En 1925, Albert Einstein decidió irse de vacaciones. Como venía a Argentina, invitado por cuestiones académicas, el célebre físico alemán aprovechó y eligió un destino en nuestro país. Los viajes, por entonces, solían demorar semanas. Pero ese destino no fue Buenos Aires, ni Mar del Plata, ni las Cataratas del Iguazú. Mucho menos la Patagonia o el Norte. El lugar elegido, por más loco que suene, fue Llavallol. Sí, hace casi 100 años, Einstein descansó unos días en esa tranquila localidad de nuestro partido.