Compartimos con ustedes, una biografía sobre el Profesor Dermidio Carreño, Ex Rector del Colegio, escrita por el Prof. riojano Julio Olivera, a quién agradecemos la misma, enviada especialmente para ser publicada por nuestro Archivo Histórico.
Dermidio Carreño nació en la Ciudad de La Rioja un 30 de enero de 1.857 en el hogar formado por Francisco Carreño y Rosa de la Colina, quienes tuvieron trece hijos más. Ambas familias descendían viejas prosapias. A pesar de esta circuntastancia, coincidimos con el historiador Miguel Bravo Tedín cuando se refiere a la situación económica de Provincia de La Rioja: “Esta tierra de caudillos y montoneras, paso obligado en pugna, presenta una fisonomía particular en el siglo XIX. Los ricos y los pobres vivían de manera similar y tenían los mismos hábitos. También compartieron un destino en común: todos ellos debieron entregar (de buena o mala gana) lo poco o mucho de lo que tenían al ejército de turno, sean gauchos, bandidos o ejércitos oficiales”.
Dermidio creció en un ambiente consustanciado con la educación, pues su tío tatarabuelo Presbítero Dr. Pedro Ignacio de Castro Barros, ilustre representante riojano en el Congreso de Tucumán, fundará una escuela en la Iglesia Matriz de La Rioja. Su tío Flaviano de la Colina, fundara en 1.857 la Escuela de la Patria, en el antiguo solar dónde funcionara el Convento de los Jesuitas y luego Casa de la Moneda en tiempos de Facundo Quiroga, allí se aprendía a leer y escribir. Para poder imaginarnos describiremos como era el proceso de enseñanza-aprendizaje. Don Flaviano había cursado brillantemente en el Instituto Nacional de Santiago de Chile. A pesar de la sanción de la Constitución Nacional, los conflictos entre Confederación Argentina y Buenos Aires no cesaron hasta la Batalla de Pavón, dónde las fuerzas del Ejército del General Urquiza fueron derrotadas por el entonces gobernador porteño General Mitre. Desde entonces se aplicó una política centralista que ahogara a sangre y fuego los levantamientos del interior. Nuestra Provincia no será ajena a esta situación. El Presidente Urquiza reconoce al Caudillo Ángel Vicente Peñaloza (el Chacho) el grado de General, para mantener la paz en suelo riojano y provincias aledañas. Pero a partir de Pavón la situación cambiara sustancialmente y nuestro suelo será regado con la sangre del Chacho y tantos otros hombres que levantaran la voz contra la futura capital de la Nación. En esta situación extrema, la educación quedo soslayada totalmente. Por esta razón Flaviano abre las puertas de la única escuela oficial, la cual permanece abierta a pesar de las guerras civiles. Cuando terminaban las contiendas, la campana volvía a sonar congregando a los alumnos, siendo su único maestro y director “los asientos eran poyos de adobe y el piso de pura tierra, en que gran parte de los alumnos asentábamos los pies descalzos. La Pizarra mural era una suela negra en la que escribíamos con pedazos de tiza… la paga al maestro se hacía en la forma del adagio: mal, tarde o nunca”.
Luego esta escuela será el pilar por la cual se constituirá el Colegio Nacional, petitorio que elevaran el 30 de septiembre en 1.868 unas abnegadas madres al entonces Presidente Sarmiento, solicitando la creación del mismo. Entre las cuales se encontraban la madre, tías y abuela de Dermidio Carreño, por no tener dónde educar a sus hijos.
Francisca Coppari en su obra “ Documentos para la Instrucción Pública en La Rioja” nos refiere”…aquietadas un tanto las pasiones en todo el país, las miradas de los hombres dirigentes en el orden nacional se vuelven de nuevo hacia la instrucción pública” En lo que respecta a nuestra provincia, la más azotada por las revueltas federales, y quizás la más necesitada del aliento moral e intelectual que da la escuela, recién en junio de 1.864, el Presidente Mitre ordena unos fondos para auxiliarla con la suma de cuatro mil pesos para educación popular.
La creación de nuevos colegios nacionales en Catamarca, Salta, Tucumán y Mendoza, con el mismo plan y organización que el de Buenos Aires, beneficiaron a La Rioja, pues veintiún becas fueron otorgadas el día 17 del mismo mes. Distribuidas de la siguiente manera: Seis en el Colegio de Buenos Aires, dos en el de Córdoba, dos en el de Concepción del Uruguay, tres en el de Catamarca, y las restantes en los de Mendoza y San Juan. Por expresa recomendación al gobernador de que se eligiera a los becados con el mayor esmero, dando “toda preferencia a los jóvenes de familias pobres, y muy especialmente a aquellos cuyos padres hubiesen fallecido en servicio a la Patria o hubiesen hecho servicios de importancia como también que se hubieran distinguido ellos mismos por su moralidad y disposiciones para el estudio, aclarando que sólo se les proporcionaría a los alumnos la enseñanza y los alimentos, siendo a cargo de los padres o tutores vestirlos con decencia aunque no con lujo” La selección era muy exhaustiva, debería hacerse ante Juez de Paz, quien debía informar al Ministro de gobierno sobre las condiciones del aspirante. Este funcionario resolvería, comunicando al Magistrado, adjuntando la beca y la institución educativa a dónde se debía presentar. El gobernador Benjamín de la Vega, eligió un puñado de jóvenes, entre los cuales se encontraba Dermidio Carreño, quien contaba con 12 años, en 1.869 siendo destinado al Colegio Monserrat.
