Por Ana Paula Alegre –
Es jubilada y su panadería tiene más de 50 años en Concepción del Uruguay, está a pasos del Hospitalito. En su propia casa montó el local, siempre estuvo ahí y en el barrio todos la conocen como una trabajadora incansable. Sin embargo su temple lo demuestra, está cansada, la crisis en un sacudón más en su vida, vivió varios pero esta vez es diferente, ella es una de las miles de jubiladas que se ven obligadas a trabajar para tener un plato de comida todos los días. “Todas las épocas son malas en la transición de un gobierno a otro, se han vivido momentos no gratos, pero yo creo que estos momentos son los más difíciles que nos ha tocado pasar. Ya venimos arrastrando la caída de nuestros ingresos y tenemos cada vez menos. Nos ajustamos, pero cada vez es más finito el porcentaje que nos queda para vivir, cada vez se corta más finita la torta”, dijo iniciada la charla con MIRADA 360.
El aumento del dólar golpeó a todos los productos de la canasta básica, pero sobre todo a los de primera necesidad. La harina es uno de los que más aumentó, lo que provocó subas en el pan, las facturas y los fideos, que ya habían elevado sus precios por los tarifazos. Si se compara un sueldo mínimo, vital y móvil de 2015 con un actualizado a septiembre de este año, el resultado da que los argentinos registran una pérdida del poder de 100 kilos de pan por mes.
¿Alcanza para llegar a fin de mes?, le consultamos desde este medio; “tenemos que hacerla alcanzar “, contestó la comerciante y agregó: “mientras tengamos materia prima, podamos pagar las cuentas y logremos vivir y comer nos conformamos. Ya a esta altura las panaderas viejas como yo ¿a dónde vamos? ¿qué hacemos?, tenemos que seguir con esto o cerrar y la jubilación que tenemos es una jubilación de hambre y entre hambre y hambre nos quedamos por lo menos trabajando y peleándola”
Sube, sube, sube
Las alzas en las materias primas, acelerada por la devaluación del peso, no es lo único que los acecha. La panadera también puso el foco en la suba de tarifas. “Los precios se fueron arriba y es en todo, aumentó la harina, el gas, la luz, el combustible y eso va aparejado a la materia prima y obviamente que al tener materia prima costosa el precio no es el mismo que teníamos, aumentó todo”, comentó.
“Se llegó a un 20% de aumento en la mayoría de los productos de esta panadería y como precio bajo porque no podes aumentar tampoco tanto, no se pueden llevar más arriba los precios para la gente”, explicó la referente destacando además que del aumento de la bolsa de harina y el resto de los insumos, es impresionante la alta presión fiscal.
En la entrevista la trabajadora manifestó que el consumo de pan en la ciudad bajó y muchísimo durante los últimos meses. “En estadísticas hablamos entre un 45% y un 50% menos de ventas, es mucho lo que bajó. Nosotros a media mañana siempre solíamos tener cuatro o 5 cinco clientes esperando a ser atendidos y ahora nos estamos mirando las caras”.
Respecto de la venta de bolsas de harina y rumores en cuanto al desabastecimiento, la retención de los productos y la especulación de los precios, manifestó a MIRADA 360: “la venta de harina está controlada en muchos lugares, hay proveedores que no tienen precios y han decidido cerrar, nosotros conocemos lugares que venden harina, pero por el momento están cerrados. En nuestro caso en particular nos venden, porque ya tenemos nuestra cadena de años de convenios con los proveedores, pero estamos medidos”.
Cabe destacar que esta situación se repite en el país y son numerosas las federaciones y organizaciones de panaderos como la de Entre Ríos, que realizaron reclamos y advirtieron sobre la situación. Habrá que ver qué ocurre y sí se soluciona el problema, mientras el pan será cada vez más caro y se vaticina el cierre de más panaderías.
(fuente: http://mirada360.com.ar)
