Dos banderas y una misma patria

Dos hombres de profundas convicciones americanas, que empuñaron la pluma y las armas, que se erigieron en líderes populares, que movilizaron pueblos enteros en el Éxodo Jujeño y el Éxodo del Pueblo Oriental, que crearon escuelas y bibliotecas y nos dejaron un legado que cada uno de nosotros tenemos que conocer y defender.

Referirnos a Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano es hablar del abogado, economista, intelectual, militar, patriota, periodista y político rioplatense, nacido el 3 de junio de 1770, en la ciudad de Buenos Aires, hijo de una familia de muy buena posición económica, que le permitió cursar sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, recorriendo su adolescencia en España, allí realizaría su carrera universitaria vinculándose con las ideas de libertad, de igualdad y de fraternidad entre los hombres, cambios revolucionarios que se vivían en un “viejo continente europeo” convulsionado, monárquico, cambiante y cargado de inequidades.

En su regreso de España, latinoamérica seguía bajo el mando del imperio español, a los veintitrés años, comienza su participación como primer secretario del Consulado, organismo dedicado al comercio entre España y sus colonias.

Desde ese lugar comenzó a advertir las diferencias de oportunidades que tenían los españoles y los criollos, y ante esta situación gestó su plan político y económico, fomentó la educación, el comercio y la industria, la capacitación en las ciencias y los oficios, para lograr la base de la organización de la independencia y la emancipación de las colonias americanas.

Integró las milicias criollas que defendieron a Buenos Aires ante las invasiones inglesas y participa activamente en la organización del gobierno patrio que culmina con tres siglos de opresión española en América.

Junto a Mariano Moreno y su primo, Juan José Castelli, son los criollos más decididos para lograr la independencia definitiva del territorio.

A partir de su sólida formación académica y sus principios de luchar por la libertad del sur del continente, se convierte en militar, y crea como síntesis identificatoria de las Provincias del Río de la Plata, frente al ejército real español, la bandera azul-celeste y blanca, el 27 de febrero de 1812.

El 20 de junio de 1820, se produce el fallecimiento de Manuel Belgrano en Buenos Aires, y la decisión, años más tarde, del Gobierno Nacional, de establecer, cada 20 de junio, como “Día de la Bandera Nacional”, en homenaje a su creador.

Referirnos a José Gervasio Artigas, es citar a un hombre que no solo lucha por la emancipación de nuestro territorio de las coronas españolas y portuguesas, sino que también, es el máximo referente por la organización republicana, representativa y federal de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Nació el 19 de junio de 1764 en Montevideo, en una de las familias más importantes de la Banda Oriental, con una sólida formación y profunda convicción política, económica y militar.

Adhirió a la organización de la Primera Junta, y luchó contra los españoles, portugueses y porteños en la Banda Oriental y se transformó en el líder y Protector de los Pueblos Libres de las provincias del Litoral.

En 1815, en el Congreso de Oriente, reunido en Concepción del Uruguay, se declaró la Independencia de nuestro territorio de toda fuerza extranjera y José Gervasio Artigas, junto a los representantes de los pueblos del litoral, enarbola, como símbolo de libertad, la bandera, con los mismos colores que la creada por Manuel Belgrano, incorporando la banda de color rojo, como símbolo republicano, representativo y federal.

Con el transcurrir de los años, por iniciativa de los estudiantes y docentes del Colegio del Uruguay, que participaran en el Senado Juvenil Entrerriano, la legislatura entrerriana, en el año 2013, decidió que cada 19 de junio, se recordara, en memoria del nacimiento de José Gervasio Artigas, el día de la Bandera de la Provincia de Entre Ríos.