Apenas un niño Dermidio Carreño, dejará sus padres para continuar sus estudios en la Ciudad de la casta doctoral. Un autor contemporáneo nos narra el itinerario hacia aquella comarca: “ El viaje que debía emprender era de doce o quince días, a lomo de mula, sin caminos, por sendas en los que los viajeros se extraviaban en bosques poblados por fieras, con travesías hasta treinta leguas(144.841 km) para llegar a una aguada a otra en el desierto inmenso . Había historias de caminantes despedazados por tigres. La tradición señalaba el lugar en que fue víctima un fraile franciscano. “Allí estudiara para continuar sus estudios en la Escuela Normal de Paraná “José María Torres” egresando con el título de Profesor Normal, no pudimos hasta el momento precisar la fecha de su graduación, pero podemos inferir que lo hizo entre los años 1.875 y 1.877, pues exactamente un año después de esta ultima data, se encontraba como director de la Escuela Graduada Superior de varones, luego anexa al Colegio Nacional de La Rioja. Siendo el segundo profesor riojano diplomado.
El regreso de Carreño a su tierra natal, fue de vital importancia. Su capacidad de trabajo, su competencia en materia educacional su inquebrantable fe en la obra socio-cultural de la escuela, originaron en la provincia una seria reactivación de nobles afanes educativos. No se le escapara ningún aspecto, abarcara todo el problema escolar. No le serán ajenas las deficiencias de organización, ni la pobreza del medio, ni la indiferencia de las autoridades de su hora, ni aún la escasez de maestros y la poca formación de los que se desempeñaban. La falta de elementos escolares, le anonada, pero insiste ante los legisladores para dotar de edificios propios a las escuelas.
En 1.883 es Inspector Nacional y Presidente de la Comisión Provincial de Educación. Desde su doble cargo, Carreño puede hablar del estado de la educación pública de la Provincia, realizando un detallado informe, elevado al Consejo Nacional de Educación. En el mismo denuncia el estado de miseria y atraso que se encuentra la instrucción, la falta de pago regular de los docentes, la carencia de tizas, mobiliario, libros, plumas y tinteros, edificios adecuados; etc. En 1.884 se crea la Escuela Normal y es designado para ocupar el cargo de secretario y bibliotecario de dicho establecimiento. Junto a otros docentes de esta Casa de Estudios y del Colegio Nacional fundara la Biblioteca Mariano Moreno, en agosto de 1.886. En el mismo mes y año integrará la Primera Comisión de Fomento Municipal en calidad de vocal de la misma. Con el claro propósito de mejorar la calidad educativa, en 1.887 conforma la comisión de informes para la redacción de la segunda Ley de educación de La Provincia.
En 1889 asume la gobernación de La Rioja, el Dr. Joaquín Víctor González, con apenas 26 años iniciando una larga trayectoria en los diversos campos de la política, la historia, el derecho y la educación. Una de las grandes preocupaciones del nuevo mandatario será elevar la cultura de su pueblo, para la cual creara el Consejo de Educación, designado para presidir el mismo al destacado Prof. Dermidio Carreño. Desde este alto sitial, que hoy equivale al de Ministro de Educación, volverá hacer un voluminoso informe educacional de más de trescientas páginas. En el mismo denuncia las falencias y propone las reformas necesarias para optimizar la enseñanza escolar, podemos destacar del mismo la formación docente y la prohibición de los castigos escolares, así como poner sobrenombres; etc.
Simultáneamente a la ciclópea tarea de educar al soberano, Carreño mostrará interés por otros asuntos de las cuestiones de Estado. Se desempeñara como diputado provincial y presidente de la Cámara de Diputado, desde esta función sustituirá a González, cuando renuncia a la gobernación, desempeñándose desde el 9 de octubre de 1.891 hasta el 1 de junio de 1.892, cuando finaliza su periodo como legislador. Luego se instala en la Capital Federal con un cargo en la dirección de Correos y telégrafos y cátedras de contabilidad en la Escuela Superior de Comercio Dr. Carlos Pellegrini. Por ese entonces traduce del inglés al castellano textos de Aritmética elemental según el método de White desde primer a cuarto grado. Luego fue designado director de una escuela dependiente del Ministerio de Educación de la Nación.
