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Dolores Costa Brizuela, la esposa del General Urquiza

Hablar de Dolores debemos primero ubicarnos en el tiempo y hablar del hombre que la hizo su esposa. El Gral. Justo José de Urquiza, en 1851, era gobernador de la provincia de Entre Ríos, tenía prestigio político, empresarial y militar. Reconocido personaje en Buenos aires y la Confederación que fomentaba la cultura, fundaba escuelas, fomentaba la agricultura y la industria, buscaba la libre navegabilidad de los ríos, la libertad y la Organización Nacional. Todo esto se veía frenado por el Gobierno de Buenos Aires, en manos de Juan Manuel de Rosas.

Los emigrados políticos pedían al Gral. Urquiza, el alejamiento de Rosas y es así que el 1° de mayo de 1851 que se pronuncia contra el gobernador de Buenos Aires.

Los acontecimientos políticos y militares se aceleraron en la provincia y llevo al enfrentamiento de estos dos personajes históricos.

Urquiza establece su ejército en Concepción del Uruguay y en junio de 1851 pasa a Gualeguaychú, ya que también se debía asegurar la independencia del vecino país (Uruguay) y luego derrotar a Rosas.

Gualeguaychu, todo el pueblo, en especial las mujeres se vieron conmovidos con la llegada del ejército, se firmaban acuerdos internacionales que luego terminaban en grandes veladas en homenajes a los huéspedes.

En una de estas recepciones el Gral. Urquiza, se ve cautivado por los ojos negros y los suaves modales de una joven que no pasó desapercibida por la prensa local que lo destaco inmediatamente. Esa moza fue Dolores Costa, hija de Cayetano Costa (Genovés) y de Micaela Brizuela (Cordobesa). Se habían casado en 1834, y se establecen en Gualeguaychú. Cayetano trabajo como patrón de Barco, en la empresa del Gral. Urquiza. Tenían tres hijas, Dolores (1833), Dolariza (1835) y Mercedes (1839). Aprenden a leer, escribir, dibujo, pintura, con el limeño Félix Riesco.

Urquiza era soltero, aunque había tenido varias parejas fruto de las cuales había tenido doce hijos a los que les brindaba educación y manutención.

El encuentro con Dolores prometía a este hombre maduro un poco de sosiego entre tantas batallas y dedicara un poco más a su vida privada, la llamaba Dolorcita y seria la mujer que lo acompañara hasta el fin de sus días.
Dolores, una mujer joven supo estar a la altura de las circunstancias que le toco vivir junto a un hombre como el Gral. Urquiza y cuando queda viuda, defender sus deudos y el de sus hijos por los bienes que dejo el Gral.

Los dieciocho años que pasan junto fueron intensos, entre funciones oficiales y nacimientos de hijos.

En 1852, antes de la Invasión de Madariaga a Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, hacen peligrar la integridad de dolores que estaba en Gualeguaychú. El General, para su seguridad hace que se traslade a Palacio San José. Un mes después, ya instalados en San José, es la “Señora del Palacio”.

En San José, se encontraban viviendo Ana Urquiza y López Jordán de 17 años y María Juana de Urquiza y Zambrano de 10, quienes le brindan su amistad y bienvenida a la casa.

Urquiza le delego la organización del hogar. Un día antes de la Jura de la Constitución nace la primera hija de ambos Dolores (30/04/1853), en 1854, nace Justa, en 1856, Justo José Salvador, en 1858, José Cayetano, en 1859, Flora, en 1861, Juan José, en 1862; Dominga Micaela, en 1864, Teresa, en 1866, Cipriano José, en 1868, Carmelo y en enero de 1870, Cándida.

Esta gran familia, estaba dotada de todas las comodidades en la casa y los niños recibían instrucción en idiomas por ejemplo francés, lo que permitía la comunicación con los profesores y visitantes de la casa, también se hablaba en inglés y portugués.

Dolores regenteó las disposiciones de su esposo, en lo social, religioso y familiar.
En los días en que Urquiza por compromisos debía viajar lo hacía acompañado de Dolores y los niños más chicos.

Como no había buenos lugares de alojamientos, Urquiza hizo construir casas para su descanso, tanto en camino a Gualeguaychú como en Paraná.

Ella visitaba colonias que fundara su esposo haciendo beneficencia.

Urquiza quería casarse con Dolores, pero también deseaba legitimar a sus hijos para beneficios de su herencia.

Es así que por ley de la Confederación el 1 de setiembre de 1855, se aprueba dicha solicitud y el 11 de octubre de 1855 se celebró la ceremonia religiosa donde Justo José de Urquiza se casa con Dolores Costa.

La imagen de esta mujer se fue afirmando, y la prensa lo destaco. Acompaño a Urquiza en dos viajes trascendentales, tanto a Paraguay como al Uruguay, a Buenos Aires donde se destacó por su elegancia y desenvolvimiento, admirada por todos.

En Palacio se conservan facturas de comparas de vestidos, perfumes y joyas que el Gral., comparaba para Dolores, quien siempre se mostró discreta y lejana de ostentación.

Ella era la que precedía la mesa en san José a la que se unía Urquiza a la hora del postre.

En febrero de 1870, fue la última gran recepción en san José, la llegada del Presidente Domingo Faustino Sarmiento. Cuando días después, el gran atentado a la casa que da fin a la vida del Gral. Urquiza (11/04/1870), frente a sus hijas Dolores, Justa y su esposa.

Aquí da comienzo a una nueva etapa en la vida de Dolores, quien contaba con la confianza del Gral. Urquiza, a quien la deja responsable de todo y el tiempo le dio la razón.

No fueron tiempos fáciles para Dolores, quien debió, tomar decisiones de alquilar o vender algunas propiedades.

En 1874, funda dos colonias, Caseros y San Justo.

Dolores participo activamente en los juicios que inicio para que cayera sobre los asesinos de su esposo todo el rigor de la ley.

Con el correr de los años se fue liberando de responsabilidades ya que sus hijos se fueron casando y administraban sus respectivas herencias.

El 8 de noviembre de 1896, fallecía Dolores en su casa de Buenos Aires, a las cuatro de la tarde.
Hoy sus restos descansan en el Mausoleo al Gral. Justo José de Urquiza, en Basílica de la Inmaculada Concepción, de Concepción del Uruguay, Entre Ríos.

A fines del siglo XIX, Dolores Costa mando construir un panteón, que aún se conserva en el cementerio municipal que se destaca sobre su avenida central. Hoy descansan en este panteón los restos de sus hijos Dolores de Urquiza Costa (1853/1940), Juan José de Urquiza Costa (1861/1915), José del Monte Carmelo de Urquiza Costa (1868/1909) y sus nietas, Dominga Micaela Urquiza y Cándida Amelia Urquiza.

Fuente: Peppino Barale, Ana y Domínguez Soler, Susana “Doña Dolores Costa y Brizuela, esposa y viuda del Gral. Justo José de Urquiza”

(material extraído de la página de Facebook: Concepción del Uruguay, historia y turismo, visítela encontrará un material excelente sobre la historia uruguayense)

Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 8/8/2018

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