Por Roque Jose Giovenale y Rodolfo Oscar Negri –
El tiempo en su viaje eterno ya recorrió muchos años desde aquel 31 de julio en que se apagara la vida del Ingeniero Cipriano Miguel Marcó.
Él fue uno de los padres de aquella criatura que naciera en 1958 con el nombre de Río Uruguay Cooperativa de Seguros Limitada y a quien -con el cargo de Presidente del Consejo de Administración- la condujo desde 1965 hasta fines de 1991.
Con vocación de servicio y presencia paternal forjó los comienzos y distintas etapas de desarrollo de esa Cooperativa.
Al recordarlo no podemos soslayar su apoyó a la formación y crecimiento del Centro Recreativo RIO URUGUAY, de la mutual de empleados (AMERU) y de otros emprendimientos sociales creados en el seno de la empresa.
Su labor estuvo caracterizada por su honradez, su apertura al diálogo y su humildad. El paso de los años permite observar desde otra perspectiva la significación de su figura.
Ganarse desde la presidencia el respeto y el reconocimiento perdurable de tantas personas ligadas a la vida cooperativa y empresarial no es tarea fácil y refleja a las claras los valores y actitudes que lo animaban.
UNA VIDA EN RIO URUGUAY SEGUROS
Cipriano Miguel Marcó, comenzó su actuación en RIO URUGUAY en setiembre de 1958, como miembro de la Junta Promotora y luego de la Asamblea constitutiva. A partir del 8 de octubre de 1965 ejerció la presidencia del Consejo de Administración, cargo que honró hasta noviembre de 1991. A partir de allí se lo nombró Presidente Honorario, hasta su lamentable fallecimiento.
Comprensivo y compañero. Visionario y talentoso. Humilde y respetuoso. Cooperativista de alma, su recuerdo quedó asociado imborrablemente a lo mejor de la vida de una de las empresas más importantes que hayan tenido como cuna a nuestra ciudad.
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 11/5/2017
(publicado en el mensuario El Botón número 100)