Por Rodolfo Oscar Negri –
El Centro de Cómputos de RUS, fue pionero de la computación en Entre Ríos -el segundo de la provincia- y forma parte de una historia que me encuentra entre sus protagonistas.
Aquel histórico equipo (una NCR 8200 –que habíamos bautizado “Pampita” por la bella novia de un personaje de historieta que salía en Clarín y que se llamaba El Loco Chavez-) se convirtió en el centro de toda una actividad no tan solo técnica, sino también humana notable.
Aquella arquitectura –diferente a la actual- se componía de una oficina que hacía las veces de la Mesa de Entrada de la documentación, el propio lugar donde se procesaba la misma. Allí, que era donde estaba la computadora y se denominaba “Operaciones” había condiciones especiales de temperatura y humedad que posibilitaban el perfecto funcionamiento de la máquina. Ambos estaban –en lo que es el edificio de RIO URUGUAY SEGUROS- dando a la calle Congreso de Tucumán sobre la esquina con la calle 9 de Julio, de Concepción del Uruguay.
Sobre lo que es el frente de la calle 9 de Julio, estaba la oficina del jefe y responsable, la sala de análisis y programación y un archivo.
En ese aspecto el Centro de Cómputos de RUS se convirtió en un difusor de nuevas tecnologías que –incluso- tuvo como resultado en nuestra ciudad el armado de carreras afines y sus conocimientos se expandieron también a otros lugares de la provincia (se dictaron cursos en Concordia, Paraná y Gualeguaychú). Tanto en la parte pública, como privada. Esta rica historia merece que alguna vez se escriba con mayor detalle. Por lo pronto compartiré una parte del libro inédito “DEFENDER LO NUESTRO: BREVE HISTORIA DE RIO URUGUAY SEGUROS”, de mi autoría y que espero poder publicar alguna vez.
La idea del Concejo de Administración de entonces (allá por 1978, cuando su presidente era el recordado Cipriano Miguel Marcó y el gerente general don Manuel Alberto Arca) era el afán de mejorar la estructura administrativa existente y aumentar la capacidad operativa de la empresa, para poder acompañar un crecimiento orgánico y armónico.
Pensemos que -por entonces- solo había una computadora en una todavía aislada provincia de ER. Claro que el equipamiento de por sí no garantizaba nada sin personal técnicamente capaz de explotarlo y una empresa en su conjunto dispuesta a recibirla y a adaptarse a los cambios que ella generaría.
Para hacerse cargo del proyecto se incorpora –repatriando de la ciudad de La Plata- a un uruguayense que merece total reconocimiento porque fue el vértice de la transformación tecnológica: Pedro Francisco Mas. No solo se hizo cargo de la formación de la instalación, sino que fue el docente que formó y consolidó un sólido equipo de trabajo.
Se fijó que la prioridad para la conformación del futuro Centro de Cómputos pasaría por los integrantes de la empresa. No se tenían modelos para observar, ni lugar físico adecuado; pero se contaba con tiempo para planificar y dar respuesta a todos esos requerimientos. Además de un plantel joven y capaz, deseoso de brindarse a la experiencia como un hermoso desafío. Se hicieron test de evaluación para determinar la afinidad con el tema que tenía cada uno de los trabajadores de RIO URUGUAY y esto sirvió para definir el número de empleados que comenzarían a realizar cursos de capacitación. Los temas que se incluían en esos cursos eran: Introducción a la Computación, Básico de Computadoras, Programación Lógica -Diagramación, lenguaje Cobol y nociones de Análisis de Sistemas. Se seleccionó a los componentes del nuevo emprendimiento por riguroso orden de mérito (promedio del curso). A partir de esos primeros nueve meses, los empleados elegidos pasaron a depender del nuevo Centro de Cómputos junto a una nueva figura: el tener dedicación exclusiva.
Mientras y paralelamente a toda la tarea señalada, se realizaban las delicadas obras edilicias del futuro Centro de Cómputos (piso de goma sobre-elevado, aire acondicionado, nivel de humedad controlado, etc.).
En lo que hace a la estructura de la nueva unidad funcional, la misma fue dividida en tres ramas: Análisis y Programación, Operaciones y Mesa de Entradas.
Los primeros integrantes de aquel equipo fueron el Sub-gerente de Computación y Estadística Pedro F. Mas. En Análisis y Programación: José M. Fabre, Rodolfo Oscar Negri y Guillermo E. Vázquez. En Operaciones, como jefe David Corazza y operadores Humberto Daniel Gracia y Luis Caliba (luego se integraron Ramón Rey y Alfredo Urán). En la parte administrativa, Olga Rouseaux de Ormeño (una vez jubilada, Olga fue la primera mujer en integrar el Consejo de Administración de RIO URUGUAY SEGUROS) y Gloria Marcó (después Mario Camargo). El Equipo que llegó a la empresa fue una computadora NCR 8270 con 512 K de memoria, pantallas de rayos catódicos -CRT-, discos removibles e impresora. Se fue migrando en IMOS (Sistema Operativo) desde la versión II a la V y los lenguajes que se manejaban eran Cobol y Basic. El arribo se produjo en diciembre de 1978 y ya estaban desarrollados los sistemas de Emisión, Cobranzas, Siniestros y Asociados. En enero de 1979 se lanzó el primer sistema en paralelo y a partir de allí se comenzó a desencadenar un proceso de permanente avance que -con el tiempo- fue incorporando a diferentes personas, equipos y tecnologías que llega hasta hoy.
Por otro lado, aquel Centro de Cómputos de RUS sirvió para el desarrollo de otros Centros de Cómputos (Banco Mesopotámico, Municipio de Concepción del Uruguay), ya que los integrantes del Area de Análisis y Programación dictaron cursos para la formación de otros Centros de Cómputos en la ciudad y en la región (Concordia y Gualeguaychú) y se asesoró para la adquisición e instalación de equipos, asesoramientos y programación (Fepasa) o la implementación de carreras en la especialidad (Técnico Superior en Programación – Colegio Superior del Uruguay Justo José de Urquiza) o materias específicas (CENT 28).
Quince años trabajé en aquel Centro de Cómputos y fue una experiencia riquísima. No solo por lo que desarrollamos a nivel tecnológico; sino porque -lo digo en forma personal- volví a la docencia (en las clases que me tocó impartir en los lugares donde hicimos formación técnica), aprendí a trabajar en equipo con un grupo de compañeros excepcionales no solo en la parte técnica, sino también humana y solidaria. Algunos ya no están físicamente en este mundo (y los extraño), otros están jubilados (como yo) y otros todavía están en otros lugares de la empresa. De aquel Centro de Cómputos, desde RUS y desde Concepción del Uruguay salieron ideas que fructificaron en acciones e instituciones solidarias, en cursos, en múltiples desarrollos y hasta en carreras académicas. Fue una experiencia que marcó el resto de mi vida e incorporó una serie de conocimientos y prácticas que todavía hoy tengo asumidas en la forma en que desarrollo mis diferentes tareas y hasta en la estructura de mi pensamiento.
Hoy, al cabo de tantos años, no tengo más que decir: Gracias Centro de Cómputos de RIO URUGUAY SEGUROS.
Las fotos pertenecen al semanario Sucesos de la época y fueron aportadas por el también empleado de RUS, Daniel Almada
El texto y las fotos forman parte del libro inédito «Breve Historia de Rio Uruguay Seguros» de Rodolfo Oscar Negri
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 25/2/2018
