Por Alfredo Guillermo Bevacqua –
- De River esperamos el mismo gesto de los vascos del Real Sociedad para con el Becerril
- Triunfos con llantos incontenibles
Es muy probable que el joven Oscar González Casco, que firma la extensa nota sobre el primer (¡y ojalá único!) rival de River en la Copa Argentina, desconozca que a un par de kilómetros de “ese interior profundo” que menciona , se gestó la Organización Nacional. Que el rival de River lleva el nombre de un pueblo, que rememora el grito de rebeldía de una Patria que quería ser Nación.
Nadie está obligado a conocer los detalles de la historia, pero el fútbol es tan generoso y grande, que lleva a conocer lo desconocido. Y es probable que se prejuzgue sobre el desconocimiento, porque al cabo, lo importante para Olé es el rival de River, y no el pasado de este presente y –al fin, también- no hace mas que confirmar que para el habitante de la gran capital, esta es el centro del mundo, tal vez del universo, y todo lo demás “es la nada”. Es probable también que no sepa que ayer se cumplieron doscientos años desde que los entrerrianos, comandados por un uruguayense, “palizearon” a los porteños en la batalla de Cepeda, y el Supremo Entrerriano y sus coroneles, ataron los caballos a las argollas de las estacas que rodeaban a la inaugural Pirámide de la Plaza de Mayo, enclavada allí desde el 1811.
Desde ya que no compartimos la escasa amabilidad con que algunos uruguayenses -¿acaso Pronunciamiento no está en el Departamento Uruguay?- recordaron a la madre y a la hermana del redactor de Olé; el en su nota se refiere a la profundidad geográfica, muy distinta a la profundidad humana…
Lo concreto es que un día de este año, en la ciudad y horario que sea mas conveniente al negocio del fútbol que al placer del hincha, el Subcampeón de América, ganador de 35 títulos en primera división y campeón en el Nacional B de 2011-2012, enfrentará por la Copa Argentina a Defensores de Pronunciamiento. Se medirán el equipo en el que jugaron Alfredo Di Stéfano, Bernabé Ferreyra, Angel Amadeo Labruna “el Feo”, “el Cabezón” Enrique Omar Sívori, donde atajaran Amadeo Carrizo y Ubaldo Matildo Fillol, el “Mariscal” Perfumo y el “Kaiser” Daniel Passarella y que hoy dirige “el Araña” Gallardo, -es decir, la historia y la gloria misma del viejo y querido fútbol argentino- con Defensores de Pronunciamiento.
Si con el “Depro”, el que debe su apelativo al “Marqués” de Urquijo; en el que brillara el goleador inigualable que dio nombre a su estadio, Delio Esteban Cardozo “Tatalo”, en el que fuera dueño y patrón hasta su retiro ese querible personaje que es Oscar Perrón y al que ha vuelto Lautaro Robles, para inquietar al chileno Rojas o a Pinola y que dirige aquel tenaz trabajador del mediocampo gimnasista, Hernán Orcellet.
Será uno de esos partidos en lo que se supone conmiseración unánime, pero que a veces generan sorpresas que desatan alegrías, inenarrables y únicas, y que por supuesto siempre se tiene –como ahora- la esperanza de volver a vivirlas.
Pero mas allá de si el partido es un trámite, el ganador es lógico o se produce el batacazo, contamos seguidamente un caso que sería bueno fuera imitado por River Plate, que es una gran y poderosa institución, y tiene como presidente a alguien que ha demostrado su jerarquía dirigencial.
Pasó en España ¿porqué no aquí?
Ocurrió el jueves 19 de Diciembre de 2019. Jugaron por la Copa del Rey, en España, el equipo vasco de San Sebastián, la Real Sociedad, con el modestísimo Club Deportivo Becerril, participante en una Liga regional, equivalente a una cuarta categoría del fútbol argentino. Becerril de Campos es un pequeño poblado de 754 habitantes, ubicado a 15 kilómetros de la ciudad de Palencia, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Esos 754 habitantes convirtieron en record al CD Becerril: es el equipo, que en 117 ediciones de la Copa del Rey, ha representado al pueblo con menos habitantes. Para llegar a esa instancia histórica había superado al “poderoso” Urracas de Asturias.
Fue presentado como “El partido de nuestra historia” (y pensamos, ¿acaso este no lo será para el Depro?). Debió jugarse en Palencia, porque el estadio “Mariano Haro”, del Becerril, tiene la misma capacidad que el “Delio Tatalo Cardozo”: 2.000 personas.
La Real Sociedad ganó 8 a 0, el primer tiempo finalizó con un decoroso 2-0; pero en el segundo llegó una media docena mas. Parece que no fueron efectivos los quesos de leche de oveja, que una noche antes les regaló a sus jugadores para estimularlos, una empresa local, fabricante de quesos. Recibieron el sustancioso obsequio, cuando llegaron a la noche a concentrarse, luego de cumplir sus horarios de trabajo en la empresa Lavega, en las obras en construcción, en el negocio familiar e incluso en la docencia. Obviamente, el último entrenamiento fue a las 20,15 de esa noche.
