Por Lic. Pedro Fruniz –
Según da cuenta el autor local Andrés René Rousseaux en sus obras sobre nuestra ciudad, el 1° de agosto de 1905, el Director de la Escuela Normal, Don Justo Balbuena, recibió por telegrama la orden de proceder a mudar el establecimiento, al nuevo y amplio edificio que se había terminado de construir.
Motivados por esta información, profundizamos el estudio y la investigación del tema en nuestros fondos del Archivo Histórico Escolar.
Sin hacer mención alguna al telegrama citado por Rousseaux, podemos decir con toda certeza, que existe una nota enviada por el Rector de la Institución, el 9 de agosto de 1915, al Señor Presidente del Honorable Consejo Nacional de Educación, donde le dice: “Tengo el agrado de poner en su conocimiento que el pasado 7 del corriente, el subscripto recibió del inspector de arquitectura de ese H. Consejo, D. Julio C. Aldunate, el nuevo edificio destinado al funcionamiento de esta Escuela Normal”.
En esa misma nota, Balbuena insiste en la necesidad de trasladar cuanto antes la Institución al nuevo edificio, por la peligrosa situación con la que se convive, habitando en dos edificios a la vez. Recordemos que, por entonces, el establecimiento ocupaba el edificio histórico primitivo y original de la Escuela Normal de Maestras, ubicado en las actuales esquinas de calles Supremo Entrerriano y Gral. Galarza, y el edificio Casa de Urquiza, propiedad del Estado Nacional, en convivencia con el Correo.
Apurado estaba el Rector por efectuar un trasladado que no será sencillo, aunque mucho menos lo fue el poner a punto el nuevo edificio. Los reclamos y ajustes serán de los más variados, destacándose sobre todo la necesidad de habilitar la electricidad, y también el arreglo del entorno donde se ubica la nueva dependencia. En este sentido, es interesante citar la nota enviada por el Director al Señor Presidente de la Municipalidad de Concepción del Uruguay, en donde le dice: “(…) me permito solicitar a Ud. quiera adoptar las medidas del caso para mejorar el estado de las calles adyacentes y aumentar el alumbrado existente (…).
Claro… es que, a nosotros, habitantes del siglo XXI, nos parece poco probable que el actual entorno de la Escuela no estuviera apto. Sin embargo, Balbuena nos mostrará con sus palabras, una vez más, que la actual ubicación era por entonces un lugar incluso lejano por el cual no estaba acostumbrada a circular la comunidad de vecinos y mucho menos el alumnado. En nota al Ministro de Instrucción Pública, en marzo de 1916, Balbuena dirá: “(…) El traslado del establecimiento a su nuevo edificio, situado en un barrio de población poco compacto y alejado del centro de la ciudad, ha determinado un acrecentamiento de las distancias, para muchos considerable, que los alumnos deben recorrer cuatro veces al día, sin que pueda disponerse en esta ciudad, de un medio de transporte poco oneroso (…)”.
No será fácil el traslado, pero la ansiedad podrá más. La situación con la que convivía la Escuela tenía años de arrastre. Desde la fundación, sucedida para este entonces hacía ya 43 años, el incremento de alumnas del curso normal se fue multiplicando ¡Era la primera escuela normal para formación de maestras del país! A esto se sumó la creación del nivel primario y el kidergarten (Jardín de Infantes), lo que será motivo más que suficiente para que aquel primitivo edificio quede chico. Debieron utilizarse anexos, con edificios prestados y hasta incluso alquilados, en los alrededores de la actual Plaza Ramírez. Simultáneamente, durante años, habrá una súplica constante desde la rectoría ante las autoridades correspondientes, para la construcción del nuevo edificio. Sin embargo, la macabra burocracia hará que se espere más de la cuenta.
Será recién el 22 de noviembre de 1906, que saldrán a licitación las obras para la construcción del nuevo y actual edificio de la Escuela Normal de Concepción del Uruguay, con un presupuesto de $4.000.000. Un año antes, el 23 agosto de 1905, se publicaba: “el Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Congreso (…) sancionan con fuerza de LEY: Art 1°: El Poder Ejecutivo mandará construir en la ciudad de la Concepción del Uruguay, un nuevo edificio destinado a la Escuela Normal de Maestras (…)”.
En un principio, la edificación, iba a ser chica, con frente a calle 9 de julio (denominaba por entonces “Avenida hacia el Puerto”). Pero el inspector José Benjamín Zubiaur, realizo gestiones para que la superficie donada fuera mayor, y con la ayuda del pueblo y algunos funcionarios y políticos, logró la cesión de dos manzanas más.
El traslado al nuevo edificio, ha sido una incógnita durante años. Sin embargo, a través de nuestro trabajo de investigación de estos días, podemos afirmar de forma certera que el mismo fue efectuado el 19 de octubre de 1915. Una nota del Rector al Jefe del XIV Distrito Postal y Telegráfico, del día 18, confirma la información: “(…) Tengo el agrado en llevar a su conocimiento que, a contar desde el 19 del corriente, la Escuela Normal Mixta de Profesores, que tengo el honor de dirigir, funcionará en el nuevo edificio mandado a construir (…)”, y lo instruye a fin de que la correspondencia oficial sea remitida al local expresado.
Para marzo de 1916, Balbuena informará a la superioridad los números del alumnado, que permiten dar cuenta de la importancia que significó el nuevo edificio para acoger a tan importante población estudiantil: 244 alumnos en el curso normal, 588 en el Depto. De Aplicación, y 173 en el Kindergarten.
El nuevo y actual edificio, responde en su diseño a un periodo de la historia argentina donde las miradas están puestas en el “viejo continente”, y si bien allí se estaban preparando las bases de una arquitectura moderna, la burguesía nacional pone sus ojos sobre formas ya perimidas de la arquitectura europea y las aplica en el país en su afán de europeizarlo. El eclecticismo gobernará los planos y finalmente las construcciones. Nuestra Escuela Normal no es una excepción a esa tendencia. Responde a la concepción academicista de aquella época, con su eje de simetría que la divide en dos partes exactamente iguales, los 4 patios interiores, y su tratamiento exterior, compuesto por diversos elementos: arcos de medio punto, balaustradas, columnas, etc, los cuales corresponden a formas elaboradas por Francia durante el siglo pasado y que contribuyen a jerarquizar el acceso principal.
Según algunas fuentes, conto con un parque con Jardín Botánico, asesorado por Carlos Thays, intercambiando especies autóctonas con el Jardín Botánico de Buenos Aires. En el frente posterior de la Escuela (calle Mariano López), había también una quinta de citrus, y hay registros documentales, del año 1919, donde el Rector Balbuena dice que “ha impartido las órdenes del caso para que se entregue la broza que se solicita para la construcción de una cancha de tenis dentro de ese Establecimiento”.
Edificio único, inmenso, con improntas propias, compartido, abierto al pueblo, exige hoy, camino al sesquicentenario institucional, redoblar los esfuerzos para su conservación y puesta en valor, siendo esta una acción que no debería involucrar a algunos actores, sino a toda la comunidad de Concepción del Uruguay.
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ʟɪᴄ. ᴘᴇᴅʀᴏ ꜰʀᴜɴɪᴢ
Archivo Histórico Escolar – Escuela Normal Mariano Moreno – Nivel Secundario-
(extraído de la página de Facebook Archivo Histórico-Escuela Normal)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 5/8/2021