Desde su función, Serrano trata de estar lo más cerca de las necesidades de los vecinos. La falta de oportunidades laborales hacen que aumenten las necesidades de los que menos tienen. Estos centros de asistencia cumplen una función vital.
El 2019 empieza a transcurrir su primera semana de vida, pero los problemas sociales de los que menos tienen se agravan. La mayoría de analistas económicos y las consultoras de opinión vaticinan un año muy complicado.
Debido a este panorama, la redacción del diario La Calle decidió entrevistar a René Serrano, coordinador de comedores escolares del Departamento Uruguay. El funcionario público, se refirió a la actual coyuntura social de la zona, criticó la ausencia de nación a la ahora de colaborar con los que menos tienen y adelantó que se verán muchas promesas de campañas por parte de los que hoy no aparecen por ningún lado.
¿Cómo es la actualidad de los comedores escolares durante el verano?
Año a año se repite el esquema de gran deserción, si bien nosotros tenemos todo el esquema y el recurso económico-humano para asistir a la cantidad de chicos que lo necesiten en el verano.
¿A qué se debe esto?
Hay una cuestión cultural. Al principio, desanima un poco asistir en el verano a la escuela para comer. Abren muy pocos comedores de escuelas en esta estación del año. Durante estos meses, asisten muchos comensales en los primeros días y luego van reduciendo el número. Aún no hemos encontrado una solución a esta situación descripta.
¿Cuál es la diferencia con los comedores barriales?
El escenario es distinto en los barrios. Cuando entramos en la gestión en 2015, prácticamente no había comedores en los lugares que hoy asiste la provincia. Hoy hay muchos comedores barriales.
¿Cuál es la reacción de la población ante la apertura de comedores barriales?
Hace que baje la cantidad de chicos en las escuelas durante el verano. La mayoría de los jóvenes asisten a comedores barriales durante el verano.
¿Qué genera esto?
El inconveniente que se presenta, es que el dinero destinado a los comedores barriales es muy inferior al de los escolares. Entonces, hay veces que se complica la asistencia. Vamos haciendo lo que podemos.
¿Dónde se radican los comedores?
La mayoría de los comedores y merenderos están en inmediaciones de los asentamientos que tiene la ciudad. Son varios los lugares donde trabajamos.
¿A qué se debe esto?
Básicamente, a la pérdida de trabajo. Mucha gente se quedó sin su fuente laboral. Hay que remarcar que muchas de estas personas que perdieron sus ingresos, acostumbraban vivir de construcciones
en el ámbito público. La construcción y la Obra Pública han bajado a niveles realmente muy importantes. Debido a esto; chicos que no asistían a los comedores, hoy tienen la necesidad de hacerlo. En cada rinconcito de la ciudad, exceptuando el centro, está la necesidad. Lo central de una familia es el trabajo que dignifica. Al faltar esto, tenemos que poner lo nuestro para que al menos los chicos puedan comer. En épocas de clases, te aseguro que no hay un chico que no coma en comedores escolares.
¿En que barrios hay más necesidad?
Nosotros trabajamos puntualmente en los barrios: Zapata, 30 de Octubre, 25 de Mayo, Malvinas Argentinas y La Higuera. También están los comedores-merenderos del Mena, el SUM de San Isidro y el SUM de La Quilmes. Además, existe asistencia de iglesias evangélicas en La Tablada. Ayudan muchos para asistir a los chicos con necesidades.
¿Cómo describirías la actualidad en el día a día de los comedores?
Tristísima. Se achicó mucha la asistencia piramidal. En otros tiempos; Nación daba mucho, provincia aportaba otro tanto y terminaba de darle el giro el municipio. Hoy, el gobierno nacional está ausente en esta cadena que debería ser natural. Los chicos deberían estar comiendo en sus casas. La realidad es esa. Sus padres deberían tener la autosuficiencia que le tendría que estar dando el trabajo y en estos momentos no la tienen.
¿Qué genera esto en la gente más humilde?
Eso frustra, indigna y degrada mucho la valoración humana. Yo trabajo de esto y cada comedor-merendero que debe abrir me entristece más. Habrá algunos que se puedan alegrar abriendo esta clase de centros de asistencia, en lo personal me duele mucho. Se está perdiendo la mesa de familia. Comer es lo mínimo e indispensable, después existen un montón de otros faltantes que alarman.
¿Quiénes son los que más ayudan?
Los directivos que tienen predisposición. Anexan un trabajo administrativo, además del que deben realizar durante su tarea específica. Después, hay mucho trabajo articulado con el municipio. También está ayudando la coherencia del gobernador Gustavo Bordet, que no tuvo pruritos en derivar presupuesto a esta necesidad.
¿Es determinante la presencia del Estado?
Realmente, de no ser por la determinación del gobernador y nuestra ministra de desarrollo social, María Laura Stratta, esto se haría muy difícil. Hay gobiernos que deciden desviar fondos para otro lado, en cambio el nuestro siempre quiso estar a la altura de la circunstancia para poder cubrir las necesidades mínimas.
¿La ayuda que les llega es sólo gubernamental?
No. Hay que destacar la ayuda desinteresada de vecinos y asociaciones sin fines de lucro. La iglesia y la iglesia evangélica también tienen un valor muy importante en este trabajo. Existen personas con vocación de ayuda y de prestar servicio para el otro.
¿Quién debería estar más presente?
El gobierno nacional está ausente. No está de ninguna manera. Podríamos tener una mejor asistencia, si se podría combinar: Nación, Provincia y Municipio. En este caso, el mayor esfuerzo lo hace la provincia y el Municipio pone su cuota. El valor agregado son los directivos de escuelas, que ponen toda su garra en llevar la administración.
¿Cómo crees que será el año electoral para los comedores?
La demanda es creciente. No creo que el ámbito provincial utilice a los comedores con un propósito electoral, ya que este es un trabajo que viene desde el primer día de esta gestión. Nunca miró a quienes lo critican por ayudar a estar personas que necesitan comer. Después, si aparece nación en etapa electoral sería tristísimo. Se van a quedar en promesas de campaña. Cuando no necesiten el voto, todo volverá a la realidad y la normalidad que pretende establecer esta gestión nacional.
¿Qué es lo más urgente a tu entender?
Generar trabajo, para que las personas puedan llevar el pan de manera digna a la mesa de la familia. Lamentablemente, no veo que esto ocurra. Puede ser que, en la coyuntura electoral, se genere algo de trabajo. Pero no creo que sea algo sostenido en el tiempo. Va a ser lo que dure la campaña. Esta va a ser una posible maniobra utilizada desde Nación, la Provincia demostró que tiene a lo social como eje de gestión.
¿Tienen más trabajo durantes las jornadas lluviosas que venimos teniendo?
Otras necesidades son el techo que se llueve y el piso roto. Así que suele aumentar la asistencia en estos días. El problema radica en que no se incrementa el dinero destinado al sector en épocas de lluvia, debido a que trabajamos por intermedio de la tarjeta Sidecreer. Tenemos una mensualidad por comedor y hay que administrarlo. Algunos tienen la suerte de vivir de la tarjeta, más la solidaridad de la población. Cada vez cuesta más mantener esta estructura”, finalizó explicando Serrano a La Calle sobre la dura realidad del sector en la ciudad.
(fuente: La Calle)