Pero ese día –de gloria y derrota- fue coronado por un gesto que podría imitar el Sr. D´Onofrio, presidente de River. (En la Copa Argentina, Boca Juniors, un club con estilos propios del fútbol europeo, obsequia –cuando ha enfrentado a equipos del interior, no participantes en los campeonatos mas importante de AFA-, dos juegos de camisetas para ser distribuidas entre los jugadores de esos equipos como recuerdo de esa jornada inolvidable en el que han enfrentado a uno de los grandes del mundo).
El Sr. Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad, terminado el encuentro se reunió con el Sr. Juan Antonio Redondo, presidente del Becerril, para coordinar un significativo e inusual obsequio, consistente en la invitación para que todo el plantel futbolístico del Becerril, concurriera a presenciar un partido de la Real Sociedad, en el estadio Real Arena, en una de las mas hermosas capitales de España, la ciudad de San Sebastián. Pero la novedad estriba en que también invitó a “todo el pueblo de Becerril de Campos, para lo que pondría a disposición todos los autobuses, – con entrada y comida paga-, que fuesen necesarios para desplazar a todos los vecinos hasta San Sebastián”. Reanudado el campeonato de la Liga Española, los habitantes de Becerril de Campos, se aprestan a cubrir los 300 kilómetros, que los separan de San Sebastián.
Dada la similitud en los números de población – un poco mas de un mil en Pronunciamiento- y la distancia con el Monumental- River podría imitar a los vascos, dejando de lado la eventual amargura que le provoque un triunfo del Depro.
Los festejos sorpresivos en la Copa
La Copa Argentina ha logrado meterse en el corazón del hincha argentino, no con la triple corona de Boca, o con la vuelta a un campeonato de Huracán, sino con los sorpresivos triunfos de los equipos del interior, de categorías inferiores sobre los de primera división.
Entre esos triunfos está el de nuestro Gimnasia y Esgrima que un 25 de marzo de 2013, en una interminable serie de penales (8 a 7), eliminó a Unión de Santa Fe, luego de empatar en un gol. Allí fue decisiva la actuación de Catriel Orcellet, al atajar un penal, en una serie que se llenó de angustia para el Lobo entrerriano, cuando al elisense Giovenale, el arquero Ligna le detuviera su remate.
Derrota de un futuro campeón
Pero puede recordarse también la victoria de Sarmiento de Resistencia sobre el Racing del Chacho Coudet, al que sólo le quedó una alternativa para clasificarse para la próxima Libertadores: ganar el campeonato de primera división, lo que efectivamente hizo. Fue 1 a 0. La Academia subestimó la situación, pese a contar con todas sus figuras.
Estudiantes de Caseros a River (2013)
El equipo que dirigía Ramón Díaz cayó por 1-0 ante Estudiantes de Caseros, de la B Metro. El autor del tanto fue Pablo Ruiz. Fue el batacazo más importante desde que se volvió a jugar la Copa Argentina en el 2011/12.
Tristán Suárez a Racing (2013)
En la misma edición que River, otro equipo de la B Metro eliminó a un grande. En este caso, Tristán Suárez bajó a Racing por 1 a 0, con gol de Federico Barrionuevo. La Academia terminó con nueve hombres por las expulsiones de Bolatti y Camoranesi, quien metió una patada increíble. Al final del partido, fue entrevistado para la televisión el goleador; el pibe Barrionuevo, no paró de llorar en todo el reportaje. Ha sido, indudablemente, su máxima gloria.
Deportivo Morón a Newell’s (2016)
El Gallo sabe de batacazos: en 2014 bajó a Newell’s por 1-0 en el estadio de Lanús. El tanto lo hizo Nicolás Minici. En la fase previa había eliminado a Aldosivi, que ya estaba en Primera.
Pacífico a Estudiantes (2017)
El estreno de Estudiantes fue con un duro revés: cayó por 3-2 ante Pacífico de General Alvear, Mendoza, equipo que militaba en el Federal B, en la cancha de Banfield. Amaya, Hong y Montiveros metieron los goles del Lobo, mientras que Otero y Lucas Rodríguez descontaron para el Pincha. Aquel partido es recordado también por la confesión de Federico Allende, defensor del equipo vencedor, quien dijo que usó agujas para pinchar a los rivales. El capitán de Pacífico, era un maestro de escuela, Guillermo Bodnarsky. Al día siguiente, cuando concurrió a la escuela para cumplir con su rol docente, el Director había convocado a todos los padres y le pidió que izara la Bandera.
Deportivo Morón a San Lorenzo (2017)
En cancha de Lanús, el Gallito, por entonces campeón de la B Metro, le ganó 1-0 a San Lorenzo con gol de Leandro Guzmán a cinco minutos del final.
