Por la Prof. Marina Isabel Pagani -.
Yuval Noah Harari es un historiador y escritor israelí, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén, autor de Sapiens, Homo Deus y 21 lecciones para el siglo XXI, entre otros libros. En su entrevista reflexiona sobre las prácticas de educación virtual en la universidad- Pre Covid 19-, “con cursos en línea” que, en definitiva han estado como “adornos”, en algunos casos formando parte de plataformas poco utilizadas (prácticas administrativas y poca práctica de aula docente) (1).
Por otra parte, en la Educación a Distancia (2), época del Pre-Coronavirus, el SIED (Sistema Institucional de Educación a Distancia) de las universidades argentinas se aprueba bajo normativa de la CONEAU y las universidades terminan de calificar para este sistema en 2019. Si bien, casi todas las universidades tienen una plataforma virtual con sus respectivas aulas virtuales, no todas tenían el espacio asignado para cada materia. Con el advenimiento del coronavirus, la posterior pandemia y su implicancia en la educación virtual mundial, las universidades “apuran” a los docentes a la enseñanza en las plataformas, utilizando diversas estrategias de enseñanza, aprendizaje y evaluación que permite la virtualidad.
Este proceso mundial acelerado pone en jaque también al alumnado más joven y más adiestrado en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y “obliga” a directivos y docentes a una puesta en práctica rápida de un proceso de comunicación virtual ubicuo y compartido que pone en relieve las desigualdades de los dispositivos tecnológicos y de la conectividad de los establecimientos educativos y de los alumnos de todos los niveles del sistema de la República Argentina. La conectividad versus dispositivos tecnológicos, tema tan hablado, analizado, criticado sabiamente y no tan sabio y poco habilitado en la realidad en la geografía de nuestro país, desde Jujuy hasta Tierra del Fuego y desde el Atlántico hasta la Cordillera de los Andes. Veinticuatro provincias conectadas o no tanto.
Veinticuatro realidades de densidad de población. Veinticuatro realidades económicas, sociales, educativas. Veinticuatro realidades donde impacta el Coronavirus en forma desigual. El Coronavirus, ¿nos iguala o nos diferencia? El análisis de la dimensión tecnológica aplicada a educación y que surge como consecuencia de la entrada sin permiso de la Pandemia a nuestro país, nos impacta y nos desestabiliza como sociedad organizada. La dimensión tecnológica nos diferencia, la conectividad y los costos que la misma implica, nos diferencia como sociedad, ni mejores ni peores, sólo diferentes. La disponibilidad de una pantalla y su conectividad en las regiones aisladas de nuestro país no es lo mismo que el mismo hecho en C.A.B.A, ni en la Provincia de Buenos Aires.
El “momento educativo “entre docentes y estudiantes de distintos niveles se verá resentido, trastocado por la no presencialidad y por la falta de calor humano, pero, quiero pensar que la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación se dará desde otro lugar porque los docentes somos “mágicos” a la hora de pensar, imaginar, cantar, bailar, leer, razonar, analizar y criticar.
A pesar de las diferencias en extensión latitudinal de norte a sur y longitudinal de este a oeste, los contenidos llegarán, las voces, las miradas y las risas llegarán “virtualmente” o “en papel” y nuestros niños, jóvenes, adolescentes y adultos disfrutarán de esa distinta y mágica realidad que les tocó vivir con motivo del advenimiento del Coronavirus y posterior Pandemia (tema de estudio en facultades, escuelas secundarias, primarias y nivel inicial).
Año 2020, época post coronavirus, de recuerdos de clases que quedarán grabados en nuestro cerebro y plasmados en las pantallas de celulares, netbook, notbook, tabletas, y, por sobre todas las cosas, muchísimas horas de trabajo, de mañana, tarde o noche, de lunes a domingo, a las 8 de la mañana, a las 13, a las 20 o a las 24 horas. La conectividad siempre está, está allí, a un clik de distancia y nosotros a un clik del dispositivo electrónico que nos ilumina y suena permanentemente. Y los alumnos preguntando, profe, te puedo consultar sobre…, profe, no puedo entrar a…profe, no entiendo porque…profe, me das plazo para entregar por…, profe, todavía no tengo conexión…, profe, no hay internet, profe, te puedo enviar la foto del trabajo al celular, profe…y así cientos de preguntas a diario que respondemos casi sin darnos cuenta qué hora es. Miramos el reloj y decimos, ¿cómo? ¿Me pregunta eso a las 00.00 horas?
Y si, así estamos trabajando los docentes en época de PANDEMIA Siglo XXI, época post coronavirus, al mes de abril de 2020. Y seguiremos, con las mismas ganas y produciendo nuevas estrategias y momentos educativos para nuestros pequeños y grandes habitantes de este querido país.
(1) De la entrevista “La falta de solidaridad global y de liderazgo representa un peligro inmenso para la humanidad”, publicada en Diario La Nación por Chani Guyot, 10 de abril 2020.
(2) La educación a distancia en Argentina a través de sus normas: de la Ley 1597/1885 a la Resolución ministerial 2641-E/2017.