Por Orlando Van Bredam –
Jugar al rugby no te convierte en asesino. Beber alcohol no te convierte en asesino.
Sos asesino porque obedeciste al mandato de un colectivo asesino que no tiene nada que ver con el deporte o el alcohol.
Era esa idea perversa que nunca cuestionaste porque nunca recibiste el amor suficiente para advertir la diferencia entre golpear para amedrentar a otro macho o ir decididamente a exterminarlo.
¿Qué clase de machismo es el tuyo? ¿el de diez contra uno?
Sos tan cobarde y cagón en el fondo, que mataste para convencerte de que no lo sos.
No le echés la culpa a la falta de educación porque vos fuiste a un buen colegio privado y tus profes nunca te dijeron que había matar en manada para hacerse hombre.
No ofendas a los animales diciendo que actuaste como un animal.
No hay animales que maten por el placer de matar como vos lo hiciste.
Sos asesino y punto.
