Por Juan Martin Garay (*) –
El tema de estos días es el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), el que según Mauricio Macri en una entrevista a la CNN aclaró que “lo usaron para pagar a los bancos comerciales que se querían ir”. Esa fuga de 44.500 millones de dólares -en términos locales para que quienes lean esta nota tengan una comparativa- es algo así como el presupuesto para el 2022 de 10 provincias de Entre Ríos completas, o 1.187 presupuestos municipales de Concepción del Uruguay (a un dólar oficial a $100 como promedio de referencia). Todo eso le debemos al FMI ahora, por lo que debemos acordar o caer en cesación de pagos (default).
Interesante explicación da Álvaro Gabás: “Desde una perspectiva histórica, fue el endeudamiento más importante desde la constitución de nuestro país, pero a su vez, fue el otorgamiento más ligero y voluminoso desde el nacimiento del Fondo Monetario Internacional. Un trato sin precedentes y una aprobación política más que técnica. En valores absolutos, el acuerdo tenía previsto desembolsos por 57.000 millones de dólares, a lo cual, sólo se alcanzó a tomar por 44.500 millones de dólares. El Gobierno argentino como deudor se obligó a pagar u$s19.000 millones en el año u$s2022, 20.000 millones en el año 2023 y el resto en el año 2024”.
Según datos del Indec, del Observatorio de la Deuda Externa, de El Cronista Comercial, del BCRA y del Ministerio de Economía de la Nación, desde el 2015 al 2019 el PBI se achicó en 210.000 millones de dólares y la deuda aumentó en 163.000 millones de dólares. En 2015 Mauricio Macri recibió una Nación que debía el 37,46% del PBI pero cuando terminó su mandato en 2019 la entregó con una deuda de casi el 95% del PBI.
El problema actual: los seis y el Congreso
Sergio Massa, en conferencia de prensa previa al tratamiento del acuerdo con el FMI, comentó no sólo que “es algo histórico para el Congreso la responsabilidad de Alberto Fernández de devolverle el control de los empréstitos al Congreso Nacional”, sino que “al Grupo de los 6 (entre otros actores) les preocupa que el Congreso resuelva este problema”.
¿Quiénes conforman el Grupo de los 6? Este grupo está integrado por la Unión Industrial (UIA), la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Cámara de Comercio (CAC), la Cámara de la Construcción (Camarco), la Bolsa de Comercio y la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba).
Estos actores son un poder real en sí mismo que se expresó a favor de avalar el acuerdo. Cobran importancia sus opiniones y posicionamiento pues la mayoría de las entidades que lo conforman se encuentran enfrentadas con el gobierno nacional, pero sus expresiones marcaron un horizonte que interpeló a propios y extraños.
Opiniones
Por la UIA, Daniel Funes de Rioja manifestó: «Frente a todas las incertidumbres debemos esforzarnos por despejar los problemas que la Argentina arrastra. Es un esfuerzo que debemos hacer todos. No podemos caer en default, hay que pensar en empleo, en producción, en exportación».
Por la SRA, Nicolás Pino: «Estamos convencidos desde el campo que mucho peor que este acuerdo es un escenario de default. La Argentina, si se toma esta decisión, debe aprovechar la postergación de los vencimientos para instrumentar un mecanismo que permita mayor desarrollo económico en base a la inversión y el empleo. Hay que dar impulso a políticas que mejoren las expectativas y ordenar la economía bajando el gasto público y, sí o sí, bajar la inflación, y reducir la presión tributaria».
Por la Cámara de Comercio, Mario Grinman: «Hay que respetar los acuerdos, no porque consideremos que el acuerdo con el FMI solucione todos nuestros problemas. Pero no acordar iba a ser muchísimo más gravoso para los argentinos, especialmente para los que menos tienen. Hay que patear para adelante un poco y hacer las cosas que hay que hacer».
Por la Camarco, Gustavo Weiss: «El acuerdo es superior a cualquier alternativa sobre la mesa. Señalamos con agrado que uno de los fundamentos que se mencionan en el acuerdo es que la inversión en infraestructura, económica y social, aumenta respecto de años anteriores. Es inusual, cada vez que hubo acuerdos con el FMI lo primero que se restringe es el gasto, y lo más fácil es el gasto de capital».
Por la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi: «Hoy escuchamos todos los días de quién es la culpa. Yo les digo: todos los argentinos, de todos los partidos políticos, hemos sido culpables de alguna manera de esta deuda. Es fundamental un plan económico, no podemos seguir pensando que vamos a acordar con el FMI para después no cumplir ninguna de las cosas que firmamos».
Y por la Adeba, Javier Bolzico: «Expresamos nuestro reconocimiento al Poder Ejecutivo por los esfuerzos que hicieron para alcanzar un acuerdo técnico. La refinanciación per se no soluciona los problemas, pero sí genera las condiciones para que puedan ser abordados. No estar en cesación de pagos. Un default agravaría todos los problemas que tenemos y nos alejaría más de una solución. Casi inmediatamente se traduciría en mayor pobreza e inflación. Sería casi parecido a que a la Argentina la sacaran del sistema Swift (sanción económica que impuso Europa y Estados Unidos a Rusia por la invasión a Ucrania), ese nivel de aislamiento».
Ante un claro temor de caer en cesación de pagos (default) por parte del Estado argentino y sus consecuencias, este grupo apoya el acuerdo con el FMI y opinan a favor de que se apruebe en el Congreso porque entienden que sin esto no hay financiamiento posible, hasta incluso llegaron algunos a afirmar que “un mal acuerdo es mejor que cualquier default”.
La oportunidad
El Congreso de la Nación está nuevamente en un momento clave, resolver los problemas del pasado reciente con la visión de un país que debe buscar en el horizonte próximo un proyecto responsable y serio. Es otra nueva gran oportunidad para todo el arco político. Para “la política” es un punto de inflexión para aprovechar la cohesión y proyección social que permite la búsqueda de consensos que posibilitan encontrar puntos de acuerdo. El resultado en la Cámara de Diputados con el voto favorable del 80% de sus miembros (entre oficialistas y opositores) no sólo es un respaldo importante para la Nación, sino que es una demostración madura de no dar un salto al vacío, un gran paso hacia adelante en la búsqueda de una solución al problema actual con el FMI.
La deuda que irresponsablemente se contrajo sin la participación del Congreso Nacional, ahora exige ser abordada con responsabilidad por este Honorable Poder, tantas veces vapuleado, de nuestro sistema republicano de gobierno. Caer en cesación de pagos no es una opción viable, pero sí temida. Con la aprobación en Diputados estamos a medio camino de no caer en lo evitable. Restará el tratamiento ahora en el Senado de la Nación para salir de esta compleja situación.
Quienes no vieron oportunamente a la economía con rostro humano y no la concibieron con un marco de referencia a lo social tendrán la oportunidad de reivindicarse con la responsabilidad que ello implica. El Grupo de los 6 ya dio su opinión y sus miembros no son precisamente oficialistas.
(*) Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concepción del Uruguay desde el 2019. Presidente de Bloque Concejales del PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.
(fuente: La Calle)