Siendo Presidente de la Nación el General Julio Argentino Roca, ex alumno del Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, designa en 1.901 como Ministro del Interior e interinamente de Justicia e Instrucción Pública al Dr. Joaquín Víctor González. Este eminente riojano, enterado de la vacante del Rectorado del Colegio Nacional, fundado por Urquiza, designa para esta importante función al Profesor Dermidio Carreño en 1.902.
Don Dermidio Carreño no era un extraño para la Provincia de Entre Ríos, se había formado allí y luego en 1.880 contrae en Paraná enlace con la Señorita Carmen Calderón Albariño con la cual tuvieron once descendientes. No podemos olvidar aunque como dato anecdotario que los obispos de dicha diócesis eran de origen riojano, hablamos de Monseñor Rosendo de la Lastra y Gordillo y Monseñor Abel Bazán y Bustos. Entonces podemos inferir que el Dr. González no encontró otra persona idónea para desempeñar tan grave responsabilidad por sus antecedentes y conocimientos de la zona.
El Dr. Alfredo Parodié Mantero publica con motivo de los setenta y cinco años del Colegio de Concepción del Uruguay, una conferencia en la cual señala claramente cuatro momentos de dicha Institución, lo denomina al último periodo de Millán, sin olvidar al Rector Dermidio Carreño, cultísimo caballero que se desempeño hasta 1.910.
De la actuación de Don Dermidio Carreño al frente de esta institución educativa podemos decir lo siguiente:
• aumento la matricula de alumnos de tener 156 inscriptos en 1.904 se paso a contar con 390 en 1.910. Este aumento de la matricula lo obligo a solicitar el desdoblamiento del primer año, pues no era pedagógicamente correcto tener una división con 69 alumnos. Insistiendo por la creación de nuevos cursos, para no resentir el proceso de enseñanza ¡Todo un adelantado a nuestros tiempos!
• Restituye los talleres de artes y oficios, suprimidos en 1.903. Así en una nota elevada al Ministro González, le informa el restablecimiento de los mismos… “La enseñanza manual es prenda segura de educación moral y poderoso incentivo de la actividad aplicada a lo útil”… siendo el estudio de fotografía el preferido del Rector riojano.
• Fomentó los deportes: tiro al blanco, natación, un campo de deportes y el fútbol, siendo fundador y Presidente Honorario del Club Atlético Uruguay.
• Gestiono la compra de un terreno y ampliación del internado para jóvenes.
• En 1907 promueve la incorporación del Colegio a una Universidad, proyecto que recién se concreto por Decreto Nº 2.974/2.000 del Ministerio de Gobierno, Justicia y Educación de la Provincia de Entre Ríos, el Colegio fue transferido a la esfera de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.
• Fue un entusiasta promotor de la formación de la orquesta y banda de música, para lo cual solicita instrumentos musicales a las autoridades nacionales, sin encontrar una respuesta favorable, aun así junto al resto de docentes, sostuvo de su peculio personal, el funcionamiento de la misma.
• Se fundó la Asociación de ex alumnos
• Se creó un centro de extensión, dónde se dieron distintas conferencias de las más diversas.
• Se reformó el salón de actos del establecimiento e imponiéndose al mismo el nombre de Prof. Alejo Peyret.
• Impulso el otorgamiento de más de medio centenar de becas para jóvenes de escasos recursos e inclusive otorgar becas a dos niñas.
• Visitas de alumnos y docentes a ciudades y establecimientos industriales para fomentar el conocimiento.
• Logro la titularización de los docentes del Establecimiento. Además apoyo la agremiación de los educadores y la jubilación con 25 años de servicios y sin límite de edad.
• Todos los años con motivo del aniversario del Colegio, con la participación de otras escuela, se plantaban arboles.
• Fundó el Club Social de Concepción del Uruguay en 1.903
El Profesor Dermidio Carreño después de casi 35 años de una proficua labor docente, solicita el pase a retiro, el cual es otorgado el 31 de mayo de 1.910. Fijando su residencia en la Ciudad de Córdoba, dónde tres años más tarde perderá a su esposa. Falleciendo a los 61 años, en dicha ciudad a finales de noviembre de 1.918. Lamentablemente no hemos podido establecer con exactitud la fecha de su deceso. Le sobrevivió su madre e hijos.
Con todo lo expuesto anteriormente, coincidimos con el Prof Celomar José Argachá cuando hace un juicio de valor del desempeño de Don Dermidio: “fue una buena gestión, podemos colocarlo entre los mejores directivos”, ubicando al Colegio del Uruguay en una de las instituciones más respetadas del país y del extranjero.
Prof. Julio César Olivera.
La Rioja, 24 noviembre de 2020
Archivo Histórico «Prof. Oscar Urquiza Almandoz»
Colegio del Uruguay «Justo José de Urquiza»
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 24/3/2024