En septiembre, la Canasta Básica Total subió 1,4% y marcó el límite de pobreza. El costo de los alimentos también aumentó, pero a menor ritmo que la inflación.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que una familia tipo necesitó en septiembre $1.176.852 para no ser considerada pobre. Este valor corresponde a la Canasta Básica Total (CBT), que incluye alimentos, servicios y otros gastos esenciales.
En paralelo, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina la línea de indigencia, se ubicó en $527.736. Los hogares con ingresos por debajo de esa cifra no logran cubrir las necesidades mínimas de alimentación.
Subas moderadas pero persistentes
Ambas canastas subieron 1,4% respecto de agosto, por debajo de la inflación general del 2,1%. Esto indica que los productos esenciales aumentaron a un ritmo más lento que el promedio de precios, aunque continúan en alza.
Diferencias según el tipo de hogar
El Indec también calcula los valores para hogares con distinta composición.
- Una familia de tres integrantes (una mujer de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61) necesita $936.911 para no ser pobre y $420.140 para no ser indigente.
- En cambio, una familia de cinco personas (dos adultos y tres hijos pequeños) requiere $1.237.789 para superar la línea de pobreza y $555.063 para evitar la indigencia.
Un ritmo de aumentos más lento que en 2024
Aunque los precios básicos siguen subiendo, el Indec registró una clara desaceleración interanual.
Durante los primeros nueve meses de 2024, la CBA acumuló una suba del 78,1%, mientras que este año el incremento fue del 17,5%. En el caso de la CBT, la variación bajó del 94,6% al 14,9% en igual período.
Pese a la moderación, muchas familias todavía no logran seguir el ritmo de los aumentos. La evolución de las canastas refleja con precisión el desafío que enfrenta gran parte de los hogares argentinos para mantener su poder adquisitivo.
(fuente: Bae Negocios)