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NUESTRO HOMENAJE A LA ESCUELA NORMAL, FORMADORA DE FORMADORES

El nacimiento de esta Escuela se debe a un acuerdo celebrado a mediados de 1869 entre el entonces presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento y el Gobernador de la Provincia de Entre Ríos, Don Justo José de Urquiza.

De esta manera el 17 de marzo de 1873 se inicia la misión de contribuir a formar maestros en la Escuela Normal de Preceptores de Concepción del Uruguay.

En esta fecha también asumen sus autoridades; entre ellas su Directora la Sra. Clementina Comte de Alió que ocupó el cargo por 26 años y tuvo la responsabilidad de organizar los primeros pasos de la escuela.

Clementina no era nativa de nuestra provincia, pero su actividad tuvo mucho que ver con el progreso de nuestra ciudad. Nacida el 4 de enero de 1830, en Nimes, Francia, llega a nuestro país en 1869 en compañía de sus tíos, los esposos Cambaceres.

Clementina contaba con amplios conocimientos ya que había estudiado hasta los 18 años en uno de los mejores colegios de su ciudad natal. En Buenos Aires conoce al Dr. Agustín Mariano Alió periodista republicano español, con quien contrae matrimonio.

En el año 1871, el Dr. Alió fue designado Rector del Colegio Nacional del Uruguay y ambos se trasladan a nuestra ciudad.

Al año siguiente el presidente del Departamento General de Educación de la provincia, el Dr. Ruiz Moreno, tiene a cargo la designación de la Directora de la Escuela Normal de Preceptores de Concepción del Uruguay. Sin embargo, Clementina rechazaba el puesto tal vez por modestia.

En enero de 1873 Ruiz Moreno se dirige al Poder Ejecutivo promoviéndola en el cargo de Directora y a la Señorita Victoria Reigueissen como Vice Directora, recomendando su grado de cultura y conducta moral. Finalmente, la Sra. Clementina acepta.

Su esposo se convirtió en su apoyo incondicional, siendo Rector del Colegio, la guió en su gestión, se convirtió en su sostén y consejero inseparable y su figura fue la base del afianzamiento de la escuela. El mismo se encargó de la adquisición de todos los muebles y útiles necesarios para la instalación de la escuela, en Buenos Aires.

Una vez en marcha la escuela, las alumnas concurrían diariamente a pesar de los prejuicios de la época ya que no se concebía la idea de una Escuela Normal de Mujeres sin internado.

Su Directora bregó por la instalación del mismo desde los primeros tiempos, en las estipulaciones del Reglamento Interno (que ella dictó) figuran los preparativos iniciales para el comedor. Se debe destacar también que en los primeros tiempos el dictado de casi todas las asignaturas estuvo a cargo de la Directora y Vice.

Mucho debió insistir la Sra. de Alió para que se fueran incorporando nuevos profesores en las distintas cátedras. Es evidente que pese a los obstáculos la Señora Clementina tenía su objetivo preciso, captando las modalidades sociales de la época, se propuso lograr la primera promoción de maestras. Así al finalizar el año, cinco estudiantes aprobaron el curso correspondiente al primer año: Concepción Calvento, Toriba Cuaz, Josefina Díaz, Dolores Ruiz Moreno y Tomasa Sanchez.

La satisfacción de la Señora Directora se debía no sólo a que la labor del año haya sido fructífera, sino haber despertado la conciencia de la sociedad de lo que significaba el establecimiento constituyendo sus cimientos sólidamente.

Tuvo noción exacta del problema del analfabetismo y trató de llevar la educación a todos los confines. Además, intentó formar profesores especializados en materias afines. Si bien solicitó beneficios para el personal docente siempre fue severa en cuanto a las obligaciones de los mismos.

Debemos hacer hincapié también en su participación en el Congreso Pedagógico Internacional en 1.882, cuya acertada intervención despertó la admiración del gran propulsor de la enseñanza, Domingo Faustino Sarmiento.

Cuando en 1.899 se produce su retiro voluntario, la escuela sufrió el desprendimiento, pero ya estaban asentados los principios y en toda su organización asomaba la personalidad de su primera directora.

En 1.916 se produce su fallecimiento en la ciudad de Rosario, el Ministerio de Instrucción Pública de la Nación autorizó al Director del Establecimiento la suspensión de clases en día del sepelio en su homenaje.

El gobierno de Entre Ríos no podía permanecer ajeno y se firma el siguiente decreto de honores: «Paraná, noviembre 20 de 1916. Habiendo fallecido anteayer en Rosario de Santa Fe, la Sra. Clementina Comte de Alió fundadora, organizadora y primera Directora de la Escuela Normal de Maestros de Concepción del Uruguay, organizadora de la Escuela Profesional de Mujeres de la misma ciudad, educacionista ilustrada y fervorosa que orientó el espíritu de maestros en el sentido más abnegado ejercicio del magisterio de la enseñanza y dama de nobles virtudes y de fecunda actuación social en la ciudad prenombrada: el Gobernador de la Provincia decreta: 1.- manténgase a media asta la bandera nacional en los edificios públicos de la provincia en el día de la fecha, y en el sepelio de los restos de la extinta en Uruguay en cuyo se hará representar el gobierno; 2.- Diríjanse mensajes de pésame a la hija de la Sra. De Alió, Doña Agustina Alió de Quijano y el Director de la Escuela Normal; 3.- Hágase saber al Consejo de Educación de la Provincia a los efectos que juzgue convenientes.»

La obra realizada por esta gran educadora trascendió los límites de nuestra ciudad, siendo ejemplo de desarrollo y progreso. Su gestión es considerada patriótica y su éxito se debió a su fortaleza y claridad de pensamiento, su voluntad y sobrada inteligencia.

Información extraída de Internet con fuentes de Urquiza Almandoz, Oscar F. «Historia de la Escuela Normal de Concepción del Uruguay» En Revista “Ser” n° 15.

Del Trabajo de Andrés Rousseaux sobre el Centro Cívico se extracta y comenta:

En agosto de 1.915 el Rector de la Escuela Normal de Maestras recibe la orden de las autoridades del Ministerio de Educación de la Nación de trasladar todas las dependencias de la Escuela al nuevo edificio, el actual, situado en las cuatro manzanas circunscriptas por las calles Jordana, Alberdi, Mariano López y 9 de Julio, desde los edificios donde funcionaba, es decir la “Casa de Dolores Costa”, como se conoce al edificio de 25 de Mayo y Galarza (hoy Correos) donde funcionaban los cursos de Magisterio y éste de Independencia (hoy Supremo Entrerriano) y Galarza n° 617, donde funcionaban parte de los cursos de aplicación, funcionando el resto en el edificio de Galarza y Colón, hoy Eva Perón.

A fines de 1.923 el Gobierno Provincial a cargo de Ramón Mihura ofrece a la Intendencia de esta ciudad la cesión de este Edificio con el fin de instalar las Oficinas Municipales. Se acepta la donación por ordenanza del 23 de enero de 1.924. Se repara y adapta el edificio, especialmente por los nuevos servicios sanitarios de agua y cloacas, que comienzan a funcionar el 1 de enero de 1.928.

El 6 de septiembre de 1.928 comienza la mudanza desde el viejo “Edificio de la Comandancia” y se estrenan nuevos muebles para el edificio. El 3 de agosto de 1.984 se inicia la mudanza de las dependencias municipales al nuevo Edificio del Centro Cívico, frente a la Plaza Ramírez.

(fuente: http://ciudaddeluruguay.com.ar)

Esta nota fue publicada por La Ciudad el 11/9/17