El diario La Calle realiza una evaluación de la fiesta popular de Concepción del Uruguay, donde destaca el aspecto organizativo.
Desde La Ciudad, no solo queremos compartir la evaluación que se realiza desde el matutino, sino también destacar el nivel artístico de los participantes, tanto locales como foráneos que subieron al escenario para deleitar a los –estimados- 25 mil personas que tuvieron la oportunidad de disfrutar del festival. Vayan nuestras felicitaciones para los organizadores y quienes trabajaron para que el evento tuviera el nivel que tuvo. Bien por la Municipalidad de Concepción del Uruguay.
El Publico
El subjefe departamental Policial del Departamento Uruguay, Martín Gaillard, manifestó en LT11 que si bien la apreciación es extraoficial, según se pudo visualizar más de 25 mil personas pasaron por el Predio Multieventos, durante las cinco noches. Se vio muchos turistas que disfrutaron de las distintas veladas.
Como parte de la crisis que estamos viviendo y –a pesar de que los valores de las entradas no eran tan altas- muchísima gente pudo escuchar, desde los alrededores del predio y con sillones playeros en plazas y veredas contiguas al Predio Multieventos, a los artistas participantes.
La evaluación de La Calle
El evento más importante del verano uruguayense tuvo un final perfecto que combinó a la cumbia y el rock, para hacer delirar a todas las generaciones.
La trigésimo primera edición de la Fiesta Nacional de la Playa de Río culminó ayer por la madrugada con los últimos acordes de La Vela Puerca sobre el imponente escenario montado en el predio Multieventos de Concepción del Uruguay. Los uruguayos -casi sin pensarlo o tal vez sí-, cerraron la noche ideal con el tema Llenos de Magia, como una especie de corolario de lo ocurrido durante los cinco días que duró este intenso festival que cautivó a miles de personas y que tuvo difusión y buena repercusión nacional.
Si bien el diario La Calle no tiene injerencia con la organización y no cuenta hasta el momento con ningún dato oficial, se está en condiciones de asegurar que el evento más importante que tiene la ciudad durante el verano tuvo una excelente respuesta por parte del público.
Las calles del centro de la ciudad estaban desiertas durante la noche del domingo, mientras que las arterias que confluían en la ex terminal del ferrocarril estaban inundadas de vecinos que se acercaban a compartir la última noche de esta fiesta. Intentar estacionar dentro del cuadrado compuesto por las calles: 9 de Julio, Urquiza y los boulevares Constituyentes e Yrigoyen, era una utopía.
Por otra parte, el panorama en el interior del predio era genial. Niños, adolescentes, jóvenes y adultos disfrutaron por igual con los Rolling Stones de la cumbia santafesina. Los Palmeras hicieron bailar a todas las generaciones presentes con un certero recorrido de sus clásicos, que incluyeron los habituales covers de bandas del Rock Nacional como Los Redondos y Los Piojos. Sin importar demasiado el tema que estaba sonando, al mirar para los costados la escena era la misma: personas de todas las edades con una sonrisa dibujada en la cara. Nuevamente, una fiesta popular ayudó para arrancarle una mueca de alegría a una sociedad en permanente crisis.
El periodismo local suele cuestionar la selección de artistas nacionales que llegan a esta fiesta. Y no es para menos, muchas veces nos encontramos con propuestas que no estaban a la altura del evento o que arribaban a la ciudad con el logro de haber tenido alguna vez un tema de moda sonando en las radios. En esta oportunidad, nobleza obliga, la oferta contó con la presencia de músicos convocantes. Tal vez alguno podrá cuestionar algún artista, pero no sirve puntualizar en eso ya que el balance global evidencia una evolución a la hora de confeccionar la grilla.
El precio de las entradas colaboró muchísimo para que familias enteras y grupos de amigos confluyan en el mismo lugar durante cinco noches consecutivas. Los valores oscilaron entre 220 y 330 pesos, según el artista. Cualquier recital de Abel Pintos, La Vela Puerca, Dancing Mood o Luciano Pereyra en Capital Federal no bajan de los 800 o 1.000 pesos en los tickets más accesibles.
Si bien se manejaron valores bastante populares, es entendible que para familias numerosas se les hacía imposible ingresar todos juntos o acudir a todas las jornadas de la fiesta. Fue así que muchos optaron por instalarse en las plazoletas del Boulevard Yrigoyen con sus sillones y conservadoras. Muy bien por los animadores del evento que constantemente saludaban a este sector del público que disfrutó de lejos y al menos se dieron el gusto de formar parte del éxito uruguayense.
La oferta gastronómica también merece un párrafo aparte. Los diferentes puestos de venta de bebida y los Food Truck abastecieron la gran demanda, en el marco de una noche extremadamente calurosa. Las cervezas se vendían como pan caliente a 110 o 160 pesos el litro, dependiendo la marca. El público formaba extensas filas para acceder a las bebidas, pero casi no se vio al clásico vivo que pretendía comprar sin respetar el turno de los demás. Si bien finalizando el recital de La Vela Puerca la bebida ya circulaba caliente o con algún hielo dentro, el abastecimiento de bebidas no se cortó nunca.
Cuando el reloj rozaba las 3 de la madrugada, la banda liderada por el enano Sebastián Teysera dijo basta y agradecieron la hospitalidad habitual que reciben cada vez que llegan a la ciudad. El público emprendió la peregrinación de vuelta a casa. Era imposible no escuchar los comentarios de los diferentes grupos de personas. La mayoría coincidía en que habían vivido una semana magnífica y un cierre de gran nivel.
(fuente: LT11, La Calle y propia)