por Ana María González –
Las ferias sirven para los encuentros, tanto entre participantes expositores, como libreros, escritores, lectores…de todos los miembros de esa cofradía que aman el papel impreso y la magia que contiene; misma magia que desde aquellos papiros y pergaminos antiquísimos resiste ante avatares y amenazas de cambios y conserva un fuego que no se extingue. Este año fue la 13ra convocatoria de Paraná Lee, desde la Sala de Mayo, junto al río, organizada por el ejecutivo municipal bajo el lema “Infinidad, Orillas, Ilusión”. Comenzó el jueves 14 y finalizó el 17 de Agosto. Contó con la presencia de más de 70 editoriales, conferencias y presentaciones variadas, actividades lúdicas para niños y además la presencia de autores de la magnitud de Mariano Quirós, Selva Almada y Norma Morandini.
La sala de Mayo está junto al río y tiene un hall que este año tenía un decorado que remedaba una biblioteca antigua, gótica. En ese ambiente mágico “harripotesco” hubo presencia uruguayense, el viernes 15 en las lecturas que protagonizaron Luci Schwarzman, Hugo Luna y Vanesa Leopardo. El sábado a las 10,30 sonaron chamarritas de Los concepcioneros en la radio que trasmitía en vivo desde la feria. A las 11,30 se presentó en la sala Bien pudiera ser, antología publicada por la nobel editorial La Histórica de nuestra ciudad. Allí Ana Hernández, funcionaria de prensa municipal, presentó a Marga Presas y Ana María González, impulsoras del proyecto. Se comentó la génesis de la antología que es producto de una convocatoria realizada en momentos de pandemia bajo la consigna: “ obras hablen del derecho de las mujeres a vivir sin violencia y el poder desarrollarnos con libertad, sobre todo no abandonar el derecho de escribir”, una invitación a ser, como dice Noel Martínez Pascal “guerreras de la palabra”. Se recibieron y compilaron textos e imágenes que fueron compartidos a través de Revista la Ciudad, luego se compuso un PDF que fue difundido en redes. En el año 2022 había sido reconocido el proyecto por el HCD y recomendada su publicación impresa por el ejecutivo municipal de Concepción del Uruguay de entonces. El último pespunte, el remate de los hilos que se tejieron se dio este año, cuando por impulso de Ana Hernández y el auspicio del ejecutivo local, se editó la obra. Todo el caudal de voces viajó hasta Paraná cuando se leyó el Florilegio Bien pudiera ser (las mejores flores del jardín, fragmentos de los 19 textos incluídos en la antología), compuesto por las autoras invitadas. Al final se mencionó a las 25 integrantes de la antología, escritoras y pintoras. El público escuchó atentamente y acompañó con aplausos y calidez. La lectura se expandió en mensajes de dolor o esperanzas, palabras duras como cuchillos o soñadoras como alas, homenaje a mujeres fuertes, mensajes de épica.
En lo personal, haber participado de este proyecto, me ha dado muchas satisfacciones la más importante la cercanía y amistad con las mujeres que la conforman. Esta conclusión en Paraná, fue realmente una grata sorpresa, un reconocimiento inesperado. Una alegría extra fue contar en la sala con la presencia de la profesora del taller (al que asistimos Marga y yo) Esta aparente quietud, Belén Zavallo, reconocida escritora, y de nuestra compañera Sigrid Kunat. Reencontrarnos con viejos amigos y con allegados a las letras que se acercaron a oírnos. También nos acompañaron familiares, la embajada de C.del uruguay: Gustavo Sirota, Vale Blanco, Ana Hernández, Luci Schwarzman, Hugo Luna y Vane Leopardo que nos envió toda su buena energía.
Me gustó la feria, es mi segunda presencia, fui convocada el año pasado por Ferny Kossiak en la presentación de la antología Homenaje a Emma Barrandeguy. El escenario en el hall, invita a la escucha, tiene buena circulación de gente, servicios gastronómicos y feria de artesanos muy cerca. Maravilloso momento el de haber sido parte de esta experiencia, plena de autores prestigiosos, de talleres y actividades lúdicas. Sentí orgullo, esta vez, de representar a nuestra ciudad que siempre fue cuna y residencia de brillantes poetas e historiadores. Más que nada agradecida a los organizadores y a nuestra gestión municipal que da espacio a las letras. Finalmente expreso mi felicidad de haber sido motor de Bien pudiera ser y agradecida también a esas mujeres que confiaron en nosotros al brindar su obra, a las lectoras presentes o futuras, a la editorial La Histórica que hizo con la obra un bello caracol: por fuera, en una tapa que expone entre tonos rosáceos a una mujer soñadora que escribe; en el hueco fluyen voces como un río, fuimos allí portadoras de voces.