El verano pasado, la provincia sufrió 26 veces más casos que en el 2023. Conciencia, acciones en conjunto y en casa, las claves para evitarlo.
El dengue es considerada la enfermedad viral transmitida por artrópodos –animales invertebrados con de un esqueleto externo como insectos, arácnidos o crustáceos– más relevante del mundo, con unas 50 millones de personas afectadas por año y que viene creciendo exponencialmente desde 1950.
El virus es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, caracterizado por vivir fundamentalmente en zonas urbana y criarse en recipientes artificiales.
En Argentina, la problemática reapareció en el norte del país en 1998 y se instaló definitivamente a partir de 2009, con una epidemia de más de 26.000 casos.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, la región sufrió un aumento sostenido durante las últimas tres décadas.
El comportamiento de la enfermedad es epidémico, principalmente en los meses de mayor temperatura (de noviembre a mayo) y con una fuerte relación con los brotes que ocurren en los países limítrofes.
En 2016, la problemática volvió a tener impacto con alrededor de 40.000 casos confirmados oficialmente y 11 muertes, en 15 provincias del país, pero el peor pico se vivió hace muy poco tiempo.
Entre 2020 y 2024 se registraron 641.894 casos confirmados de dengue, con el 78% de ese total únicamente en el 2024 (500.693 personas).
A nivel nacional, el aumento de casos de un año al otro fue de más de 350%.
Otro dato importante que arrojan las estadísticas de la cartera sanitaria de la Nación es que los casos en menores de 15 años son más del doble que la cantidad de casos confirmados en mayores de 65 años: 108.025 contra 44.531 en los últimos dos años.
¿Por qué hay más casos? Según los especialistas, una mayor urbanización, mayores testeos y controles que permiten registrar los casos, y viajes a lugares con circulación del virus como Brasil, donde persisten los cuatro serotipos del dengue (DENV-1, 2, 3 y 4) aportan a la propagación del virus.
Los datos de Entre Ríos
El crecimiento exponencial de personas con dengue se mostró similar en la provincia.
Si bien entre 2020 y 2024 se registraron 20.377, el 94% ocurrió únicamente en este año.
Después del pico de casos del 2020, disminuyó considerablemente el contagio en el 2021, volvió a crecer al año siguiente, y sorprendió en 2024 con 19.057 casos confirmados en los 17 departamentos de la provincia, 26 veces más que los registrados en el 2023.
La provincia se ubicó en el décimo lugar a nivel nacional, con 1.293 casos cada 100.000 habitantes y por encima de la media nacional (1.274/100.000).
Federación fue el departamento más afectado: se reportaron un total de 3.447 casos que iniciaron a finales del 2023 y continuó durante el verano, con un 122% más de casos que el verano del 2023.
Villaguay fue el segundo distrito con más casos en la provincia, reportando un total de 1.658 y un crecimiento interanual del 331%.
Gualeguaychú, con 3.134 casos confirmados, completó el podio de los departamentos más afectados por el virus y con un valor de incidencia acumulada superior a la media provincial.
Futuro con prevención
La pregunta que surge es: ¿pasará lo mismo en el 2025 que en el verano pasado?.
Actualmente, se estima que unos 25 millones de argentinos viven en riesgo de contagio en el país, y el brote del 2024 proyecta un escenario a futuro de alto riesgo.
La naturaleza multidimensional y compleja de la enfermedad obliga a elaborar estrategias desde lo biológico, lo social, ambiental, lo cultural, político y lo sanitario.
El contexto de cambio climático aporta condiciones para extender en tiempo la temporada de transmisión y aumentar geográficamente las zonas con el mosquito.
A eso se le suman pronósticos de meses más cálidos y húmedos, un incremento de las temperaturas y las alteraciones en los patrones de lluvias.
Para evitar ese escenario, es importante el diseño y trabajo de políticas públicas desde la salud pública nacional, provincial y local, pero sobre todas las cosas el trabajo hogareño de cada familia y persona y de la comunidad, porque con una sola acción no alcanza.
A tener en cuenta
Al haber cuatro serotipos del virus, una persona podría infectarse más de una vez.
Después de ser picado por un mosquito infectado, los síntomas se desarrollan dentro de 5 a 14 días.
Los principales son fiebre, dolor muscular, de cabeza y/o detrás de los ojos, sarpullido, náuseas y vómitos.
Los casos graves también presentan dolores abdominales, respiración acelerada, sangrado de encías o nariz, cansancio, agitación, sed intensa, y piel pálida y fría.
En caso de presentar síntomas, no hay que automedicarse y aacercarse al centro de salud más cercano.
El mosquito Aedes aegypti se caracteriza por ser negro con rayas blancas en sus patas y panza.
Pueden reproducirse en cualquier recipiente u objeto con agua estancada, desde una simple tapita hasta baldes o macetas. Por ello, es fundamental la limpieza en esos lugares y usar repelentes.
(fuente: https://www.unoentrerios.com.ar/)
