy y parte de Gualeguay, Gualeguaychú, La Paz, Victoria, Nogoyá y Villaguay, así como el área de Reserva Salto Grande, que especifica el inciso b) del artículo 7º.
“La polémica decisión –cuyos fundamentos técnicos no se dieron a difusión por parte del organismo– se toma luego de un año 2021 con una gran sequía en toda la provincia y gravísimos incendios en el Delta que provocaron la disminución de las poblaciones y la dificultad para reproducirse”, reprocharon desde Ceydas sobre la resolución Nº 1.099.
Precisamente, en los considerandos de la normativa alude “que de acuerdo a la bajante pronunciada de los ríos Paraná y Uruguay y el sistema de sus valle aluviales y lagunas conectadas que son centros de reproducción, cría, alimentación y migración de las distintas especies de aves acuáticas habilitadas en temporada del grupo de los Anátidos se observa en sus poblaciones una disminución en el número de individuos”, pero que de “acuerdo a estas pautas, se reducen los cupos establecidos” y se plantea una “rotación de estas especies”.