Por Ana María Gonzalez –
El viernes 15 a las 20 hs en el Auditorio Carlos María Scelzi, el intelectual, historiador revisionista, abogado, docente y militante político Hugo Chumbita convocado por la Agrupación No fue Magia, presentará su libro “El manuscrito de Joaquina. San Martín y el secreto de la familia Alvear”, además proyectará el documental “Mestizo, San Martín y la identidad Americana”. Esta actividad ha sido declarado de Interés Municipal por el Honorable Concejo Deliberante de nuestra ciudad. La entrada será libre y gratuita, se solicita llevar un alimento no perecedero para donación a merenderos.
Quinientos años de historia y la realidad de Bolivia hoy nos muestra que, el destino de Tupac Amaru, de Chelemín o Lautaro se sigue repitiendo en América Latina. En ese sentido escuchar la hipótesis sobre el origen mestizo de San Martín causa escozor. Develar una verdad a voces entre los historiadores de este siglo, como trata de hacer Hugo Chumbita, sea tal vez un desafío o una necesidad. Ahora bien, disipar dudas debiera ser un imperativo de los investigadores serios pero aún no lo es, nunca se encuentra el momento adecuado. Mientras que el argumento que contradice la posibilidad de esa corroboración no aportaría nada a la figura del indiscutido héroe nacional, es en sí misma una afirmación absurda. Sería desconocer que la temática de la identidad es necesaria para la constitución de las personas, las instituciones y el diseño de proyectos, es posicionar el tema como irrelevante o accesorio cuando es esencial y fundamental.
Nuestro visitante, Hugo Chumbita, nació en la Pampa donde fue maestro rural. Estudió sociología y se graduó de abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1967.
Fue uno de los fundadores de la Juventud Universitaria Peronista que editó la Revista 4161, miembro del cuerpo de abogados de la CGT de los Argentinos. En 1974 fue secretario académico de la Universidad de La Pampa, profesor de Historia Argentina y Latinoamericana y organizador del Instituto de Estudios Regionales.
Fue preso político desde 1975 a 1978 y entre rejas fundó la Universidad de la Memoria.Tuvo que exiliarse en España donde ejerció el periodismo, fue becario investigador del Centro de Estudios Constitucionales y se doctoró en Derecho en Barcelona (1984), con una tesis sobre el derecho al asilo, codirigió la revista Testimonio Latinoamericano y fue becario del Centro de Estudios Constitucionales de Madrid. De regreso al país, organizó el Instituto de formación política y sindical en FOETRA, dirigió la revista El Despertador e integró el Consejo de Redacción de la Revista Unidos.
Fue profesor e investigador de Derecho Público en la Universidad, e investigador de Historia Argentina y Americana y Derecho Político en la Universidad Nacional de la Matanza. Colaborador en diversos medios periodísticos, productor y conductor de programas en Radio Nacional y otras emisoras, también dirigió filmes documentales basados en sus obras.
Miembro del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, es profesor de Historia Regional Argentina y Director del Instituto de Investigación de Folklore y Artes Populares en la Universidad Nacional de las Artes (UNA).
Colaborador de Todo es Historia y otros medios periodísticos, conductor de programas en Radio Nacional Folklórica, es coautor del Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas y autor, entre otros libros, de El enigma peronista (1989), Última frontera. Vairoleto: vida y leyenda de un bandolero (1999), El secreto de Yapeyú. El origen mestizo de San Martín (2001) e Hijos del País. San Martín, Yrigoyen, Perón (2004).
Sus trabajos más difundidos tratan el fenómeno del bandolerismo social en relación con la teorización de Eric Hobsbawm, y plantean la tesis del origen mestizo de San Martín, Yrigoyen, Perón y otros personajes, como una clave de interpretación histórica de los movimientos populares argentinos.
¿Cuál es la importancia de conocer la filiación de San Martín?
En la historia es necesario develar verdades ocultas, este secretos a voces viene siendo silenciado por instituciones o estudiosos, como el Instituto sanmartiniano que se ha plantado en la biografía de Mitre que afirma (sin más documentación que la oralidad) que San Martín es nacido en Yapeyú, Corrientes, hijo de Gregoria Matorras y Juan de San Martín. La hipótesis sobre el origen mestizo de San Martín, postula que es hijo de Rosa Guarú, india guaraní y de Diego de Alvear de origen andaluz, (padre de Carlos). La misma proviene de dos vertientes bien definidas una culta y otra popular. Este es el tema que ha profundizado Chumbita y que cuenta con el aval de la familia Alvear dispuesta a realizar el ADN para disipar dudas. Esta hipótesis en el año 2000 se había propuesto para tratar como tema en el Senado y luego se suspendió por el escándalo de las coimas sin que se retomara en este ámbito. Desde entonces el tema ha fluctuado entre el interés y la censura.
La hipótesis conservadora y cerrada se pregunta cual es la utilidad de conocer este detalle, en qué cambiaría la figura del héroe nacional José de San Martín. Una posiblee respuesta es que la cambiaría para bien, para mejor comprender su épica libertadora, inspirada y movilizada por muchos mestizos (criollos) e indios y aceptar con orgullo nuestro ADN nacional que fue constatado un 60% como proveniente de pueblos originarios, también sería causa de orgullo para la nación guaraní. Reforzar verdades que se han acallado como que nuestros principales referentes revolucionarios como Belgrano, Castelli, Monteagudo y Güemes planteaban el gobierno de un inca en las provincia unidas ya independizadas, situación también apoyada por San Martín para crear un país verdaderamente autónomo y dueño de raíces fuertes. Explicaría mejor, detalles de la grandeza, del perfil del héroe, sus motivaciones, esto no significa imaginar fisuras, San Martín es un héroe sin grietas para quien no hay nada mejor que otro hermano (sea indio o negro) nadie más confiable que otro latinoamericano. El San Martín sólo héroe castrense le resta méritos, el padre de la patria mejora su perfil, Rojas lo llama Santo de la espada, y al ponerlo en nivel iconográfico instituye rituales de reconocimiento, institucionaliza que el uso de la espada es algo sacro nunca aplicable a otro compatriota, es tener claro quien es el enemigo, el externo colonialista no el interno, ocasional opositor. Entonces ¿a qué o a quiénes afectaría un semblante de héroe nacional y sudamericano mestizo, qué intereses irían en contra de esa verdad si lo fuera, en qué disminuiría su volumen patriótico y su gesta libertadora?. Esas seguramente serán preguntas y detalles que el historiador Hugo Chumbita nos develará el próximo viernes.